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martes, 9 de enero de 2018

LAS HIJAS DE LA CARIDAD DEJARON EL COLEGIO DE SAN JOSÉ EN DICIEMBRE DE 2017 DESPUÉS DE 128 AÑOS DE PERMANENCIA EN ÉL



Sin lugar a dudas, en muchos lugares del globo terráqueo y para muchas personas el transcurrir de cada día, por monótono que nos pueda parecer, deja recuerdos, -unos buenos, otros mejores y otros no tanto-, imborrables o difíciles de olvidar. Hoy, 15 de diciembre de 2017, es una de esas fechas que para miles de ciudadrealeños –hombres y mujeres-, de la capital y de la inmensa mayoría de los pueblos de la provincia se convertirá, casi, en un día clave, en una efemérides para la eternidad de nuestra historia más próxima. Hoy se cumplen 128 años y tres meses, -y hoy lo dejan definitivamente-, desde que las Religiosas Hijas de la Caridad, fundadas en la primera mitad del siglo XVII por Vicente de Paúl y Luisa de Marillac, -hoy santos-, inician su andadura en el Colegio de San José, notablemente reformado en la actualidad, que se levanta en la capitalina calle de Calatrava con entradas, igualmente, por la de Luz y Elisa Cendrero.

Anécdotas, recuerdos,… se me agolpan, consecuencia de mi servicio pastoral como laico en la “perchelera” Parroquia de Santiago, Apóstol. Muchas vivencias que merecerían ser contadas, -y que tal vez lo haga en otro momento-, pero ciertamente no es hoy el día para tal menester, sino para hablar de los orígenes, de las reformas y ampliaciones, de sus regidoras,… de este Colegio de San José que, aunque ya viene siendo así desde hace tiempo, definitivamente toma a partir de ahora otros derroteros, de los que luego me ocuparé a modo de epílogo y que, aprovechando las próximas fiestas navideñas, deseo sinceramente sean de paz y prosperidad.

Alumnas del Colegio de San José, junto a las profesoras Hijas de la Caridad en las primeras décadas del siglo XX

1889-1926. Fundación y comienzos

Dice el conocido refrán, -estamos en una de las tierras que más prolíficamente los engendró y conserva-, que “es de bien nacidos el ser agradecidos”. Por esta razón, y por su importante colaboración, he de agradecer hoy el trabajo de religiosas como sor María Esperanza Tobar González, o sor Dolores González García-Gutiérrez, ya que fruto de su esfuerzo es parte de la información en la que me apoyo. Corría el siglo XIX, ya casi en su última década, cuando siendo Obispo de la Diócesis Monseñor Rancés y Villanueva firma éste, como una de las partes, el contrato de fundación por el cual se confiaba la dirección de la nueva institución a las Hijas de la Caridad. El acto, -con la idea de su exclusividad para escuelas populares gratuitas.- se data en el 30 de agosto de 1889 y dieciséis días después, -el 15 de septiembre-, es inaugurado el colegio con toda solemnidad, con  respecto al protocolo de aquellas calendas, y como recoge el Boletín Eclesiástico correspondiente, que queda bajo la autoridad de la superiora de aquella primera comunidad compuesta por siete hermanas, sor Paz Aranda. No tardó mucho tiempo en comenzar a gozar de gran prestigio y ante la notable demanda hubo de admitir niñas de otra clase social, -no era mixto, como ahora-, que además ayudaban a sufragar los gastos.

Fiesta de la Caridad en el Colegio de San José organizada el día de Nochebuena. Fotografía publicada en la revista “Vida Manchega” el 10 de enero de 1917

Primera ampliación y nuevas enseñanzas

Me refiero ahora a la etapa que transcurre entre los años 1926 y 1940, por cuando el número de solicitudes de matrícula colapsa la capacidad del centro, -muchas de ellas de la provincia-, y se hace forzosa la primera ampliación. Es ahora el Obispo don Narciso Estenaga y Echevarría, -tildado como su segundo fundador-, firmando él y los superiores de la congregación un convenio-escritura de acuerdo con el cual el colegio comenzaba una nueva época, siendo ahora la superiora sor Bárbara Pou, en la que se levanta una nueva planta; se amplía el número de aulas; se construye el dormitorio de internas; se instalan agua potable, baños y duchas; se renuevan los pavimentos; se traslada la capilla; se establece la enfermaría; se le dota de calefacción,… y se comienza a impartir Magisterio, Bachiller Elemental, labores, corte y confección, mecanografía,… ¡Todo aumentaba entonces, hasta las hermanas de la comunidad, que eran 16!. Obviamente hubo de cerrar sus puertas el colegio durante la Guerra Civil de 1936, hasta que el 2 de octubre de 1939 vuelve a abrirlas con normalidad, a la vez que con grandes estrecheces.

Hijas de la caridad junto a sus alumnas en 1926

Segunda y tercera ampliaciones. (1944-1950)

Cabe decir que es por ahora cuando se adquiere el edificio contiguo al colegio, para construir aulas y dormitorios. Hoy ocupa este espacio la iglesia. Por los años cincuenta, siendo alcalde don José-María Navas, se adquiere un terreno propiedad del consistorio y sobre él se levantan los pabellones denominados “San Vicente”, “Santa Luisa” y “Virgen Milagrosa”.

Cuarta ampliación. Años 60

Es la época del “baby boom”, o crecimiento demográfico, e impera la necesidad de más espacio y más instalaciones. Se adquiere, -con los beneficio de la venta de una huerta que la comunidad poseía por donde hoy se levanta una parte del campus universitario-, el inmueble numerado con el ordinal 17 de la calle de Calatrava, y en su solar se levanta la actual iglesia, el gimnasio, el salón de actos y el pabellón “Nuestra Señora de la Merced”. La Eucaristía inaugural del nuevo templo estuvo presidida por el entonces Obispo don Juan Hervás Benet, y concelebraron los canónigos sres. Aurelio Gómez Rico, Ángel Vázquez, Narciso Martín de Almagro y José Díaz. Los cantos fueron dirigidos por don Antonio Lizcano Ajenjo. Por esta época, también, se producen notables cambios en cuanto a lo meramente académico se refiere.

Podría hablarse, incluso, de una quinta ampliación, -más bien adaptación-, ya que no destaca tanto el capítulo de adquisiciones, que también, sino el de “`puesta a punto” de temas educativos, administrativos, sociales,… que lo convierten en uno de los centros docentes más destacados de nuestra capital y provincia.

Clase de Corte y Confección en el Colegio de San José. Fotografía del Centro de Estudios de Castilla-La Mancha

Despedida y nuevos tiempos

Sor Ángeles, sor Elvira, sor María-Luisa, sor Josefa, sor Cortés, sor Tomasa,… ¡cuántos nombres para el recuerdo! Son una breve muestra, ¡muy breve!, de las religiosas que han pasado por el colegio y que han llevado a cabo su trabajo regidas por superioras como sor Paz Aranda, sor Bárbara Pou, sor Ángeles Boix Javalones, sor Amparo Hernández Esteban, sor Joaquina Cuesta Arroyo, sor Concesa Costilla Labra, sor Mercedes Maúdes Villán, sor Natividad Amatriaín, sor Benigna Blázquez Jiménez, sor Mecedes Castellanos Mesas, sor Trinidad del Hierro, sor Adoración Llorente, sor Rocío Correa, o sor Concepción Pérez, de las cuales algunas ha conocido el firmante, y recuerdo ahora su afecto, al tiempo que aprovecho para pedir disculpas por la posible omisión, siempre involuntaria, de alguna de ellas. De lo que si estoy seguro, -porque ha sido una de sus normas fundamentales-, es de que han sabido mantener vivo el carisma “vivenciano” en la realidad de cada época.

Hoy, como diría el mítico boticario don Hilarión, los tiempos han cambiado que es una barbaridad. La realidad que nos está tocando vivir, la disminución de vocaciones,… unas y otras razones nos llevan a despedir a las Religiosas Hijas de la Caridad, -que a partir de ahora parece que desarrollarán su apostolado en ciudades como Madrid, Logroño, Albacete,…-, al tiempo que deseamos lo mejor a quienes desde hace ya dos cursos rigen el destino de éste mítico, diría yo, Colegio de San José, desde la fundación “Educación y Evangelio”, canalizando dichos augurios en las personas de sus directores don Jesús-Alfonso Martínez y doña Isabel Cano.

Eduardo Muñoz Martínez. Lanza Semanario de la Mancha. 15/12/2017

Sor Concepción ultima superiora de las Hijas de la Caridad del Colegio de San José


1 comentario:

  1. Me gustaría información de la foto que sale en esta publicación.La foto a la cual me refiero es la que sale un grupo de alumnas en el año 1926 con las hermanas de la caridad.Creo haber identificado a un familiar y me gustaría recabar información.

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