Concluyo mis entradas dedicadas a los
mártires de la Guerra Civil Española que fueron proclamados beatos el pasado
domingo, con un recorrido a la exposición de un futuro beato, hoy el Siervo de
Dios Ismael de Tomelloso, que fue inaugurada el pasado lunes 14 de octubre y
que se puede visitar hasta el próximo viernes día 25.
Ismael Molinero Novillo, nació en
Tomelloso (C. Real) el 1 de mayo de 1917, vivió entre las dos guerras
mundiales, y murió prisionero durante la guerra civil en Zaragoza, el 5 de mayo
de 1938.
Era el quinto de once hermanos. El padre
era herrero de profesión y la madre tenía que ocuparse de la numerosa familia.
Empezó a estudiar en el Colegio de la Milagrosa, que pronto tuvo que abandonar
para ayudar a la familia y lo colocaron a trabajar como dependiente de
comercio.
Demostró ser un buen estudiante,
inteligente y trabajador, tanto en el Colegio de la Milagrosa como en la
escuela, con unas dotes especiales para tratar a la gente y para el arte y la
creatividad, lo que demostró en el comercio, en la decoración de los
escaparates, en la atención a los clientes, tocaba la guitarra, recitaba
poesías, montaba y dirigía obras de teatro, por lo que fue muy apreciado por
sus jefes. Era, además, el líder de la pandilla de amigos que lo admiraban por
su carácter extrovertido, divertido y alegre.
Por medio de un amigo ingresó en la
Juventud de Acción Católica en 1934 y, sin cambiar de vida y de trabajo, ni
perder la alegría, comenzó a cuidar y atender a los pobres del pueblo y a los
ancianos desamparados del Hospital – Asilo, ayudando a las Hermanitas de los
Desamparados, y alegrándoles su vida con la guitarra, las canciones y los
bailes.
Hizo Ejercicios Espirituales en el
Seminario de Ciudad Real en 1935 e impresionó mucho a los sacerdotes y
seminaristas por su piedad y devoción a la Eucaristía. El Padre Sánchez-Olivas,
que fue asesinado, al terminar los Ejercicios Espirituales y despedirse de los
jóvenes, cuando llegó a Ismael, se puso de rodillas y le besó los pies, lo que
ninguno ha podido olvidar.
El año 1937 fue movilizado por el
ejército de la República, combatió en el frente de Teruel y, en febrero de
1938, fue hecho prisionero en la batalla del Alfambra. Lo llevaron con cientos
de milicianos a unas parideras de ganado que utilizaron provisionalmente como
prisión en Santa Eulalia del Campo. Como ese invierno fue uno de los más duros
que se han conocido, con temperaturas de más de veinte grados bajo cero y
cubierto de nieves heladas, enfermó de pulmonía que degeneró en tuberculosis.
En la prisión continuó ofreciendo su
vida a Dios, en silencio, por la paz, a pesar de la enfermedad, pudiendo haber
obtenido la libertad con haber dicho simplemente que era el tesorero de la
Acción Católica de Tomelloso.
A mediados de febrero de 1938, fue
trasladado al Campo de Concentración de San Juan de Mozarrifar, cerca de
Zaragoza, y continuó el martirio del silencio hasta que, próximo a morir abrió,
por primera vez, sus labios para pedir la confesión y la comunión. Murió en el
Hospital Clínico de Zaragoza, el 5 de mayo de 1938, desde donde se extendió su
fama de santidad por Zaragoza, donde lo empezaron a conocer como Ismael de
Tomelloso.
Se escribieron cientos de artículos
sobre su vida y varias biografías tituladas: “El Miliciano Santo”, “La Lección
de su Silencio”, “El Miliciano que Murió como un Santo” y una obra de teatro,
“El Miliciano de Amaponte”. Su fama de santidad se extendió por toda España y
más allá de nuestras fronteras.
Los jóvenes de Acción Católica de
Zaragoza visitaron con frecuencia su tumba y le hicieron homenajes nacionales
en la Plaza del Pilar donde acudieron más de veinte mil de jóvenes. Sus restos
se trasladaron a Tomelloso por deseo de su madre el 13 de mayo de 1950. El
último homenaje que se le rindió fue en Tomelloso fue el 20 de mayo de 1956, al
que acudieron miles de jóvenes de Acción Católica, y desde entonces el silencio
que guardó Ismael para su vida se ha extendido durante más de medio siglo,
hasta principios del siglo XXI que fue solicitada la apertura del proceso de
canonización concediéndose el “nihil obstat” en dos meses, en febrero de 2008,
habiendo sido clausurada la fase diocesana de la Causa de Beatificación y
Canonización del hoy Siervo de Dios en el Obispado de Ciudad Real el 3 de
diciembre de 2009 y presentada en la Congregación para las Causas de los Santos
en Roma.
La Asociación por la canonización del
siervo de Dios Ismael de Tomelloso ha sido la encargada de montar la exposición
sobre su vida que se expone en el Obispado. D. Blas Camacho, presidente de la asociación
y el Obispo-Prior D. Antonio Algora,
fueron los encargados de inaugurar la exposición, asistiendo a la misma numerosos
fieles tanto de Ciudad Real como de Tomelloso.
En la exposición podemos ver la reproducción
de fotografías y documentos relacionados con el Siervo de Dios, así como las
banderas de Acción Católica de su pueblo natal, Tomelloso, una piedra del campo
de prisioneros de Santa Eulalia del campo, así como la cruz que le fue puesta
en su primera tumba en Zaragoza.
Durante la inauguración de la
exposición, el Obispo-Prior dijo: “Saludo esta iniciativa de los Amigos de
Ismael de venir a la capital de la provincia a presentar esta figura y que sea
conocido en estos momentos de especial dificultad en nuestra nación,
precisamente, porque hay que coordinar y aunar voluntades cuando la gente está
pensando más en la diferencia que en lo que nos une, será importante tener una
figura como Ismael, para decir aquí está mi vida para que no peléis, sigáis
adelante,… lo que es el bien común”.
“Los santos son santos porque son
personas y como personas se han sabido relacionar también personalmente”, no
sólo con otros individuos sino también con un “encuentro personal con
Jesucristo”, “el hijo de Dios hecho Hombre” que murió “por nosotros haciéndose
cargo de las tristezas, alegrías y penas”, explicó ayer Algora, quien recordó
que en estos años se ha asistido a una beatificación de 500 mártires de la
guerra, el pasado fin de semana, tras los 498 de la beatificación anteriores y
los “mil y pico” que todavía quedan con fama de martirio por iniciar su
proceso.
El caso que ocupa la exposición es
diferente se trata de republicano cuya santidad se basa en el misterio del
silencio. En las palabras que decidió no decir para afrontar su destino.
“Prefiere guardar silencio”, aunque podría haber salido de la cárcel y del frío
de Aragón, superior a los 20 grados bajo cero, con sólo indicar su cargo
tesorero de Acción Católica. “Un concepto que en la cultura de nuestro tiempo
no cabe, el valor del sacrificio por el bien común”, dijo Algora en la
inauguración.
“El sacrificio de Ismael es su silencio,
no cobrar ventaja por tener fe y ser cristiano y como la santidad no tiene
color político, la santidad queda oculta a pesar de que la gente de Acción
Católica de Zaragoza, cae en la cuenta de este muchacho”, que reza el rosario,
que “sabe rezar” y lograr la comunión con Dios. Después en 2009 se inicia el
proceso, pendiente actualmente de la decisión de Roma, actualmente, para elevar
la causa al Papa y nombrar santo a este miliciano de acción católica.
“Es difícil que la mentalidad de nuestro
tiempo comprenda el concepto de ofrenda de la vida, pero ofrecer la vida a dios
por la salvación de alguien, en esos años de la muerte de Ismael es algo que
pone los pelos de punta y hace pensar”, concluyó el Obispo.
Por su parte Blas Camacho, Presidente de
la Asociación para la Causa de Ismael de Tomelloso, dijo que: “Ismael es una
figura muy peculiar porque no hizo más que ser un joven alegre que cumplió la
voluntad de Dios, donde Dios lo quiso llevar desde que se convirtió como
miembro de Acción Católica en tesorero”. De aquí, con la llegada de la Guerra
Civil, Ismael luchó en el bando republicano y llegó al frente de Teruel, donde
participó en la conocida batalla y fue hecho preso. En la cárcel detenido fue
donde cumplió el ‘misterio del silencio’, permaneció callado cuando pudo
haberse librado de ir a prisión cono sólo contar a un capitán, de Tomelloso.
“Allí pudo librarse ante un amigo del pueblo militar o diciendo que era de
acción católica”, explica Camacho, “pero mantuvo el silencio”.
La exposición, que permanecerá abierta
hasta como ya hemos referido hasta el próximo
25 de octubre, abrió unas jornadas en torno a la figura del tomellosero, ofreciéndose
cuatro conferencias durante esta semana en torno a su figura.
Estas conferencias se impartieron en el
salón de actos de la Parroquia de San Pablo a partir de las 19:30 horas, y
fueron las siguientes:
- Martes, 15 de octubre. "La
Iglesia de Ciudad Real cuna de santos" por D. Antonio Algora, Obispo
Prior.
- Miércoles, 16 de octubre. "Ismael
de Tomelloso y la Acción Católica. Contexto histórico de su vida" por
Francisco M. Jiménez, profesor de Historia de la Iglesia del Seminario
Diocesano.
- Jueves, 17 de octubre. "El
martirio del silencio: lectura teológica de la vida de Ismael de
Tomelloso" por Joaquín Martín Abad, Vicario Episcopal para la Vida
Consagrada de la Archidiócesis de Madrid.
- Viernes, 18 de octubre. "Vida y
virtudes de Ismael de Tomelloso" por Bernardo Torres, Vicario Judicial de
la diócesis.
Quien quiera saber más sobre la vida de
este tomellosero, y las acciones que está llevando a cabo la asociación para su
canonización, puede hacerlo pinchando el siguiente enlace: http://www.ismaeldetomelloso.com/
La asociación ruega a quienes obtengan
favores por la intercesión de Ismael de Tomelloso, lo comuniquen al Sr.
Delegado para las Causas de los Santos del Obispado de Ciudad Real, c/
Caballeros, 5. 13001 Ciudad Real, y a la Parroquia de la Asunción de Nuestra
Señora, Plaza de España, 5. 13700 Tomelloso.
Oración
para uso privado:
Señor, Dios nuestro,
que por medio de la Santísima Virgen
María
otorgaste a tu Siervo Ismael de
Tomelloso
la gracia de servir a la Iglesia
entre jóvenes, enfermos y ancianos
desamparados con alegría y entgrega.
Dígnate glorificar a tu Siervo Ismael y
concédeme por su intercesión
el favor que te pido… (pídase). Así sea.
Padre Nuestro, Ave María y Gloria.
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