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lunes, 25 de noviembre de 2013

CONCLUYÓ EL AÑO DE LA FE SIN NINGÚN ACTO COFRADE EN CIUDAD REAL CAPITAL


Durante los pontificados del Papa Benedicto XVI y Francisco, se ha desarrollado el Año de la Fe que concluyó ayer domingo 24 de noviembre

Ayer 24 de noviembre, festividad de Jesucristo Rey del Universo, fue clausurado el Año de la Fe que convocó el Papa Benedicto XVI, quien recordó el Papa Francisco en la Santa Misa que presidió como final de este año y donde también nos recordó que Cristo es el centro de la creación, del pueblo y de la historia y exhortó a que sea también el centro de nuestros pensamientos, palabras y obras.

Durante la celebración de todo este Año de la Fe, en todos los lugares de la geografía española donde las Cofradías y Hermandades tienen una gran presencia social, se han celebrado actos públicos  de las cofradías, menos en Ciudad Real.

El Obispo de Cuenca, D. José María Yanguas, en la presentación del Vía Crucis organizado por el Obispado la pasada Cuaresma

En nuestra comunidad autónoma se han organizado actos en todas las provincias donde las cofradías y hermandades tienen una gran actividad. En Albacete se celebró el 16 de noviembre un encuentro de Cofradías y Hermandades en Almansa, donde se realizó la ceremonia del RITO DE ENVÍO, por el cual las Cofradías reafirmaron su papel dentro de la Iglesia como transmisoras de la fe. En Hellín cuya Semana Santa está declarada de Interés Turístico Internacional, el pasado sábado día 23 de noviembre, se clausuró el Año de la Fe, con una Procesión Antológica bajo el lema “Los misterios de la Pascua de Cristo”. D. Ciriaco Benavente felicitó a la Asociación de Cofradías por esta iniciativa, señalando que se siente muy feliz de que sean precisamente las Cofradías y Hermandades, tan extendidas en estas tierras, las que propicien este tipo de actos, deseando que su realización llegue a los corazones de todos los hellineros y visitantes.

El Obispado de Cuenca organizó el Sábado de Pasión, 23 de marzo, en víspera del Domingo de Ramos, un Vía Crucis representado por imágenes de toda la provincia. Con la organización de este Vía Crucis, el Obispo de Cuenca, D. José María Yanguas, manifestó que el objetivo de este Vía Crucis era llevar a cabo por parte de los fieles de la Diócesis la meditación de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo ayudándose de imágenes de diferentes poblaciones.
  

En la catedral primada de Toledo el Sr. Arzobispo de Toledo, Primado de España, D. Braulio Rodríguez Plaza, presidió el 29 de junio la Santa Misa en rito hispano-mozárabe, en la solemnidad de los santos apóstoles Pedro y Pablo. La celebración fue  un acto diocesano de proclamación de la fe y en ella estuvieron  presentes diez imágenes de la Virgen María, todas ellas coronadas canónicamente y de gran arraigo popular.

En nuestra Diócesis de Ciudad Real, las cofradías y hermandades han celebrado actos con motivo del Año de la Fe en varios pueblos. El sábado 2 de marzo, en Daimiel se organizó un Vía Crucis Magno en el que participaron 14 pasos de la Semana Santa, en Almadén el 15 de Agosto hubo una procesión mariana con la participación de todas las imágenes de la Virgen María de la localidad, el sábado 5 de octubre en Almagro hubo un Magno Rosario publico con las seis cofradías de pasión, y por último el 12 de octubre en Valdepeñas una procesión Magna Mariana con la participación de las imágenes de pasión de la Virgen María de la localidad, más la imagen de la Virgen de la Consolación, Patrona de Valdepeñas.

Es decir, que en todos los lugares donde la religiosidad popular tiene un gran peso, se han celebrado actos extraordinarios con motivo del Año de la Fe menos en Ciudad Real capital.


La llegada del Papa Francisco, con sus gestos y sus acciones, está suponiendo un nuevo aggiornamiento. La religiosidad popular -y en el caso concreto que nos ocupa, las cofradías de Semana Santa- no es ajena a ello. "Sed una presencia activa en la comunidad, como células vivas. Sois una manera legítima de vivir la fe, un modo de sentirse parte de la Iglesia", les animó el Pontífice en el Encuentro Mundial de Hermandades, celebrado en el Vaticano el pasado mes de mayo por el Año de la Fe.

Ya el Papa Francisco cuando era Obispo en Argentina, realizó una valoración positiva de la fe popular, entendida como re­sultado de la libre y misteriosa acción del Es­píritu, de la dijo que nadie es due­ño de ese dinamismo y que más que aplicar le críticas y límites hay que acompañarlo y ofre­cerle cauces.

A continuación una recopilación de frases del Papa Francisco sobre la piedad popular y las hermandades y cofradías:
  
El pasado 5 de octubre, se celebró en Almagro un Magno Rosario

- La piedad popular es un tesoro que tiene la Iglesia, espacio de encuentro con Jesucristo. Para conservar, cultivar y acrecentar este tesoro, es preciso acudir siempre a Cristo, fuente inagotable.

- Las Cofradías y las Hermandades son una realidad tradicional en la Iglesia que ha vivido en los últimos tiempos una renovación y un redescubrimiento. Han de esforzarse en reforzar su fe, cuidando la formación espiritual, la oración personal y comunitaria, la liturgia.

- A lo largo de los siglos, las Hermandades han sido fragua de santidad de muchos que han vivido con sencillez una relación intensa con el Señor. Es necesario, pues, seguir caminando con decisión hacia la santidad, no conformándose con una vida cristiana mediocre.

- Pertenecer a una cofradía o hermandad es una ocasión providencial para comprender mejor qué es lo esencial, es decir, creer en Jesucristo, muerto y resucitado por nuestros pecados, y amarse unos a otros como Él nos ha amado.

- La piedad popular es una senda que lleva a lo esencial si se vive en la Iglesia, en comunión profunda con sus pastores.

- En las parroquias, en las diócesis, las cofradías y hermandades han de ser un verdadero pulmón de fe y de vida cristiana, que, con variedad de colores y de signos, expresión misma de la Iglesia, han de confluir, se han de reconducir a la unidad, al encuentro con Cristo.


- Una misión específica de las cofradías y hermandades, misión importante, es mantener viva la relación entre la fe y las culturas de los pueblos a los que pertenecen. Cuando, por ejemplo, llevan en procesión el crucifijo con tanta veneración y tanto amor al Señor, no hacen únicamente un gesto externo; indican la centralidad del Misterio Pascual del Señor, de su Pasión, Muerte y Resurrección, que nos ha redimido; e indican, primero a los cofrades y también a la comunidad, que es necesario seguir a Cristo en el camino concreto de la vida para que nos transforme. Del mismo modo, cuando manifiestan la profunda devoción a la Virgen María, señalan al más alto logro de la existencia cristiana, a Aquella que por su fe y su obediencia a la voluntad de Dios, así como por la meditación de las palabras y las obras de Jesús, es la perfecta discípula del Señor (cf. Lumen gentium, 53).

- Esta fe, que nace de la escucha de la Palabra de Dios, las cofradías y hermandades la manifiestan en formas que incluyen los sentidos, los afectos, los símbolos de las diferentes culturas. Y, haciéndolo así, ayudan a transmitirla a la gente, especialmente a los sencillos, a los que Jesús llama en el Evangelio "los pequeños".

- El caminar juntos hacia los santuarios y el participar en otras manifestaciones de la piedad popular, también llevando a los hijos o invitando a otros, es en sí mismo un gesto evangelizador.

- Los miembros de las cofradías y hermandades han de ser, pues, auténticos evangelizadores. Que sus iniciativas sean "puentes", senderos para llevar a Cristo, para caminar con Él.

El Papa Francisco rezando ante la imagen de la Virgen de Fátima, Papa que cree que antes de aplicar le críticas y límites a la Religiosidad Popular, hay que acompañarla y ofrecerle cauces

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