Buscar este blog

martes, 14 de marzo de 2017

LOS MACEROS MUNICIPALES


 
La corporación municipal con los maceros en la segunda década del siglo XX

Las diferentes corporaciones municipales que se han sucedido a lo largo del siglo XX, lucharon poco o más bien nada, por conservar nuestro patrimonio arquitectónico. Corporaciones que a lo largo de los años eran acompañadas por los maceros,  cuando asistía algún acto oficial.

Estos maceros municipales que antaño fueron protectores de reyes, nobles y  grandes  personalidades  de  época  medieval  son  en  nuestros  días  personajes  alegóricos  y  simbólicos  de  la  autoridad  y  jurisdicción  de  los  ayuntamientos  o  concejos. Como  tales  portan  sobre  sus  hombros  las  mazas  ceremoniales y  una  vestidura    propia    y    característica    en    los   grandes eventos    municipales, generalmente   abriendo   la   Comitiva municipal   y   acompañándola   en   las   ceremonias solemnes, en el desfile llamado “Corporación bajo mazas”.

 
En esta fotografía publicada en la revista “Vida Manchega”, vemos a la corporación municipal de 1912 con los maceros, antes de participar en la procesión de la Virgen del Prado

Los  maceros  o  porteros  de  sala,  son  personajes  simbólicos que  han  representado siempre el poder y la autoridad. Sus primeros antecedentes hay que relacionarlos  con  las  propias mazas  de ceremonia que  portan,  originariamente  armas  de defensa  que  constan  entre  los  útiles  guerreros  de  los caballero  medievales.    Las  vestimentas  que  han  llegado  hastnosotros  y  que  fueron  utilizadas  hasta  fechas recientes  por los  maceros,  sorprenden  por  su  hechura  ya  que no son realmente dalmáticas, sino gramallas o trajes talares muy holgados, propios  del  antiguo  reino  de  Aragón  o  del  de  Castilla.  La gramalla  prenda  de  origen  medieval  sobrevivió  como  traje propio  de  ciertas  dignidades  y  se  define  como "una ropa roçagante de grana o terciopelo carmesí, con ciertas insignias de oro, la cual en Aragón traen los jurados".

La forma de esta vestidura que al principio era de túnica holgada casi talar y  con  mangas  se  fue  estrechando  y  acortando  con posterioridad  y  se  modificó  practicándole aberturas laterales e inferiores para poder vestirla cómodamente. El acortamiento en el cuerpo y las mangas se hizo palpable desde el siglo XIV y las aberturas se agrandaron desde el siglo XIII hasta el punto que en el XV llegaban a  las  mangas  y  en  algunos  modelos  se  abrieron a  lo  largo  de  ellas,  lo  que  se  generalizó  a  lo  largo  del  siglo XVII.  En  el  siglo  XV  se  le  añadió  el  collarín,  recuerdo del capuchón que tuvieron algunas dalmáticas antiguas.

 
La corporación de finales de los años ochenta del siglo XX con los maceros municipales

Las mazas que portan sobre sus hombros son armas contundentes y a una mano,  con  una  "cabeza  de  armas"  de  metal  o  piedra, donde  se  representa  el  escudo  de  la  ciudad,  y  un  asta  de  medio  metro  o  menos  siempre  de  madera,  la  cual pasó a realizarse toda de una pieza metálica sobre todo a partir del medioevo  cuya   cabeza   de   armas   empleaban  las trinchadoras   "cuchillas"   o   "aletas" repartidas  geométricamente  y  a  la  que  se  denominó  maza  de  armas por  su  carácter militar.

La  maza  es  una  de  las  armas  más  simples  y  primitivas  que  acompañó  al  hombre  desde  sus  inicios  siendo  uno  de  sus  primeros  utensilios  o  herramientas, pero  desde  el  siglo  XII,  se  transformó  en  insignia  de  ceremonia  y  símbolo  de  poder  llegándose  a  convertir  en  armas  de  "parada".  Dado  que  estas  armas  requerían de poco adiestramiento militar, siempre fueron muy aceptadas entre las tropas comunes. Sólo hasta muchos siglos más tarde, las tropas de elite y nobleza no  las  emplearon  militarmente,  aunque  más  bien  se  usaban  como  símbolo  de  estatus  y  poder,  comenzando  a  realizarse portentosas  y  ostentosas  mazas  de  "parada". 

Las corporaciones municipales, como dije al principio, han destacado poco por defender nuestro patrimonio, y también se han dejado en el olvido la figura del macero, que siempre les acompaño cuando asistían en corporación algún acto oficial, junto a la Policía Local en traje de gala. Estaría bien que la vieja estampa de los maceros y la Policía Local en traje de gala, volviera al protocolo de nuestra corporación, como siempre fue a lo largo de los años.

 
La Policía Local siempre cerró la presidencia de la corporación municipal, en estas fotografías vemos a la Policía con el traje de gala, la primera es de los años setenta y la segunda de los ochenta del pasado siglo XX

No hay comentarios:

Publicar un comentario