En la tarde de ayer se celebró la
bendición e inauguración del nuevo hotel construido en la Avenida del rey Santo
de nuestra capital por la Empresa “García de Castillo Hermanos Construcciones”
y de cuya dirección y explotación se ha hecho cargo don Eduardo Pérez Pérez,
conocido en los medios hoteleros madrileños por la firma “Eduardo”, ya conocido
igualmente en Ciudad Real por haber llevado la repostería de las Verbenas de
Feria en la Fuente Talaverana a satisfacción general.
“Castillos Hotel”, que es el nombre que
obstenta el nuevo establecimiento, presentaba ayer el aspecto de una gran
fiesta de sociedad. En su espacioso hall y en el comedor y en otros salones
tuvimos ocasión de saludar a las primeras autoridades provinciales y locales
con sus distinguidas esposas, a los jefes y directores de los distintos
departamentos ministeriales, representaciones de la Corporación provincial y
del Ayuntamiento, directores de establecimientos bancarios, jerarquías
sindicales, propietarios de distintos establecimientos de hostelería de Ciudad
Real y sobre todo, distinguidas damas de nuestra buena sociedad, que fueron
atendidas en todo momento por los constructores, por Eduardo y sus hermanos y
por el personal del Hotel, rigurosamente uniformado, que tuvieron la gentileza
de obsequiarlas con claveles a su llegada.
La bendición del edificio fue realizada
por el provicario de la Diócesis, monseñor D. Aurelio Gómez Rico Martín de Almagro, ministrado por el párroco de
San Pedro Apóstol, P. Arturo Hernández, y por el beneficiado de la S. I. P.
Rvdo. Don Salomón Buitrago.
Terminada la bendición, en el comedor,
instalado en la primera planta, con magnificas vistas a la Avenida, donde se
había montado un extraordinario “buffet”, prueba de la categoría que en este
aspecto tendrá el nuevo hotel, el delegado de Información y Turismo, don Carlos
Calatayud Gil, pronunció unas palabras en las que tras felicitar a los constructores
y al director Eduardo, que ha montado un establecimiento que prestigia a Ciudad
Real, se refirió a la tradición hotelera de la capital manchega que, en los
años veintitantos y en realidad hasta la guerra de liberación tenía tres buenos
hoteles que están en el recuerdo de todos. Señala las dificultades que en los
años siguientes al 1939 hubo que afrontar en el aspecto de hostelería en Ciudad
Real, felicitándose que la ayuda del Ministerio de Información y Turismo haya
permitido que la provincia contase con un albergue de carretera de la categoría
del de Manzanares y ahora este hotel que se inaugura en Ciudad Real y de cuyo éxito
no cabe dudar, destacando el acierto de su emplazamiento en el mejor lugar de
la capital y terminando con un ¡albricias! Para todos los presentes por esta
indudable mejora turística.
Seguidamente el gobernador civil , don
José Pérez Bustamante, pronunció unas breves palabras en las que igualmente felicitó
a los señores Castillo, por su decisión en afrontar una empresa que no era
posible calcular su resultado y que tan necesaria era para Ciudad Real, que
estaba falta de establecimientos idóneos para el viajero y el turista. Gracias
a esta decidida gestión de los hermanos Castillo ha sido posible la magnífica
realidad de contar con un hotel, no de
lujo, pero que tiene un acusado carácter moderno y funcional, al que augura un
franco éxito, máxime al estar al frente del mismo una persona para la que no
tiene secretos la profesión. Señaló que desde su cargo había hecho cuanto fue
posible ayudar la feliz realización del proyecto y terminó diciendo que es
preciso que en este aspecto, como en otros muchos, nos pongamos en la provincia
a nivel nacional.
Los señores Calatayud y Pérez Bustamante
fueron muy aplaudidos al término de sus intervenciones.
Después se sirvió un aperitivo en el que
se puso de manifiesto la categoría de la repostería y del servicio de bar del
nuevo establecimiento, que sin duda se acreditará rápidamente en toda la
provincia. Hasta las diez de la noche Eduardo y el personal del hotel se
desvivieron por atender a autoridades e invitados sinceramente a los
constructores y al director y personal.
Eduardo,
el conocido director de “Castillos Hotel”, ante el magnífico “buffet”, haciendo
gala de su maestría
ALGUNAS CARACTERÍSTICAS DEL NUEVO HOTEL
Aunque en días sucesivos nos ocuparemos
de distintos aspectos del nuevo hotel, hoy adelantamos algunas de sus
principales características para conocimiento de nuestros lectores.
Cuenta con cuarenta y cinco
habitaciones, dobles y sencillas, todas con baño y con un estilo cómodo y
funcional. En el mismo comedor tiene una bien servida barra, que complementa el
servicio. Un acreditado cocinero garantiza una selecta carta, junto a un menú normal
a precio reducido. Dispone de toda clase de bebidas que harán de su mesa la más
solicitada de la provincia.
El hall de entrada, como puede
advertirse por la fotografía que publicamos, es de una comodidad propia de un
establecimiento de lujo y será un
rincón de descanso para el viajero.
Eduardo tiene el proyecto, que
sinceramente aplaudimos, de montar una acogedora sala de fiestas, que
constituya punto de reunión de la buena sociedad de la provincia. Pero de estos
proyectos ya escribiremos más adelante.
En resumen, el nombre de “Eduardo” en la
dirección del “Castillos Hotel” es la mejor garantía de que Ciudad Real cuenta
desde ahora con un establecimiento que será utilizado por los de casa y los forasteros y en el que habrá que solicitar reserva de
habitaciones con antelación, ya que pronto será famoso entre los
establecimientos de hostelería de España.
Diario
“Lanza”, viernes 3 de julio de 1964, página 8
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