De todos es sabido que, dentro de cada
término municipal, el ayuntamiento está presidido por un delegado del gobierno
en el orden administrativo, denominado alcalde, ayudado por otros individuos
llamados concejales.
Una parte de la historia de Ciudad Real,
está vinculada a los diferentes alcaldes que pasaron por su municipio. Unos lo
hicieron mejor, otros peor, pero en el fondo, creo, todos pusieron su mayor
empeño y entusiasmo por resolver los problemas municipales lo mejor posible,
para engrandecer y embellecer la capital ciudarrealeña. En este “Fragmento”
vamos a recordar a algunas de este siglo. Algunos de los datos y fotografías,
hasta tiempos de la II República, los hemos obtenido del B. I. M. número 37
(Alcaldes de Ciudad Real, de R. González Díaz).
Don
Evaristo Martín Núñez
(1900-01 y 1904-05). Fue el último alcalde del siglo XIX y el primero del XX,
volviendo por segunda vez a la alcaldía en 1904, año que fue introducido el
alumbrado eléctrico en la Plaza Mayor, que hasta entonces se hacía con farolas
de gas.
El 27 de abril de 1905 visitaba nuestra
ciudad, para postrarse a los pies de la Patrona la Virgen del Prado, el rey don
Alfonso XIII, siendo por aquel entonces alcalde de la ciudad don Evaristo
Martín Núñez.
Este desempeño la dirección del Consejo
Municipal hasta el 11 de agosto de 1905, año que fue reemplazado por don Félix
de los Ríos Imedio.
Don
Félix de los Ríos Imedio (1905-07). Licenciado en farmacia, la que se
ubicaba en el número 4 de la calle de la Cruz, y más tarde trasladada a la
calle Dorada núm. 2 (hoy Ruiz Morote), frente a la puerta del “Perdón” de la
iglesia de San Pedro (al lado de la antigua “Cárcel de la Hermandad”).
En unas declaraciones al “Diario de la
Mancha”, el 9 de agosto de 1906, decía el señor De los Ríos: “Mi labor es
completamente administrativa, al pasar por la puerta del ayuntamiento no me
acuerdo para nada que soy político”.
Estuvo este alcalde hasta el 19 de
febrero de 1907.
Don
Manuel Padial Vilches (1909). Salió elegido alcalde en las elecciones
municipales celebradas el 28 de abril de 1909, pero hasta el 1º de julio no fue
constituido el nuevo ayuntamiento. La elección de alcalde, fue consecuencia de
las avenencias entre conservadores y liberales.
Poco tiempo estaría el señor Padial
Vilches al frente del municipio, pues durante dos meses fue sustituido por
enfermedad por el concejal señor Ruiz Serrano, como alcalde accidental, y
posteriormente al advenimiento del gobierno liberal del señor Moret cesó en el
cargo (octubre de 1909).
Don
Ceferino Saúco Díez
(1909-1911). Licenciado en farmacia, la que tenía en la calle Cuchillería
(donde se sitúa hoy el “Nuevo Centro”). Por el año 1889 fue director del
semanario local “El Labriego”, que luego él convertiría en periódico diario.
Fue nombrado gobernador civil de Gerona en julio de 1896.
El 18 de noviembre de 1909, tomaba
posesión como alcalde de Ciudad Real. Durante su paso por el ayuntamiento llevó
a cabo varias reformas: el escudo de armas de la ciudad, tallado en piedra, que
estaba guardado y arrinconado en el archivo municipal del antiguo ayuntamiento,
fue colocado en el vestíbulo de las casas consistoriales; en la calle de la Mata,
donde vivía este alcalde, se hicieron plantaciones de árboles y durante algún
tiempo la citada calle fue conocida por el nombre de “Sáuco Díez”; presidió el
primer partido de fútbol que se jugó en nuestra ciudad, en la Plaza de toros,
el 18 de agosto de 1910; en el año 1911, los postes y soportales de la Plaza
Mayor fueron sustituidos por columnas de hierro, poniéndose también marquesinas
y mejorando el pavimento del recinto.
Presidió el ayuntamiento, el señor Saúco
Díez, hasta el 31 de diciembre de 1911.
Don
Miguel Pérez Molina
(1912-13). Desempeño los cargos de: Jefe provincial del Partido Liberal y
delegado regio de Primera Enseñanza; ocupó un escaño en la alta cámara, como
senador del reino; y se le otorgó la Encomienda de la Orden Civil de Alfonso
XII. Había fundado en el año 1895 la “Academia General de Enseñanza” (de la que
fue su director), en la calle Caballeros núm. 3. De paso por el ayuntamiento
capitalino todavía le recuerdan algunos de nuestros mayores, por su enorme
prestigio y su excelente labor municipal.
En las ferias de agosto de 1912 se
celebró un festival de aviación. Por vez primera en su historia (nos apunta
González Díaz) aterrizaba un avión en nuestra ciudad; fue en la antigua Granja
Escuela. Allí se encontraban para recibir y homenajear al aviador francés señor
Tissier, el gobernador civil, el alcalde señor Pérez Molina y otras
autoridades.
El 27 de octubre del mismo año, fueron
bendecidas e inauguradas por el prelado, junto con las autoridades locales,
entre las que se encontraba el señor Pérez Molina, cuatro nuevas fuentes
públicas: en la Plaza de San Francisco, Compás de Santo Domingo, Plaza de San
Antonio y calle Morería. Además se renovaron con aparatos de más bello
ornamento, y se dotaron de mejor servicio las otras tres antiguas fuentes. Las
obras (nos dice Hervás y Buendía) fueron dirigidas por el arquitecto municipal
don Florián Calvo. Por entonces se había iniciado el servicio de agua desde los
pozos de la Poblachuela.
El señor Pérez Molina, que estuvo de
alcalde hasta el 31 de diciembre de 1913, falleció el día 5 de abril de 1939.
Don José Cruz Prado (1916-17 y 1919-21). Nació en el año 1877. Procurador de los Tribunales y corredor de Comercio colegiado; presidente de la Cámara de Comercio desde 1931 hasta 1935; diputado provincial, ocupando la vicepresidencia de la Diputación durante la Segunda República; y presidente del “Casino Artístico”.
En las elecciones municipales del 28 de
abril de 1909 fue elegido concejal del ayuntamiento, y en el mes de enero de
1916 fue proclamado alcalde de la ciudad, con una corporación mayoritariamente
liberal. Por su brillante labor en la alcaldía, don José Cruz Prado ocupó un
lugar de privilegio en el sentir de los ciudarrealeños.
Mejoró el servicio de agua potable que
ya iniciara don Miguel Pérez Molina, y también se pavimentaron y adoquinaron
algunas de las calles ciudarrealeñas. En el año 1916, la feria, que se venía
celebrando en la Plaza Mayor, fue trasladada al Parque de Gasset, a pesar de
los protestas de los comerciantes. Los carteles de toros de aquel año estaban
compuestos: el día 17 de agosto un mano a mano entre Joselito y Belmonte; y en
la tarde del 18, los citados ases y el mejicano Rodolfo Gaona, con toros de
Anastasio Martín.
En este su primer mandato en la
alcaldía, estuvo el señor Cruz Prado hasta diciembre de 1917, volviendo
nuevamente a presidir el concejo
finalizando el año 1918, con una breve interrupción en que fue sustituido por
el primer teniente de alcalde don Juan Medrano. Al igual que la feria fue
llevada al Parque en 1916, los carnavales, que también se celebraban en la
Plaza Mayor y en la calle Morería, fueron trasladados al citado recinto en
1919.
El 19 de mayo de 1921 concluyó su
mandato. Falleció el señor Cruz Prado el 10 de septiembre de 1935, víctima de
una perforación de estómago.
Un grupo escolar de nuestra ciudad lleva
el nombre de este alcalde, y en el Parque de Gasset existe un pequeño monumento
con su busto.
Don Alfredo Ballester López (1921-22). Nació el 23 de marzo de 1886. Era corredor de Comercio y notario Mercantil. Tomó posesión del Ayuntamiento el jueves 19 de mayo de 1921.
En las ferias y fiestas del mes de
agosto de aquel mismo año, el ayuntamiento que presidía el señor Ballester,
pidió la dimisión del gobernador civil don Adolfo Ruiz Gutiérrez, quien había
organizado una corrida de toros y tuvo que ser suspendida al no presentarse los
toreros, ya que no habían cobrado sus honorarios. La petición fue atendida, y
el señor Ruiz Gutiérrez tuvo que salir de la ciudad a escondidas de los
vecinos.
Por entonces se hizo una suscripción
popular para la adquisición de un avión y regalárselo al Ejército, como
hicieran también algunas provincias españolas. La suscripción la alentó y dirigió
el entonces diario local “El Pueblo Manchego”, y al acto de entrega oficial
(dice González Díaz), que fue el 24 de enero de 1922, asistió el alcalde don
Alfredo Ballester en representación del pueblo de Ciudad Real.
Por acuerdo de la corporación municipal
que presidía este alcalde (nos apunta Balcázar), el 25 de febrero del citado
1922, se dio el nombre de “Hernán Pérez del Pulgar” a la calle Jaspe.
El señor Ballester López dejó la
alcaldía el 14 de junio de 1922.
Don
Manuel Lázaro Arche
(1922-23). Nació el 3 de octubre de 1871. Era propietario de un establecimiento
dedicado al curtido y al calzado, cuya razón social era “Hijo de Timoteo Lázaro”,
en la Plaza Mayor núm. 23. Persona llana y simpática; había sido concejal en
diversas ocasiones. En aquellos años el problema del agua era agobiante para la
ciudad; y en consecuencia para el Ayuntamiento. Desde hacía tiempo estaba en
trámite un litigio judicial que nunca se acababa de arreglar, con una empresa concesionaria llamada “Picavea”,
la que tenía en propiedad unos manantiales. Mientras tanto (dice Pérez
Fernández) el pueblo de Ciudad Real necesitaba agua para poder subsistir; y un
buen día don Manuel Lázaro se hartó de aquellos paralogismos, de tantas
promesas vanas, de tanto papeleo inútil… y cortando por lo sano, bajo su
responsabilidad, ordenó que se abrieran los grifos para que se llenaran los
depósitos del agua. La opinión de algunos es que había sido una “alcaldaba”,
pero el caso es que aquel verano, gracias al gesto de este alcalde, se resolvió
en la capital el problema del agua.
El señor Lázaro presidió el último
ayuntamiento constitucional de la capital, el que abandonó el 1 de octubre de
1923.
Cuando falleció, el 12 de junio de 1926,
todo el pueblo ciudarrealeño le tributó como homenaje póstumo una presencia
masiva de acompañamiento, en agradecimiento y recuerdo de las desvivencias que
había tenido durante su mandato en la alcaldía de la ciudad.
Francisco
Pérez Limón, diario “Lanza” 14 de agosto de 1991, Extra Feria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario