El Monasterio de las Monjas Concepcionista
de Alcázar de San Juan vivió el día 24 de junio, festividad de San Juan
Bautista, un hecho histórico, no sólo para el Monasterio sino para la propia
ciudad de Alcázar y muy importante para nuestra Diócesis, al cerrarse el proceso diocesano de
canonización abierto el 8 de noviembre de 2010, de una gran mujer, monja
concepcionista, que fue abadesa del monasterio alcazareño desde 1970 hasta su
fallecimiento en olor de santidad en 2004.
Consagró toda su vida a reformar la
Orden de la Inmaculada Concepción, siguiendo directrices del Concilio Vaticano
II, preconizando una "vuelta a las fuentes" reavivando el concepto y
las directrices de la fundadora de la orden, Santa Beatriz de Silva.
Además de los teólogos de la iglesia que
están instruyendo el proceso, asistieron el Obispo de Ciudad Real, la concejal de
sanidad y servicios sociales, Concepción Sánchez y numerosos fieles.
El
Obispo-Prior, D. Antonio Algora Hernando, presidió el acto
"Ha sido una investigación larga y
detallada" -comentaba Bernardo Torres, vicario judicial del tribunal
eclesiástico y juez delegado en esta causa de canonización- "se ha
entrevistado a muchos testigos y se ha tenido que transcribir todas las obras
de la madre Mercedes. El proceso, realizado con mucho cariño, nos ha llevado 3
años y se ha traducido en un expediente de 8.200 folios que ahora se llevará a
Roma". El siguiente paso es abrir el proceso y elaborar la
"positio" -un resumen de toda la información en sólo 500 folios- que
estudiarán los cardenales para nombrarla "venerable de la iglesia".
Si, en ese camino, se produjera algún milagro, podría ser declarada beata y ser
canonizada si se produjera un segundo.
"La figura de la madre Mercedes es
muy entrañable" -aseguraba Torres- "Entró muy jovencita en el
convento, en la Puebla de Montalbán (Toledo). Era una mujer muy guapa y podría
haber tenido todos los novios que ella quisiese, pero escogió el camino de la
vocación. Su familia era muy religiosa y la enseñaron bien, tenía también una
hermana en el convento. Se trata de una figura de una hondura espiritual muy
fuerte, que destaca por sus deseos de reforma de las concepcionistas,
retornando a los orígenes. También es reseñable su amor por la Inmaculada y su
relación profunda con Cristo; su trabajo en silencio, la abnegación y la virtud
de encajar los golpes más difíciles de la vida, como la enfermedad. Era una
mujer que, sin tener grandes estudios, tenía un conocimiento muy profundo de
las sagradas escrituras; algo, que sin duda, es fruto de la inspiración de
Dios".
Aspecto
que ofrecía la iglesia de las concepcionistas de Alcázar de San Juan durante el
acto de la clausura del proceso
El encargado de defender la causa en
Roma, Valentín Arteaga, destacó la figura de "esta gran mujer consagrada
al señor, con la que la iglesia se va a enriquecer enormemente, porque se trata
de una causa muy rica en contenido doctrinal". Arteaga aseguró que, en la
ciudad eterna, los procesos van mucho más lentos; ya que hay más de 3.000
causas pendientes de aprobación y, sólo en castellano, más de 300. "Lo
importante es que haya un milagro, entonces todo irá muy rápidamente".
De momento, según contaron, hay una
larga lista de favores y gracias concedidos por mediación de la madre Mercedes.
La concejal de sanidad y servicios
sociales del ayuntamiento de Alcázar, Concepción Sánchez, que estuvo presente
en este acto de clausura del proceso diocesano; dijo al respecto: "es
importante que ahora se le pida a la madre Mercedes, cualquier persona que
atraviese por una situación difícil, para que le conceda el milagro".
También aseguró que se trataba de un día importante para la ciudad de Alcázar y
que "¡ojalá que no sea el único de este tipo que vivamos! En este o en
cualquier otro convento de los que tenemos en la localidad".
El cierre del proceso diocesano de la
causa de canonización de la Sierva de Dios Madre Mercedes de Jesús Egido abre
camino al siguiente paso, la obtención de la condición de Venerable, paso
previo a la beatificación y posterior canonización, si procede.
Se tratará de la primera vez en la que
una religiosa de un monasterio alcazareño alcanza esta condición exceptuando
las causas abiertas por los tristes sucesos de la guerra civil. Además se da la
circunstancia que lo será por una importante reforma dentro de la Orden, que
nació en nuestro querido "Corazón de la Mancha".
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