El Carnaval comenzó a resurgir tras la
dictadura en Ciudad Real en los años 80 del pasado siglo XX, organizándose por
primera en nuestra ciudad un desfile de Carnaval el “Domingo de Piñata” en el año 1983. Un año después en 1984, la
naciente Federación de Peñas y el Ayuntamiento capitalino organizaron de forma
oficial los actos del Carnaval, llenando de actividades todos los días.
Como no podía faltar en el programa
carnavalero, el Miércoles de Ceniza se organizó por primera vez el “Entierro de
la Sardina” en Ciudad Real. Este se celebró el 7 de marzo y para ello se
publicó una esquela llamando a los ciudadrealeños a participar en este acto. Esta esquela decía lo siguiente: “DOÑA
SARDINA ARENQUE DE SANTURCE (Viuda de Besugo) Falleció en Ciudad Real el día 6
de marzo de 1984. Sus desconsolados hijos, Los Cabezones, La Buena Mesa,
Gambrinus, El Trini, Góndola, Garden, Mazantini, Sambayana, Bisabuelo,
Dinosaurios, Ginés de Pasamonte, Los Hortalizos, La Cuartilla, Los Hidalgos y
la Blusa, RUEGAN UN LLORO POR ELLA. El sepelio se celebrará en la Plaza Mayor,
el día 7, a las 20 horas y, a continuación, el féretro será trasladado por las
calles Plaza de Cervantes, Alarcos, Pasaje Gutiérrez Ortega, Avenida Rey Santo,
Plaza del Pilar, Ramón y Cajal, Ruiz Morote y Paloma, siendo inhumados sus
restos en el solar de la antigua Audiencia. Acto seguido, sus beneficiados “Los
Pescaderos”, obsequiarán a los dolientes con sardinillas huérfanas. El duelo se
despedirá en el Globo, a las 11 de la noche.”
Primera
esquela publicada en Ciudad Real en 1984 con motivo del “Entierro de la Sardina”
El diario “Lanza” el jueves 8 de marzo
de 1984, informa sobre la celebración de este primer “Entierro de la Sardina”
en nuestra ciudad al que asistieron miles de personas según el diario. En la
crónica publicada se dice que el Carnaval ciudadrealeño había alcanzado otro
hito importante con la celebración de este acto. A continuación reproduzco
parte de la misma: “Hacíamos referencia
al hito nuevo que supuso el famoso entierro de la sardina en el que
participaron varios miles de persona, tanto en el cortejo fúnebre como presenciándolo
desde las aceras, pudiéndose afirmar que estaba prácticamente casi toda la
población de la capital en la calle anoche, desde las ocho, hora en que se
inició el desfile funerario en la Plaza Mayor, amén de muchas personas que
llegaron de todos los pueblos de alrededor.
Había
quien decía que la ciudad estaba de luto riguroso y que toda ella era un “ay”
de dolor por el fallecimiento de doña sardina. En el desfile figuro mucho
sombrero de copa, mucho crespón negro, mucha seda y mucho hilo de este color
mortuorio. Muchos de los dolientes iban a cara descubierta e igualmente
figuraban muchas mujeres enlutadas con el velo echado y también hubo muchos
disfraces. Al mismo tiempo que doña Sardina, fallecieron dos de sus hijos más
preclaros, cuyos cadáveres precedían al tumulto sobre el que era trasladado a
su última morada la sin par doña sardina. Los lamentos se alzaban en la noche,
llenando de clamor doloroso el ambiente de la ciudad.
Ambiente
doloroso que se tradujo nuevamente en jolgorio del bueno, una vez llegado el
cortejo fúnebre a las inmediaciones de la antigua Audiencia Provincial, donde
se incineró el cadáver de doña Sardina y los de sus hijos, en medio del dolor
escandaloso de todo el acompañamiento, registrándose las consabidas escenas de
dolor entre los parientes más o menos cercanos al sardinón”.
Una multitudinaria respuesta ciudadana a
este primer “Entierro de la Sardina” de nuestra ciudad, que no tiene nada que
ver con la decadencia de este acto en la actualidad.
Fotografías
publicadas en el diario “Lanza” el viernes 9 de marzo de 1984, del primer
entierro de la sardina celebrado en Ciudad Real
No hay comentarios:
Publicar un comentario