Fotografía
realizada por J. Poujade el 9 de diciembre de 1866, día que visito Isabel II y
su familia la actual catedral y camarín de la Virgen del Prado. Archivo López
de la Franca
La Ilustre Hermandad de Nuestra Señora
la Santísima Virgen del Prado, es una de las pocas hermandades de nuestra
ciudad, que conserva los libros de actas desde su fundación hasta nuestros
días. Una gran fuente de datos en torno a nuestra querida Patrona, en el que también
figuran algunos hechos relevantes que ocurrieron a lo largo de los siglos en la
Parroquia de Santa María del Prado, hoy S. I. P. B. Catedral.
El libro de actas número I, que se
inicia en 1600 y finaliza en 1868, figuran los detalles de la visita de Isabel
II y la familia real a la Catedral y camarín de la Virgen del Prado, el 9 de
diciembre de 1866, y que redactó para dejar constancia el Secretario de la
Hermandad, D. Perfecto Acosta, y que dice lo siguiente:
“Detalles
de la entrada de S. M. la Reyna Dª
Isabel 2ª y Real Familia en esta Capital
el día nueve de Diciembre de mil ochocientos sesenta y seis que tienen relación
con la Hermandad de Nuestra Señora del Prado.
Amaneció
el día 9 de diciembre de 1866, los habitantes de Ciudad Real y millares de
forasteros recorrían sus calles llenos de alborozo por que dentro de algunas
horas habían de recibir en su recinto a la nieta de cien Reyes, de Nuestra excelsa
Reyna Dª Isabel 2ª, de su augusto esposo y a sus escelsos hijos el Serenísimo Sr.
D. Alfonso Principe de Asturias y a su A. R. la Infanta Dª. Isabel, esforzándose
cada cual en hacer preparativos, de manera que el recibimiento fuera digno de
las personas a quienes se dirigían tales homenajes. También los cofrades de la
Hermandad de Nuestra Señora del Prado, a juzgar por sus semblantes demostraban
participar de igual satisfacción, no solamente porque la Reyna de las Españas y
la Real familia vinieran a visitar a la antigua ciudad de los Alfonsos y Fernandos,
sino también porque la Real familia había hecho comprender de antemano el deseo
de visitar en su Santo Templo, a la que es amparo y refugio de pecadores, a la
Patrona de Ciudad Real y de las dos Castillas, y para decirlo de una vez a
Nuestra Inmaculada Reyna de los Angeles
María Santísima del Prado.
Serían
las dos de la tarde del día indicado, cuando los hermanos de esta Cofradía como
sí obedecieran a un solo impulso, marchaban presurosos a la casa del Priostre
para incorporarse a los demás, e ir después a la Iglesia de Nuestra Excelsa
Patrona a tomar parte y a presenciar uno de los sucesos mas memorables que
puedan referirse las crónicas de este pueblo desde su fundación hasta el día.
Isabel
II fue nombrada Hermana Mayor Perpetua de la Cofradía de la Virgen del Prado,
en el camarín de la Virgen el 9 de diciembre de 1866
Ya
llega la hora de emprender la marcha al templo, los hermanos con la cabeza
descubierta y cirios en las manos caminan en dos filas, llevando su estandarte
en primer término, en el centro conduce uno en una bandeja de plata las
patentes que habían de presentarse a S.S.M.M. y A.A. R. nombrándolos hermanos
de la Cofradía, y para su S. M. la Reyna la de Hermana Mayor perpetua de la
misma, cerrando la comitiva el Prioste con su cetro. La muchedumbre que llenaba
las calles del tránsito, imitando a los hermanos se apresuraban a descubrir sus
cabezas saludando con religiosa emoción la efigie de Nuestra excelsa Patrona
apenas divisaban el estandarte.
La
comitiva en la forma dicha llega al templo y se coloca cerca del altar mayor al
lado del evangelio que se le tenía designado de antemano y allí permanece hasta
que el ruido de la muchedumbre, el clamoreo de las campanas, el estruendo de
los fuegos voladores y la marcha Real que tocaban las bandas de música situadas
fuera de la Iglesia y que secundaba la que había preparada en el coro
anunciaron que la regia comitiva había llegado, y así era en efecto. El Clero
Parroquial de la Capital en unión del de toda la provincia que había venido a
saludar a su Reyes, los acompañaban con la Cruz Parroquial a la cabeza,
llevando bajo del palio a S.M. la Reyna hasta llegar a las gradas del
presbiterio, subiendo esta con toda la Real familia a colocarse bajo el dosel que
al efecto se había levantado al lado del evangelio, acto seguido el coro entono
un solemne Tedeum a toda orquesta en acción de gracias al Todopoderoso por
haberse designado conceder al pueblo de Ciudad Real la honra de que sus M. M. y
A, A. R.R. vinieran a visitar a nuestra excelsa Patrona, concluido este, dio el
preste a besar a la Real familia al SSmo. Sacramento, concluyendo el acto con
las bendiciones episcopales el Excmo. Sr. Arzobispo Trajanópolis confesor de S.
M. a la muchedumbre que llenaba el templo. S.M. y Real familia fueron invitada
a subir al camarín de la Virgen y accediendo gustosa a ello, lo anunció así el
sor. Cura párroco a la Hermandad y esta seguidamente se colocó en la escalera
que conduce al camarín con hachas encendidas. S. M. y real familia acompañadas
del reverendo y Excmo. Sr. Arzobispo ya citado, de todo el clero y su corte
penetró en el camarín y después de adorar por largo rato a nuestra amantísima
patrona con gran devoción se preparaban para marchar, cuando el citado Sor.
Cura parroco presentó a S.M. la Reyna un ejemplar lujosamente encuadernado de
la historia de la Virgen publicada en el año 1648 y el Sor. Gobernador Civil de
la Provincia, D. Agustín Salido, lo hizo a la vez a S. A. R. el Príncipe de
Asturias de un compendio de dicha historia en verso escrito por el citado Sor.
Salido, cuyas ofrendas fueron acogidas por S.S. M.M. y con marcadas muestras de
satisfacción = Don Santiago Julio Maldonado, Caballero de la Orden de Santiago
y hermano de nuestra Cofradía hincando una rodilla en tierra presentó a S.M. la
Reyna en una bandeja de plata la patente de Hermana Mayor Perpetua, y las de
Hermanos para S.M. el Rey, Príncipe e Infanta, quien dirigiéndose a S.M. las
siguientes palabras:
Junto
a Isabel II y su familia viajaba el Arzobispo titular de Trajanópolis, San
Antonio María Claret, fundador de los Misioneros del Corazón de María
(Claretianos), que también oró ante la Virgen del Prado en su camarín. La fotografía
es de la época
Señora:
La Hermandad de Nuestra Señora del Prado, Patrona de esta ciudad me ha honrado
eligiéndome para presentar a V.M. las patentes que acreditan a V. M. como
hermana mayor perpetua; a S.M. el Rey y S.S. A.A. R.R. los S.S. S.S. Príncipe
de Asturias e Infanta Dª Isabel de Hermanos. No es la vez primera que los Reyes
de España han honrado esta Hermandad, presidiéndola, pues según tradición,
vuestro ilustre Abuelo el Sor. Felipe 2º de gloriosa memoria acepto este mismo
cargo que tuvo la Cofradía el honor de ofrecerle a su paso por esta ciudad
cuando visito el antiguo convento de Calatrava. Dígnese por tanto S. M. aceptar
este pequeño Don, hijo de la lealtad de nuestros corazones, y cuya admisión
señora, será para mayor honra y gloria de Dios, de nuestra inmaculada patrona y
su cofradía de vuestro leal y amante Pueblo de Ciudad Real, y seguramente el
más humilde de sus hijos que tiene el alto honor de ofrecerlo a lo R.R. P.P. de
V. M.
S.M.
se dignó aceptar con vivas muestras de alegría dicho nombramiento, y lo mismo
S.M. el Rey y S.S. A.A. R.R. encargando al sor. Maldonado que las patentes se
las llevara a Palacio. Acto seguido D. Lorenzo Veras, Prioste de la Hermandad
presentó a S. M. el cetro en señal de posesión puesto que desde aquel momento
dejaba de serlo = Al bajar las escaleras del camarín se hizo notar a S.S. M.M.
y A.A. R.R. un cuadro que representa la aparición de la Virgen que examinaron
con mucha detención, los hermanos que se hallaban colocados en la escalera
acompañaron a la regia comitiva hasta que salió a la Iglesia. S.S. Mdes y A.A.
R.R. salieron del templo en la misma forma que habían penetrado en él,
aclamados por la muchedumbre hasta llegar al Instituto Provincial que se les
tenía preparado = La hermandad siguiendo la costumbre establecida en sus
constituciones, marchó en corporación a la casa del suplente Hermano Mayor para
acompañar su estandarte y llegado a dicho sitio, se constituyo en sesión
extraordinaria, acordándose en 1er. lugar que se levante acta de todo lo
acaecido en este día y que conste en ella los nombres de los hermanos que han
concurrido a este acto, y 2º que se nombre una comisión del seno de la
hermandad y asista al Besamanos que había de tener lugar, habiendo sido
elegidos para esta comisión D. Lorenzo Vera, Vicehermano Mayor, D. Miguel del
Forcallo, D. José Ruedas, D. José Rodero, D. Santiago Julio Maldonado, D.
Antonio Vázquez, y de mi el secretario que certificó en Ciudad Real a nueve de
Diciembre de mil ochocientos sesenta y seis”.
Hoja
del libro de actas de la Cofradía, donde se relata todo lo acontecido durante
la visita de Isabel II
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