LOS FUNERALES EN SUFRAGIO DE CALVO
SOTELO – LEVANTAMIENTO EN AFRICA – LAS JUVENTUDES SOCIALISTAS UNIFICADAS
COMIENZAN LOS CACHEOS – ANSIEDAD EN LOS ELEMENTOS FALANGISTAS – LOS MILITARES Y
LA GUARDIA CIVIL, INDECISOS – TIROTEO EN LA “CASA DE LOS CORCHEROS” – EL FRENTE
POPULAR SE ENCAUTA DE “EL PUEBLO MANCHEGO” – PRIMEROS REGISTROS EN LOS
CONVENTOS Y CIERRE DE IGLESIAS – LA CASA DEL PUEBLO, AL SEMINARIO – COMIENZA LA
EPOCA DE TERROR – LOS MILICIANOS EN LA PALACIO EPISCOPAL
Ciudad
Real queda desamparada de fuerzas militares e inicia un calvario que había de
durar 32 meses
Se cumple hoy diez años justos del
Alzamiento Nacional. El 18 de julio de 1936 aparece, sin embargo, por la
transcendencia de los hechos acaecidos, mucho más lejos de lo que en realidad
está. Y para los que hubimos de aguantar en zona roja los 32 meses largos que
duró la contienda, el recuerdo en estas fechas históricas se agiganta más,
porque nos trae a la memoria el correr precipitado de los hechos de los que fuimos
testigos en plena juventud. El objeto de estas líneas no es otro que el
refrescar un poco a los ciudarrealeños lo que sucedió los ochos primeros días
del Movimiento en nuestra capital. El simple relato, si acertamos a darle
fuerza descriptiva, tendrá más valor que cuanto pudiéramos argumentar en tono
de comentario y por ello, día a día, vamos a exhumar recuerdos, que están en la
mente como si hubiera sucedido ayer.
El
13 de julio de 1936, el gobierno del Frente Popular asesina al Diputado monárquico
por Renovación Española, D. José Calvo Sotelo, líder de derechas que más
duramente criticó a la República
LA
PRIMERA NOTICIA
El asesinato del jefe del Bloque
Nacional, don José Calvo Sotelo, ha conmovido a la opinión antimarxista. Ciudad
Real, que había tenido la suerte de escuchar su brillante palabra en un
memorable acto público que llenó los dos teatros, ha sentido en lo más hondo
este crimen ordenado por el propio gobierno, y organiza unos funerales, que se
celebran a las nueve de la mañana del día 18 de julio, en la Iglesia Parroquial
de la Merced. Tradicionalistas y Renovación Española son los que tuvieron la
iniciativa, a la que se suman inmediatamente los afiliados a Falange Española y
a Acción Agraria Manchega y aun otros elementos, que sin figurar inscritos en
ningún partido, tienen suficientemente probada su oposición al Frente Popular.
A la salida se comenta entre los
numerosos grupos la noticia que algunos hacen publica de haber estallado un
movimiento militar en África, noticia que es confirmada inmediatamente por
Radio Madrid, con una nota oficial del Gobierno Republicano.
El día va transcurriendo con la natural
ansiedad en los elementos falangistas y de derechas, que procuran tener
contactos entre sí, aunque falta una dirección que encauce los deseos de hacer
algo. Por la tarde, en la Redacción de “El Pueblo Manchego”, recibimos por
teletipo algunas noticias no para ser publicadas, que nos informan de la
extensión que va teniendo el Movimiento. Pero el periódico ha de salir a la
calle, después de pasar por una rigurosa censura, con la simple nota oficial
del gobierno, que asegura haber dominado casi por completo la sublevación.
Por la tarde y por la noche siguen las
gestiones y las instancias para que la Guardia Civil reparta armas a elementos
falangistas y de otros partidos, pero nada se consigue. Mientras tanto, en la
Casa del Pueblo la actividad es extraordinaria y ya casi de noche nos enteramos
que están repartiendo armas, principalmente a los afiliados a las Juventudes
Socialistas Unificadas. Se cierra la noche con las mayores inquietudes y todos
desean que llegue pronto la solución a esta incertidumbre.
Casa
de los Corcheros en la calle Calatrava, lugar donde se desarrollaron los
sucesos de la mañana del domingo 19 de julio, entre milicianos del Frente
Popular y Falangistas
TIROTEO
EN “LA CASA DE LOS CORCHEROS”
El 19, domingo, los fieles acuden a los
templos para cumplir con sus deberes religiosos, pero el ambiente se ha enrarecido
más, porque ya patrullan por las calles jóvenes marxistas y libertarios armados
con pistolas y escopetas, que aprovechan para atemorizar a algunos transeúntes,
en sus continuos cacheos a aquellos que consideran “fascistas”. A pesar de ello
la gente sigue saliendo a la calle, aparentando una normalidad que no deseaba
ser turbada. Poco había de durar esta calma aparente.
En el número 11 de la calle Calatrava,
precisamente donde ahora se levanta un grupo de viviendas protegidas de la
Diputación, estaba situada la llamada “Casa de los Corcheros”, donde tenía su
residencia habitual la familia Mayor, uno de cuyos hermanos, Amadeo, ostentaba
el cargo de Jefe de Falange Española. Aunque Amadeo llevaba ya algún tiempo en
la cárcel, en su casa continuaban celebrándose las reuniones de los
falangistas, bajo la dirección siempre de Miguel Aguinaco, que había sido
enviado por José Antonio para organizar las milicias de Falange. Los jóvenes de
las J. S. U. no ignoraban esto, y un grupo de ellos quiso a eso de las doce
proceder a un registro en casa de los Mayor. Con Aguinaco se encontraban
entonces unos cuantos falangistas: Manolo Prado, Ruyra, Valencia, Cambronero y
algún otro. Naturalmente que la orden de Aguinaco fue la de oponerse al
registro, Y empezó el tiroteo.
Se produjo confusión, pues la gente no sabía
lo que sucedía exactamente, llegando a decir que estaban disparando desde “El Pueblo Manchego”. De la Casa del
Pueblo y de varios lugares más de la ciudad acudieron rápidamente grupos de
escopeteros, que fueron recibidos a tiros por los muchachos falangistas,
dispuestos a impedir que asaltaran la casa. Y no hubiera sido fácil la empresa
si algunos números de la Guardia Civil no llegan a acudir al lugar del suceso,
donde intervinieron, hasta que alcanzado el bravo Aguinaco de un cerrero
disparo cundió el desaliento en los demás y la resistencia se dio por terminada.
Lo que sucedió después se explica en cuatro palabras: las turbas querían acabar
allí mismo con los “fascistas” y milagrosamente la salvaron, aunque después, en
los primeros días de asesinatos, pagaron cara su valerosa conducta.
Francisco
Aguinaco, Falangista asesinado el 19 de julio de 1936 en Ciudad Real en la Casa
de los Corcheros, por milicianos del Frente Popular
EL
PUEBLO MANCHEGO, INCAUTADO
Renace la aparente calma en el resto del
domingo, si bien las personas de derechas se recluyen en sus casas, porque la
ayuda que han pedido a quién podía dársela no llega ni llegará ya. Se empieza a
tener noticias de los sucesos ocurridos en la noche del 18 al 19 en Puertollano
y de los desmanes que se han iniciado en algunos pueblos.
Amanece el día 19 con variación escasa
sobre el anterior. El gobernador civil se ve presionado por los representantes
de los distintos partidos que integran el Frente Popular. Y una de las primeras
medidas que se toman, ya a media tarde, es la de incautarse del periódico “El
Pueblo Manchego”, por el que sentían especialísima predilección los elementos republicanos
y marxistas, pues no en vano había mantenido con toda gallardía sin límites una
rotunda oposición a cuanto significaba el gobierno republicano socialista y su
modo de actuar. Apartados el director y el redactor-jefe para evitar incidentes
desagradables, se encarga de la espinosa cuestión el redactor señor Morales,
que recibe la visita de un Inspector de Policía y del delegado del Frente
Popular para dirigir el periódico, Francisco Colás, acompañado de otros dos o
tres elementos. Levantada el acta correspondiente, los talleres quedaron en su
poder y varios de los obreros fueron expulsados también a los pocos días. No es
preciso decir que el 19 no salió el periódico a la calle y que cuando lo hizo
al día siguiente, con colaboraciones entusiastas de algunos, fue para lanzar a
los cuatro vientos unas pretendidas victorias alcanzadas por las fuerzas
republicanas, que luego se vio no llegaron a lograr nunca.
Diario
Lanza, Ciudad Real jueves 18 de julio de 1946
Las
juventudes del Partido Socialista Unificado, comenzaron a sembrar el terror en
Ciudad Real, la mañana del 19 de julio de 1936
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