Inauguración
del monumento, viernes 17 de agosto de 1934
Como estamos viendo estos días, el
Parque de Gasset de nuestra ciudad, tiene varios monumentos, algunos de los
cuales están dedicados a personas que trabajaron por nuestra provincia. Hoy voy
hablar del Obelisco levantado en honor al sacerdote, D. José María de la Fuente
y Morales, natural de Pozuelo de Calatrava y que es conocido popularmente como
el cura de los bichos, un entomólogo que vivió en su pueblo natal pero que
estuvo en contacto con grandes científicos extranjeros
D. José María de la Fuente y Morales,
nació el 1 de abril de 1855, dentro de una familia acomodada y numerosa, ya que
estaba formada por cinco hermanos. Su padre era medico y su madre miembro de
una familia adinerada manchega. Desde muy niño estuvo atraído por las dos cosas
que marcarían la trayectoria de su vida, una la religión y otra la naturaleza.
Ordenado sacerdote en Ciudad Real en 1879, cuando contaba con veinticuatro
años, su primer destino fue Almodóvar del Campo hasta 1888. Después fue
destinado a Ciudad Real, donde estuvo sólo hasta mediados de 1889. Su tercer
destino fue Almagro, durante unos dos años. Por último, en 1891 regresó a su
pueblo natal, donde permaneció hasta su fallecimiento.
Hombre de vasta cultura, además de
dominar el latín, conocía el inglés, francés y el alemán. Fue un científico
interesado por la Entomología desde muy joven. En efecto, mientras realizaba
los estudios eclesiásticos resolvió alguna duda de taxonomía de insectos sobre
un ejemplar de Pycnogaster graellsi que envió al catedrático de la especialidad
en la Universidad Central, en Madrid, Ignacio Bolívar Urrutia (1850-1944). La
respuesta del profesor, acompañada de tres cajones de insectos, animó
definitivamente la carrera científica de José María Fuente que dijo:
“Tuvo la delicadeza de perder unos
instantes paro atender a este humilde seminarista. La contestación no se hizo
esperar mucho. A los pocos días recibí una carta en la que me decía que,
efectivamente, era lo que yo había expresado, y que para que no abandonase mis
investigaciones me enviaba como regalo, tres cajones de insectos con el fin de
que pudiese clasificar los nuevos que encontrase. Desde aquella fecha, de gran
alegría, es para mí la ciencia más que voz de la humanidad”.
El primer trabajo científico del
sacerdote aparece en 1893 en las Actas de la Real Sociedad Española de Historia
Natural; en él describe dos nuevas especies de ortópteros.
En su pueblo manchego se convirtió en un
importante entomólogo de la España de su época y en esta especialidad
científica describió numerosas especies nuevas para la ciencia. Llegó a reunir
una importante biblioteca entomológica con más de cuatrocientos volúmenes y una
significativa colección de insectos que se conserva, con otras obras suyas, en
el Museo de Ciudad Real.
En 1897 empieza una larga serie titulada
Datos para la fauna de la provincia de Ciudad Real, entre 1918 y 1932 publica
el Catálogo sistemático-geográfico de los coleópteros observados en la
Península Ibérica, Pirineos propiamente dichos y Baleares, en 1927 aparecen
unas Tablas analíticas para la clasificación de los coleópteros de la Península
Ibérica y en 1929 ve la luz La fauna de la provincia de Ciudad Real (1929).
Fuente Morales perteneció a la Real
Sociedad Española de Historia Natural, a la Entomológica de Francia, fue
fundador y ex Presidente de la Aragonesa de Ciencias Naturales, fundador y ex
Presidente de la Sociedad Entomológica de España, etc. El “cura de los bichos”,
como se le conoció, falleció el 21 de junio de 1932.
Tras su muerte la Diputación Provincial
asume la realización de un monumento a su nombre, encargándole al escultor
ciudadrealeño, Felipe García Coronado, la realización del mismo. El diario “El
Pueblo Manchego” en su número del 22 de marzo de 1933, publica la siguiente
nota en relación al monumento: “Esta
mañana en la Diputación hemos tenido ocasión de admirar un excelente boceto de
Felipe Coronado para el monumento a D. José María de la Fuente.
En
un estanque al que rodea un jardín y sobre un sencillo pedestal de elegante
traza, la cabeza en bronce del sabio naturalista forma un acertado conjunto,
raras veces logrado en obras de esta clase, en que casi siempre la unida de
estilo brilla por su ausencia.
Felicitamos
por su acierto al amigo Coronado”.
Como vemos en un principio se proyectó
realizar un busto en bronce de este ilustre sacerdote, pero debido a motivos
económicos al final se acuerda realizar el obelisco actual. Este se decidió
colocarlo en la entonces rosaleda del Parque de Gasset y fue inaugurado en
plena feria y fiestas de la capital, el viernes 17 de agosto de 1934.
Se siguió manteniendo el estanque, idea original de
Coronado, y el busto de José María de la Fuente fue sustituido por obelisco en
mármol gris, en el que se representan a través de cuatro relieves en mármol
blanco, facetas y elementos alusivos a Don Jose María de la Fuente. En el
primero de ellos, el entomólogo se encuentra leyendo un libro de coleópteros.
Encima de este relieve aparece la siguiente inscripción: “AL SABIO NATURALISTA JOSE Mª DE LA FUENTE. LA EXCMA DIPUTACIÓN”,
debajo aparece el año de su nacimiento y defunción: “1855-1932”. El resto de
relieves se decoran con imágenes de artrópodos y niños.
El Monumento al cura de los bichos,
ensalza la imagen de un personaje cumbre por medio de una estética naturalista,
que le proporciona el Parque de Gasset. El obelisco y el estanque fueron
restaurados en el año 2008.
En cuanto a su autor, Felipe García
Coronado (1902-1937), decir que fue un gran escultor del que tenemos una buena
obra cervantina recogida en el Museo del Quijote, siendo también suyo el
monumento a Cervantes.
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