Hoy traigo al blog, tres imágenes de la
calle Alarcos en los años setenta del pasado siglo, que nos muestran la
transformación que estaba teniendo esta principal arteria de la ciudad. La
primera de las imágenes, está tomada en el cruce de la calle General Aguilera
con la Plaza del Pilar, en la cual podemos ver una perspectiva de la calle Alarcos, ya
en pleno proceso de transformación, donde las viejas edificaciones convivían con
los nuevos bloques de pisos.
En la segunda de las imágenes, también
podemos apreciar la convivencia de los edificios de dos plantas, con las moles
de ladrillo y hormigón que las fueron sustituyendo. En la tercera y última
imagen está tomada desde la calle Alarcos, hacia la Plaza del Pilar, donde aún
se encontraba en pie el Teatro Cervantes, y donde ya había desaparecido la casa
de Barrenengoa (Doña Marianita) y la de los Ayala, y sobre su solar se
levantaban bloques de viviendas de hasta catorce pisos. Una autentica
aberración, que los políticos de entonces no quisieron poner remedio y nos han
dejado una ciudad sin personalidad.
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