Detalle
de los restos óseos humanos localizados en los enterramientos de las galerías
del claustro
Restos
Óseos.
En todos los sondeos se han documentado restos óseos perteneciente a animales
que, posiblemente, formaban parte de la diete alimenticia de los moradores del
edificio. En ningún caso tenían conexión anatómica, ya que se trata de
fragmentos de despiece. Los más abundantes pertenecen a ovicápridos,
posiblemente corderos, cerdos y también hay numerosos restos de conejo y ave.
También se encontraron huesos
pertenecientes a otras especies domésticas, gatos y perros, como así lo
atestiguan restos de sus cráneos.
No hay que olvidar el hallazgo de huesos
en las galerías del claustro, tema ya tratado en el apartado correspondiente a
esa zona del edificio.
Entre
las piezas metálicas halladas hay clavos, remaches, restos de una llave y un
picaporte. Todos ellos realizados en hierro y muy deteriorados
Otras
huellas: Vidrio y metal
El metal documentado es escaso, siendo
todo de hierro. Los elementos recuperados están en muy mal estado de
conservación y en proceso de corrosión muy avanzado. Se trata principalmente de
clavos y remaches de diferentes tipos.
Junto a este tipo de piezas encontramos
otras como los restos de una llave y un picaporte de ventana o puerta de doble
hoja. Otras fragmentos localizados están tan degradados, que no podemos
determinar a qué pieza pertenecen.
Otro elemento metálico documentado en
hierro son las hebillas de cinturón localizadas en los enterramientos de la
esquina noreste de la galería del claustro. Se trata de tres piezas del mismo
tamaño y forma circular, pertenecientes al hábito de los frailes. No han sido
recogidas, tan sólo se han fotografiado, dejándolas en el mismo lugar en el que
aparecieron, ya que estaban en muy mal estado de conservación y formaban parte
de los enterramientos.
No han aparecido otros tipos de metales,
ni siquiera, cobre, bronce, plomo o latón, así como tampoco se han encontrado
piezas tan comunes como cuchillos, cucharas, tenazas, ganchos o tijeras.
Detalle
de las hebillas metálicas pertenecientes a los hábitos de los frailes
enterrados en el claustro
Por último, apenas ha sido posible
recuperar unos fragmentos de cristal, de alguna botella o vaso, en los sondeos
realizados en distintas zonas del inmueble, excepto en la entrada a la cueva
localizada en la zona de la escalera de emergencia. En este lugar han sido
hallados muchos restos de cenizas mezcladas con cerámicas, huesos de comida,
escombros y numerosos recipientes de cristal. Estos vidrios se utilizaron para
guardar diversos tipos de medicamentos, tanto pastillas como jarabes, agua
oxigenada, potasio; y también para colonia, tinta o licores.
Los tamaños son variados, así como las
formas, documentándose distintos tipo de botellitas, frascos y pomillos.
También hay recipientes de diferentes colores como varios tonos de verde, azul,
ámbar y transparente.
Fuente: “Un Convento,
Un Instituto, Un Museo”. Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha 2005.
Los
recipientes de vidrio localizados en la entrada a la cueva han sido numerosos y
variados en formas, tamaños y colores
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