Fachada
del colegio Jesuita en 1950, que daba a la calle Ramírez de Arellano
La actual calle Ramírez de Arellano, es
una pequeña calle céntrica y peatonal, que une la calle del Tinte con la
Avenida del Rey Santo. Su antiguo nombre fue el de Callejón del Tinte, nombre
con el que se conocía esta calle, y que se iniciaba en la Plaza del Pilar y
terminaba en la calle del Tinte. Hay que tener en cuenta, que hasta los años
cincuenta del pasado siglo, no existía la Avenida del Rey Santo, por lo que la fisonomía
del actual callejero en aquella zona, nada tiene que ver con el que vivieron
durante siglos nuestros antepasados.
El Callejón del Tinte, también fue
conocido popularmente como Callejón del Gas, al encontrarse en el mismo la fábrica
de Gas, de la cual hable ayer. En tiempos de la II Republica, se le cambio el
nombre por el de “Ramírez de Arellano”, en memoria de Rafael Ramírez de
Arellano y Díaz Morales, nacido en Córdoba el 3 de noviembre de 1854, y que falleció
en Toledo el 21 de diciembre de 1921. Fue uno de los historiadores pioneros de
nuestra provincia y fundador de la Real Academia de Bellas Artes de Toledo. Sus
investigaciones abrieron paso a las siguientes generaciones de estudios del
Arte y la Historia ciudarrealeña, y contribuyeron a sensibilizar a la sociedad
sobre la riqueza patrimonial de la provincia.
En el año 2012 esta calle se dedicó a la
orden religiosa de los Salesianos, al conmemorarse el cincuenta aniversario de
la llegada de estos religiosos a nuestra ciudad, y al ocupar el colegio “Hermano
Garate” que rige esta comunidad religiosa, parte de esta calle.
La
calle Ramírez de Arellano en los años setenta del pasado siglo
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