Plato
de 2.5 cm de alto, 24 cm de diámetro y 14 cm de base a torno de plasta blanca.
Recipiente para la presentación de viandas, borde abierto, labio redondeado,
fondo plano, ala cóncava de tramos gallonados y solero rehundido. Superficies
esmaltadas en blanco con motivos decorativos en el anverso en marrón oscuro.
Presenta decoración floral, geométrica y exótica. Porcelana de la Cartuja de
Sevilla. Siglo XIX.
Destaca la cerámica esmaltada en blanco
de pastas anaranjadas y amarillentas. Algunas piezas presentan decoración en
azul cobalto con motivos vegetales o simples líneas en el borde, pero también
los hay esmaltados en tonos azules, en verde claro y azul, marrón anaranjado,
amarillo y verde, con dibujos vegetales y cenefas, producciones típicas de los
alfares de Talavera, entre las que abundan cuencos o escudillas, fuentes,
jarras, platos y tazas.
Tacitas
de café de 4.5 cm de altura, 5 cm de diámetro de boca y de base. Recipientes de
cuerpo troncocónico, borde recto con arranque de asa y fondo plano rehundido.
Presentan superficies esmaltadas en blanco sin decoración alguna. La Cartuja de
Sevilla. Siglo XIX.
Plato
de 2.5 cm de altura, 24.5 cm de diámetro de boca y 15 cm de base a torno de
plasta blanca. Recipiente destinado al servicio y presentación de viandas, de
borde abierto y labio redondeado, fondo plano, ala cóncava de tramos gallonados
y solero rehundido. Presenta superficies esmaltadas en blanco con motivos
decorativos en el anverso en marrón oscuro. En el ala hay motivos florales
alternando con geométricos y una escena exótica con arquitectura y paisajes
orientales en el fondo. Porcelana de la Cartuja de Sevilla. Siglo XIX.
También se han encontrado piezas de
vajillas procedentes de talleres de La Cartuja de Sevilla, pertenecientes a
platos y tazas, decoradas en tono marrón, negro o rojo, con guirnaldas, rosas y
margaritas, que enmarcan escenas campestres idílicas con arquitecturas
orientales al fondo y animales. Resultan muy refinadas y exóticas, imitando a
las porcelanas inglesas. Estas piezas comienzan a realizarse a mediados del
siglo XIX.
Fragmentos
de tacitas de café de 5 cm de alto y 5.4 cm de diámetro de boca y de fondo.
Recipientes de cuerpo troncocónico, borde recto con arranque de asa y fondo
cóncavo al interior y plano rehundido al exterior. Presentan superficies
esmaltadas en blanco con decoración en negro, donde aparece una escena idílica
con fuente escultórica, arquitecturas palaciegas y un lago con barcas y cisnes,
en el interior el borde tiene restos de guirnalda. La Cartuja de Sevilla. Siglo
XIX.
Fragmento
de cazuela de 4.5 cm de altura y 16 cm de diámetro, de boca a torno de pasta
rojiza, cocción oxidante, vidriado melado al interior y en el borde. Recipiente
de borde exvasado ligeramente vuelto y labio de sección triangular. Destinado a
la reparación de alimentos. Presenta restos de la acción del fuego en la cara
externa de la pieza. Siglos XVII-XVIII.
La cerámica vidriada de mesa más
corriente está realizada a torno con pastas rojizas y pardas, que tienen
desgrasantes minerales, calcita, cuarcita y mica, de grano grueso y medio. La
cocción se realiza en atmósfera oxidante y las superficies están vidriadas al
interior y con chorreones al exterior, en tonos verdes, melados y marrones. Las
formas más representadas son fuentes, cuencos y escudillas con marcas de
atifles, redomas y jarras.
Fuente: “Un Convento,
Un Instituto, Un Museo”. Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha 2005.
Jarrita
de 9.5 cm de alto, 8 cm de boca y 5 cm de base. Recipiente para líquidos, de
pasta rojiza y superficies esmaltadas en melado, borde exvasado con cuello
marcado y labio engrosado, tiene un asa en cinta y fondo plano.
Escudilla
de 5cm de alto, 13 cm de diámetro de boca y 6 cm de base. Recipiente de cuerpo
semiglobular de borde ligeramente entrante, labio redondeado y fondo plano.
Está esmaltado al interior y con correones al exterior en verde melado.
Presenta marcas de atifle al interior y al exterior. Siglo XVII.
Fragmento
de escudilla de 4 cm de alto y 22 cm de diámetro de boca. Recipiente para
preparar y servir alimentos, de cuerpo semiesférico, borde ligeramente entrante
con labio de sección redondeada. Está vidriada al interior en verde con
correones al exterior. Siglos XVII-XVIII.
Fragmento
de cazuela de 5 cm de alto y 20 cm de diámetro de boca. Recipiente de cuerpo
semiglobular de borde ligeramente entrante y labio redondeado. Está esmaltado
al interior y con correones al exterior en marrón melado. Presenta marcas de
atifle al exterior. Siglo XVII.
Fragmento
de escudilla de 4 cm de alto y 28 cm de diámetro de boca. Recipiente para
preparar y presentar viandas, de cuerpo semiglobular, borde ligeramente
entrante con labio de sección triangular. Está vidriada al interior en
marrón rojizo con chorreones al
exterior. Siglos XVII-XVIII.
Fragmento
de escudilla de 4 cm de alto y 19 cm de diámetro de boca. Recipiente destinado
a la presentación de alimentos, cuerpo de tendencia a la semiesfera, borde
ligeramente entrante y labio de sección redondeada. Presenta borde e interior
vidriados en marrón melado. Siglos XVII-XVIII.
Escudilla
de 5.5 cm de alto, 13 cm de diámetro de boca y 4 cm de fondo. Recipiente
destinado al consumo de viandas, carenado, borde sencillo y vertical, fondo
cóncavo al interior y plano al exterior. Está esmaltada al interior en melado y
presenta una mancha de vidriado verde. Siglos XVII-XVIII.
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