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viernes, 19 de enero de 2018

LA CALLE DE LA PALOMA



La actual calle de la Paloma, era la calle que separaba el barrio judío de Ciudad Real por el lado poniente, con el barrio cristiano, como no lo recuerda D. Luis Delgado Merchan  en su “Historia documentada de Ciudad Real”. Calle que ha sufrido una gran transformación a partir de la segunda mitad del siglo XX y que ha tenido varios nombres a lo largo de su historia: Leganitos, Mayorazgo de las Cabezas y Castelar.

El nombre más antiguo que recibió esta calle es el de “Leganitos”, tal y como no lo recuerda en su obra ya citada, D. Luis Delgado Merchan. En un artículo que publicó en el diario Lanza,  D. Carlos López Bustos el 9 de noviembre de 1967, nos dice que: “la Paloma en tiempos se denominó de Leganitos, nombre que conserva actualmente una calle de Madrid y que creo que es una corrupción de la voz árabe algannet que significa huertas”, y ese parece ser el motivo del porque esta calle recibió el primitivo nombre de Leganitos, al existir terrenos de cultivo en tiempo de la judería.


En el siglo XVIII y más concretamente en 1739, la calle “Leganitos”  recibía el nombre de “Mayorazgo de las Cabezas”, tal y como queda reflejado en un documento conservado en el archivo de la Parroquia de Santa María del Prado (Merced), sobre la procesión del Corpus Christi de ese año. El Mayorazgo de las Cabezas fue una de las ramas de la Casa de Treviño en Ciudad Real, que llegaron a tener posesiones en esta calle, como la actual delegación de la Junta de Comunidades de Castilla la Mancha, donde podemos ver una piedra armera con el escudo de este linaje donde aparecen tres cabezas.

No sabemos cuándo cambio el nombre de “Mayorazgo de las Cabezas” por el de la Paloma, lo que si sabemos que en el siglo XIX ya recibía este ultimo nombre, ya que el 3 de junio de 1899 el ayuntamiento acordó que: “para honrar la memoria de D. Emilio Castelar, se varie el nombre de la calle Paloma por el de la calle Castelar, y que se haga constar en acta el sentimiento de la corporación por la muerte de tan insigne patricio”. Este fue el tercer nombre que recibió la calle “Paloma”, el de “Castelar”,  en memoria  del último presidente de la Primera República Española, D. Emilio Castelar Ripoll, nombre con el que se le conoció hasta la Guerra Civil Española, ya que al final de la misma, la calle volvió a recibir el nombre de calle de la Paloma.

En cuanto a las edificaciones que existieron en esta calle hasta los años sesenta del pasado siglo XX, eran casas de arquitectura popular manchega de dos plantas, donde destacaba la casa-palacio de D. Juan Medrano, actual delegación de la Junta de Comunidades, y los hoteles “Miracielos” y Pizarroso. La especulación fue haciendo desaparecer las viejas edificaciones, para levantar en su lugar bloques de pisos sin gusto artístico alguno.


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