Parece que el Papa Francisco se ha dado
cuenta, desde la lejanía (y tiene mérito), de la importancia que tienen las
hermandades y cofradías para el resto de la Iglesia. El papa Francisco, en el
encuentro mantenido con los obispos de las provincias eclesiásticas de Sevilla
y Granada, ahondó en la piedad popular andaluza, destacando de ella que es
"camino de vida cristiana"
y pidió a los prelados que "cuiden y
acompañen" a las hermandades. Y esto se ha sabido a través del Arzobispo
de Sevilla, Juan José Asenjo Pelegrina.
Durante este año el Papa Francisco ha
tenido varias ocasiones importantes para dirigirse a la religiosidad popular,
destacando la importancia y riqueza de ésta en la Iglesia. En esta línea se había
manifestado en el Encuentro con las Cofradías y Hermandades celebrado en Roma
el pasado año, con ocasión del Año de la Fe convocado por Benedicto XVI; fue
entonces cuando el santo padre se refirió a la religiosidad popular como "un tesoro que tiene la Iglesia" y
exhortó a los cofrades "a no
conformarse con una vida cristiana mediocre".
Habló de tres aspectos que deben centrar
la vida de las hermandades: evangelidad, eclesialidad y misionariedad. El
pontífice les pidió que sean evangelizadores: "Cuando vais a los santuarios, cuando lleváis a la familia, a vuestros
hijos, hacéis una verdadera obra evangelizadora. Es necesario seguir por este
camino. Sed también vosotros auténticos evangelizadores. Que vuestras
iniciativas sean puentes, senderos para llevar a Cristo". Realizó un
llamamiento para el futuro, destacando que a lo largo de los siglos las
hermandades han sido fragua de santidad de muchos que han vivido con sencillez
una relación intensa con el Señor. Así los exhortó a "caminar con decisión hacia la santidad; no os conforméis con una vida
cristiana mediocre, sino que vuestra pertenencia sea un estímulo ante todo para
vosotros, para amar más a Jesucristo".
También hizo una llamada de atención
cuando se refirió a que no son lícitos los recelos y enfrentamientos que, a
veces, se dan entre hermandades y párrocos. Señaló que las dificultades no se
superan fuera, sino dentro de la Iglesia y recordó que "la piedad popular es una senda que lleva a
lo esencial si se vive en la Iglesia, en comunión profunda con vuestros
pastores". A renglón seguido les dijo: "Queridos hermanos y hermanas, la Iglesia os quiere". El Papa
Francisco le pidió a las hermandades, que amen a la Iglesia; "dejaos guiar por ella", "en las parroquias, en las diócesis, sed un
verdadero pulmón de fe y de vida cristiana, aire fresco".
Resaltó el carácter misionero, porque
"cuando lleváis en procesión el
crucifijo con tanta veneración y amor al Señor, no hacéis sólo un gesto externo",
sino que "indicáis que es necesario
seguir a Cristo en el camino concreto de la vida para que nos transforme".
Concluyó pidiendo a los cofrades "autenticad
evangélica, eclesialidad, ardor misionero".
Una homilía que debería servir de guía a
los cofrades y sacerdotes ciudadrealeños.
El
Santo Padre con los obispos de las provincias eclesiásticas de Sevilla y
Granada hace unos días
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