El pasado martes 25 de marzo, festividad
de la Anunciación del Señor, fallecía el Hermano Mayor de la Ilustre Hermandad
de la Virgen del Prado, D. José Luis Fernández Ruiz, a los 78 años de edad.
Persona muy conocida en la ciudad, ya que fue el propietario de la joyería “Benjamín”
situada en la calle la Feria.
José Luis había ingresado en la
Hermandad en el año 1953, su padre D. Benjamín Luis Fernández Malagón, fue
Hermano Mayor en el año 1953-1954, ocupando también este cargo su hermano, D.
Benjamín Fernández Ruiz, en el año 2007-2008, perteneciendo actualmente todos
sus hijos y nietos a la Ilustre Hermandad de la Virgen del Prado, a quienes José
Luis les ha transmitido su gran devoción mariana recibida por sus padres y por
los Marianistas donde estudio.
A continuación reproduzco un artículo escrito la misma noche de su fallecimiento, por el Vice-presidente de la Ilustre Hermandad de la Virgen del Prado, D. Jesús Gonzalez Adanez:
José Luis en la
presidencia de la procesión de la Virgen del Prado del pasado 22 de agosto
HERMANO
MAYOR, AMIGO JOSÉ-LUIS ENCARNADO A LA VIDA ETERNA
La noche, como cualquier otra, estaba
tranquila. A penas una hora antes, había recibido la noticia de que José-Luis
comenzaba a mejorar, su mujer demostraba al teléfono la alegría de que lo peor
podía ir pasando y que al día siguiente le aguardaban pruebas normales médicas,
pero todo iba mucho mejor.
A penas una hora después un whatsup anuncia la noticia del fallecimiento de
José-Luis. A mi mente viene la incredulidad, el desasogiego. ¡No podía ser! ¡Si
me acababan de decir que estaba mejor! ¡Que todo iba correctamente!. ¡Esa
noticia no era posible! ¡Debía ser una gran equivocación, un bulo!...
Pero desgraciadamente era una realidad.
José-Luis acababa de marcharse en silencio. Tenía ganas de ver cara a cara a su
Amada Virgen del Prado. Tanto quería verla que no ha podido esperar a culminar
su año como Hermano Mayor de la Hermandad, a la que siempre quiso servir desde
este servicio.
Y es que la vida juega estas pasadas,
que no llegamos a entender, pero Dios siempre nos habla en todos estos
acontecimientos que no terminamos de comprender. Su gran ilusión era poder
cumplir su año de servicio a la Morena del Prado como Hermano Mayor. Soñaba con
el día 15 de Agosto, con la manera en que él quería honrarla especialmente esos
días grandes en torno a la Virgen. Y sin hacer ruido, justo el día de la
Anunciación del Señor a la Virgen, el emprende el viaje final para renacer en
el Señor para toda la eternidad.
Amigo José-Luis,
humanamente tu marcha nos deja un poco huérfanos en la Hermandad, y nos ha
creado desasosiego. Vamos a echar en falta tu humor alegre, tus manera de
manifestar y testimoniar un Amor sincero y especial a nuestra Madre, y tu
marcha nos ha producido la tristeza de no poder compartir contigo esos días en
los que tanto soñabas. Son las cosas de la vida que no entendemos y no piden
permiso, pero el
José Luis tras
recibir el cetro de Hermano mayor el pasado 22 de agosto de manos de su
antecesor en el cargo, Antonio Calahorra
Moreno de la Santa
Señor, en el día de su Encarnación nos
habla fuerte de que este no es el final. El se Encarnó para entregarse por
Amor, para enseñarnos que es la Resurrección y la Vida, y que merece la pena
vivir en El y con El. Y Tú amigo José-Luis porque creíste, así lo viviste
durante tu vida. Una vida de fe y entrega. Fe en Dios y entrega a tu familia,
primera iglesia doméstica, a la que supiste junto a tu amada esposa, transmitir
el legado de la fe y como decías en tu último escrito de la que te sentías
orgulloso por haberles enseñado a seguir a Dios por medio de la Madre, la
Virgen del Prado. Hoy José-Luis te has encarnado a la Vida Definitiva, donde ya
gozas del Padre Eterno quien te
recompensará por una vida de entrega a todos y de testimonio cristiano,
pero muy especialmente por una vida de amor sin límites a la Madre de Dios,
nuestra Madre del Prado.
Ahora que la Virgen habrá ido a darte la
mano para entrar en la Casa del Padre, a su lado, ya gozas de Ella. Susúrrale
al odio cuanto la quieres pero por favor pide por todos nosotros, pide
especialmente por tu mujer, tus hijos y tus nietos que rotos de dolor te echan
de menos, pero no te olvides de ninguno de nosotros, para que le pidas a la
Virgen que nos ayude a Amar sin límites a todos cuantos necesitan de nosotros,
y con siguiendo esa ilusión que contagiabas, sepamos imitarte en el Amor a
María, y a Cristo nuestro Hermano, que se Encarnó para darnos Vida Eterna.
Descansa feliz y gozoso en paz.
José Luis
durante su juramento y profesión como nuevo Hermano Mayor, en la Asamblea
General Ordinaria del pasado mes de Noviembre
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