Portada
del almanaque de la Cadena Ser para este nuevo año 2014
El almanaque de la Cadena Ser para este
año 2014, recoge 14 imágenes postales de la Ciudad Real desaparecida, que han
sido facilitadas por el Centro de Estudios de Castilla-La Mancha. Imágenes que
nos ayudaran a recordar cómo ha evolucionado Ciudad Real y sus edificios y que
nos hablan de un pasado no muy lejano. Quien esté interesado en conseguir este
almanaque, lo puede recoger en la nueva sede de la Cadena Ser en Ciudad Real,
Avenida del Rey Santo, 3-4º Piso.
Con motivo de la edición de este
almanaque, el arquitecto Diego Peris Sánchez publicó en el Diario Lanza el
pasado 29 de Diciembre, un interesante artículo que bajo el titulo “Tiempo
Pasado” reproduzco a continuación:
“El tiempo va trascurriendo en nuestras vidas y con los acontecimientos
externos y propios va dejando su huella en cada uno de nosotros. Sobre el
tiempo han reflexionado los filósofos y pensadores. El lenguaje distingue entre
el tiempo como puro paso de los momentos y el paso de los hechos relevantes
para cada uno de nosotros. Y así los griegos distinguían entre el cronos y el
kairos, el tiempo del puro devenir y el tiempo de la gracia, el tiempo de los
momentos significativos de cada persona. En esa narración colectiva también
distinguen los filósofos y teólogos entre la pura historia, narración de hechos
y la historia como narración de hechos y acontecimientos relevantes o
significativos para cada persona o comunidad. Y en este devenir de los tiempos,
los paisajes y los edificios tienen un papel relevante. Tienen además de su
función práctica, de utilización, la misión de recordarnos, de servirnos de
referencia del tiempo pasado. Los edificios, las ciudades, nos recuerdan el
tiempo pasado, se asocian a nuestras experiencias personales y colectivas y
permanecen como testigos de esos acontecimientos.
Tiempo
desaparecido
Por eso los calendarios
que nos ayudan a recorrer el tiempo de cada año recurren a las imágenes de
nuestro pasado para recordar y hacer referencia a esos tiempos anteriores. El
almanaque de la Cadena Ser para este año 2014 recoge 14 imágenes de postales de
Ciudad Real facilitadas por el Centro de Estudios de Castilla-La Mancha.
Imágenes que nos ayudan a recordar y que nos dan también una idea de cómo hemos
evolucionado en la ciudad y en sus edificios.
Las ciudades se van
construyendo con el tiempo levantando sobre lo construido en épocas anteriores.
La evolución normal va destruyendo elementos de épocas pasadas y construyendo
sobre ellos las nuevas edificaciones. Por el deterioro del tiempo, por la falta
de aprecio de lo realizado anteriormente, por el orgullo de creer que nuestro
tiempo es el mejor se van modificando trazados, destruyendo edificios
construidos en otras épocas y así, poco a poco, la ciudad se va renovando y
rehaciendo sobre lo anterior. Es un proceso normal que se ha realizado
históricamente en todas las culturas y que supone la evolución de las nuevas
necesidades, la implantación de nuevos conocimientos o la llegada de nuevas
sensibilidades culturales. Hay un proceso de desarrollo cultural y social que
va demandando esta destrucción de lo anterior. Cada cultura ha levantado sus
edificios y diseñado de nuevo la ciudad de acuerdo con sus referentes culturales,
sus conocimientos técnicos y las necesidades de las nuevas funciones y los
aumentos de población.
Deberán pasar siglos
para que llegue a la conciencia social el aprecio por lo construido en épocas
anteriores. Un aprecio que debe también irse perfilando culturalmente en la
estima de los elementos singulares, de aquellos que poseen valores realmente
importantes para conservar y mantener. Tampoco podemos caer en la nostalgia de
que todo tiempo pasado fue mejor y de que todo lo que tiene una cierta antigüedad
debe mantenerse sin más. Hay un necesario proceso de renovación que demanda la
nueva cultura como se ha desarrollado en siglos anteriores, Si no fuera así nos
hubiéramos quedado en la prehistoria de manera permanente. Una de las imágenes
seleccionada en el calendario del 2014 es la del Observatorio Meteorológico
existente en la Granja Agrícola que con las nuevas técnicas se renueva y cambia
de lugar, al igual que ocurre con sus instalaciones agropecuarias cuyo espacio
resulta hoy totalmente irreconocible.
Imagen
correspondiente al mes de octubre
Cambios
urbanos
En ocasiones, estos
cambios de las construcciones están relacionados íntimamente con los cambios de
la propia ciudad. Las imágenes del Seminario desaparecido para trasladarse a
una nueva ubicación con otras dimensiones y dotaciones dejan lugar a nuevas
construcciones residenciales de este viario que llegaba a la puerta de Alarcos
delante de la cual se situaba el Colegio Ferroviario. Imágenes de la sociedad
de otro tiempo con el Hospicio a cuyas ventanas se asoman los numerosos
ocupantes del mismo.
Y junto a ello los
cambios de la destrucción. Las dos imágenes de la plaza del Pilar son los de
una modernidad mal entendida y que arrasa el pasado. La esquina del Banco
Central se asomaba a la Plaza de Cervantes (hoy Plaza del Pilar) y a la calle
Nueva en su otro lateral conformando así un espacio singular de la ciudad con
su torreón de remate superior. Al fondo la casa que en el plano de Sofi se
identifica como del Inspector de Sanidad Sr. Fernández. Dos edificios que
desaparecen en aras de la construcción dentro de rondas que permite para
potenciar esta actividad alturas innecesarias e inconvenientes para la ciudad.
Y así surge la torre del Pilar en sustitución de esas casa de dos plantas o la
que sustituye al Banco Central con ocho alturas.
En la otra esquina
delante de la cual se ubicaba la Fuente del Pilar, un conjunto de casas bajas
que iniciaban la calle Alarcos en cuyo final se vuelve a ver el Seminario.
Nuevas construcciones han sustituido totalmente los edificios existentes en
este tramo en uno de cuyos márgenes estaba el antiguo Ateneo, Teatro Cervantes.
Trasformaciones de renovación que se mezclan con las demoliciones de los
referentes singulares que podían existir en esta zona. Porque la plaza del
Pilar ve desaparecer esta casa del Banco Central, y en su otro extremo la Casa
de Mesía, la iglesia de los Jesuitas, el Banco Español de Crédito que ocupaba
la esquina de las calles Montesa y Alfonso X el Sabio para trasladarse al lugar
que ocupaba el Café de la Unión. Grandes espacios vacios en este interior de la
ciudad como el que ocupaba la antigua Fábrica de Gas o los huertos de Ayala y
del marqués de Treviño o el molino de este mismo propietario en la esquina de
Juan II.
Referentes
que permanecen
Junto a estos cambios
que modifican totalmente la ciudad, hay lugares en los que la presencia de los
monumentos (monumento significa recuerdo) nos ofrecen referencias del lugar en
el que nos encontramos. La imagen de la calle Azucena con sus dos plantas a
ambos lados deja paso a un viario estrecho con cuatro alturas que parece ahora
más estrecho que en la imagen antigua. Y al fondo, la imagen de la torre de la
catedral continuamente rodeada de sus andamios en ese proceso de restauración y
consolidación que no termina nunca. Una torre que sobresale del conjunto de
edificaciones del entorno y que aparece como referencia en la ciudad en su
visión alejada y en el recorrido por los viarios del entorno próximo.
Imágenes que nos hablan
de un pasado en el que no hemos sido capaces de valorar los elementos
singulares que podrían y deberían haber permanecido como testigos de nuestra
historia. Un conjunto de imágenes que nos hablan también de la renovación
constructiva y urbana que toda sociedad quiere y puede emprender. Una reflexión
sobre nuestra historia y sus referentes construidos que es buena en este final
de año 2013, año de retrocesos económicos y sociales”.
Contraportada
del almanaque
¿Sabes si este año 2015 han hecho calendarios de este tipo? Me encantó el del año pasado
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