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domingo, 21 de enero de 2018

COMERCIOS Y TIENDAS DE CIUDAD REAL EN LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO XX: CALLE PALOMA (II)



En el número 20, destinado a viviendas, tuvo por los años veinte una academia particular don Telesforo Torija, catedrático de Caligrafía del Instituto. Después se construyó un moderno edificio, allá por los años sesenta, ocupando los bajos un despacho de aceites del señor Calle, la Gestaría Plaza, y más tarde una oficina de seguros y un establecimiento de calzados. Hoy los ocupa una bien surtida sucursal de Discofer, cuya central está en la esquina de Cruz y Paloma.

Sigue luego un modernisimo edificio levantado sobre el solar de la que fue casa de las señoritas de Castillejo, que tenía mucha fachada. En ella pasaba algunas temporadas su hermano, don José Castillejos Duarte, catedrático en las décadas de los años veinte y treinta de la Universidad Central (hoy Complutense), en la calle de San Bernardo, de la disciplina de Derecho Romano, del que fuimos alumnos muchos abogados de Ciudad Real. Hoy ocupan los bajos modernos establecimientos.


La calle de la Paloma era estrecha al principio, hasta que llegó un oportuno ensanche, construyéndose un moderno edificio, con vuelta a la calle de Carlos Vázquez o Cuchillería, en el solar resultante de la demolición de las viejas casas que tenían el número 1 y 3. En los bajos del nuevo inmueble se estableció la casa de "Radioga", en el chaflán, la cafetería Miami, que pronto se hizo punto de reunión de la gente joven, gracias a la atención del dueño, Pepe Macias, y la bien surtida barra; seguía el establecimiento de S. Simancas, con la firma comercial Trumpi y Sirvent, dedicado a lanas en su más amplia gama y confección de prendas a máquina; y después la agencia comercial y representaciones en general de don José Vicente López Sempere.

  
El número 5 fue la casa-palacio del conde de la Cañada, uno de los títulos nobiliarios con raigambre en nuestra capital. Muerto trágicamente el año 36 don Rafael Acedo-Rico, durante el tiempo de la guerra civil se instalaron en el inmueble dependencias militares y a su término, la casa fue alquilada por la Comandancia de la Guardia Civil, hasta su traslado al actual edificio de la calle Pedrera Baja. Y desde entonces fue ocupada por el Hostal Villareal y en la planta baja tuvo una oficina de Seguros don Julio Pizarro. Hace muchos años hubo en esta finca un poco de bodega.

En el número 5 duplicado estuvo la casa dedicada a Banca y Correduría de Comercio de don Fructuoso Sánchez Izquierdo, al que sucedieron sus hijos don Saturnino, corredor de Comercio, y don Ramiro, banquero, que también fue presidente de la Diputación, domiciliados respectivamente en las calles del Camarín y Toledo. Al finalizar la guerra se instaló en dicho inmueble la Delegación Provincial de Auxilio Social, a cuyo frente se hallaba en los primeros años don José Canales Alcocer, ya fallecido. Adquirido por Sección Femenina del Movimiento y tras una demora en la ejecución de las obras fue ocupado al fin por dicho Servicio falangista y en la actualidad se halla en él la Delegación Provincial de Cultura de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.


Pasada la esquina, en la antigua casa de propiedad divida por cierto, hubo dos modestas zapaterías y la sastrería de Gago, especializado en militar y paisano. Aquí tuvo su zapatería bastantes años el célebre y popular zapatero Martin Díaz Lorente, que a su simpatía unía el trabajar con unas manos difíciles de igualar en su profesión. Demolidas dos casas, una en la calle de la Paloma y otra en la de la Cruz, ha surgido un moderno edificio, cuya planta baja ocupa la central de Discofer, tienda de categoría con una amplia gama de artículos, desde los musicales hasta los electrodomésticos, de la que es propietario Vicente Fernández. En la casa siguiente, la número 11 estuvo mucho tiempo el Colegio femenino de la famosa maestra doña Justa Franco, una venerable anciana, que después se trasladó a la calle de la Libertad, frente al edificio del diario "Lanza". Este colegio de doña Justa, como cariñosamente la llamaban sus alumnas, fue para las muchachas algo así como para los chicos la escuela de don Ángel Rojas, en la calle del General Rey ya próxima a Mata.

  
El número 13 estuvo ocupado por una armería, en uno de los bajos, lamentando no recordar el nombre del dueño, pero si era muy perito en su labor. Más tarde se instaló en este inmueble la carpintería de Juan de Dios medio. Hoy es un edificio moderno en el que hay varios establecimientos. La casa número 15 fue una ampliación del Hotel Pizarroso, siendo adquirida posteriormente y notablemente reformada por don Cirilo del Río Rodríguez, abogado y ministro de la República, personalidad muy estimada en la provincia, que la ocupó hasta su marcha a Madrid, siendo posteriormente vivienda de don Félix García Santiago e Ibarrola y hasta los años sesenta vivienda y consulta del médico don Valerio Pérez de Madrid y también de su hijo, don Juan Pérez de Madrid y Pala. En el año 1970 fue demolida y se construyó un moderno edificio.

En el piso principal de la casa número 17, que se comunicaba con el número 10 de la calle de Calatrava, estuvo hasta el año 1936 la Redacción del periódico "El Pueblo Manchego", del que fue director hasta agosto de 1932 el sacerdote don Miguel Ruiz Pérez, que era conocido como el cura del Pueblo Manchego. Hombre de gran personalidad.


Luego, en los años 40, se estableció en esas mismas dependencias la Delegación del periódico madrileño "El Alcázar", que todavía dedicaba unas páginas a Ciudad Real y provincia, hasta que al salir "Lanza" a la calle, el 20 de mayo de 1943, cesó en esta especial dedicación a los pocos meses. En la década de los sesenta ocupó estos locales la Asamblea Provincial de la Cruz Roja. A continuación, en los bajos, estuvo bastantes años la administración de las líneas de viajeros de don Juan Antonio Solís, con parada de los autobuses, hasta que dado el incremento de líneas con la provincia y alguna fuera de ella, obligó al traslado a su actual emplazamiento en la calle de Terreros, hoy de la Inmaculada Concepción, ya con estación de autobuses de la Empresa AISA.


Con el número 19 finalizada la calle de la Paloma. Construyó el edificio la Cámara Oficial de la Cámara Urbana, con fachada a dos calles, desapareciendo la entrada de la Calatrava. Fue su principal promotor don Fausto Fuertes, muchos años presidente de la citada entidad corporativa. Además de las oficinas de la Cámara, estuvieron también las de la Delegación Provincial de Trabajo, en el segundo piso, y el Servicio Provincial de Estadística y la Magistratura de Trabajo en la planta baja. En el viejo inmueble, con entrada por Calatrava, estuvieron instaladas mucho tiempo las oficinas del Catastro de Rústica y con anterioridad fue domicilio y bufete bien acreditado del ilustre abogado don José Cendrero. La casa, durante la guerra del 36, fue pasto de las llamas en un incendio casual y así, medio en ruinas, permaneció hasta que la Cámara Urbana adquirió el solar, alineando ambas calles.


Cecilio López Pastor. Pequeña historia local: Ciudad Real, Medio siglo de su comercio. Ciudad Real 1986


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