Durante
los pontificados del Papa Benedicto XVI y Francisco, se ha desarrollado el Año
de la Fe que concluyó ayer domingo 24 de noviembre
Ayer 24 de noviembre, festividad de
Jesucristo Rey del Universo, fue clausurado el Año de la Fe que convocó el Papa
Benedicto XVI, quien recordó el Papa Francisco en la Santa Misa que presidió
como final de este año y donde también nos recordó que Cristo es el centro de
la creación, del pueblo y de la historia y exhortó a que sea también el centro
de nuestros pensamientos, palabras y obras.
Durante la celebración de todo este Año
de la Fe, en todos los lugares de la geografía española donde las Cofradías y
Hermandades tienen una gran presencia social, se han celebrado actos públicos de las cofradías, menos en Ciudad Real.
El
Obispo de Cuenca, D. José María Yanguas, en la presentación del Vía Crucis
organizado por el Obispado la pasada Cuaresma
En nuestra comunidad autónoma se han
organizado actos en todas las provincias donde las cofradías y hermandades
tienen una gran actividad. En Albacete se celebró el 16 de noviembre un encuentro
de Cofradías y Hermandades en Almansa, donde se realizó la ceremonia del RITO DE
ENVÍO, por el cual las Cofradías reafirmaron su papel dentro de la Iglesia como
transmisoras de la fe. En Hellín cuya Semana Santa está declarada de Interés Turístico
Internacional, el pasado sábado día 23 de noviembre, se clausuró el Año de la
Fe, con una Procesión Antológica bajo el lema “Los misterios de la Pascua de
Cristo”. D. Ciriaco Benavente felicitó a la Asociación de Cofradías por esta
iniciativa, señalando que se siente muy feliz de que sean precisamente las
Cofradías y Hermandades, tan extendidas en estas tierras, las que propicien
este tipo de actos, deseando que su realización llegue a los corazones de todos
los hellineros y visitantes.
El Obispado de Cuenca organizó el Sábado
de Pasión, 23 de marzo, en víspera del Domingo de Ramos, un Vía Crucis
representado por imágenes de toda la provincia. Con la organización de este Vía
Crucis, el Obispo de Cuenca, D. José María Yanguas, manifestó que el objetivo
de este Vía Crucis era llevar a cabo por parte de los fieles de la Diócesis la
meditación de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo ayudándose de
imágenes de diferentes poblaciones.
En la catedral primada de Toledo el Sr.
Arzobispo de Toledo, Primado de España, D. Braulio Rodríguez Plaza, presidió el
29 de junio la Santa Misa en rito hispano-mozárabe, en la solemnidad de los
santos apóstoles Pedro y Pablo. La celebración fue un acto diocesano de proclamación de la fe y
en ella estuvieron presentes diez
imágenes de la Virgen María, todas ellas coronadas canónicamente y de gran
arraigo popular.
En nuestra Diócesis de Ciudad Real, las
cofradías y hermandades han celebrado actos con motivo del Año de la Fe en
varios pueblos. El sábado 2 de marzo, en Daimiel se organizó un Vía Crucis Magno
en el que participaron 14 pasos de la Semana Santa, en Almadén el 15 de Agosto
hubo una procesión mariana con la participación de todas las imágenes de la
Virgen María de la localidad, el sábado 5 de octubre en Almagro hubo un
Magno Rosario publico con las seis cofradías de pasión, y por último el 12 de octubre en Valdepeñas una procesión
Magna Mariana con la participación de las imágenes de pasión de la Virgen María
de la localidad, más la imagen de la Virgen de la Consolación, Patrona de
Valdepeñas.
Es decir, que en todos los lugares donde
la religiosidad popular tiene un gran peso, se han celebrado actos
extraordinarios con motivo del Año de la Fe menos en Ciudad Real capital.
La llegada del Papa Francisco, con sus
gestos y sus acciones, está suponiendo un nuevo aggiornamiento. La religiosidad
popular -y en el caso concreto que nos ocupa, las cofradías de Semana Santa- no
es ajena a ello. "Sed una presencia activa en la comunidad, como células
vivas. Sois una manera legítima de vivir la fe, un modo de sentirse parte de la
Iglesia", les animó el Pontífice en el Encuentro Mundial de Hermandades,
celebrado en el Vaticano el pasado mes de mayo por el Año de la Fe.
Ya el Papa Francisco cuando era Obispo
en Argentina, realizó una valoración positiva de la fe popular, entendida como
resultado de la libre y misteriosa acción del Espíritu, de la dijo que nadie es dueño de ese dinamismo y que más
que aplicar le críticas y límites hay que acompañarlo y ofrecerle cauces.
A continuación una recopilación de
frases del Papa Francisco sobre la piedad popular y las hermandades y
cofradías:
El
pasado 5 de octubre, se celebró en Almagro un Magno Rosario
- La piedad popular es un tesoro que
tiene la Iglesia, espacio de encuentro con Jesucristo. Para conservar, cultivar
y acrecentar este tesoro, es preciso acudir siempre a Cristo, fuente
inagotable.
- Las Cofradías y las Hermandades son
una realidad tradicional en la Iglesia que ha vivido en los últimos tiempos una
renovación y un redescubrimiento. Han de esforzarse en reforzar su fe, cuidando
la formación espiritual, la oración personal y comunitaria, la liturgia.
- A lo largo de los siglos, las
Hermandades han sido fragua de santidad de muchos que han vivido con sencillez
una relación intensa con el Señor. Es necesario, pues, seguir caminando con
decisión hacia la santidad, no conformándose con una vida cristiana mediocre.
- Pertenecer a una cofradía o hermandad
es una ocasión providencial para comprender mejor qué es lo esencial, es decir,
creer en Jesucristo, muerto y resucitado por nuestros pecados, y amarse unos a
otros como Él nos ha amado.
- La piedad popular es una senda que
lleva a lo esencial si se vive en la Iglesia, en comunión profunda con sus
pastores.
- En las parroquias, en las diócesis,
las cofradías y hermandades han de ser un verdadero pulmón de fe y de vida
cristiana, que, con variedad de colores y de signos, expresión misma de la
Iglesia, han de confluir, se han de reconducir a la unidad, al encuentro con
Cristo.
- Una misión específica de las cofradías
y hermandades, misión importante, es mantener viva la relación entre la fe y
las culturas de los pueblos a los que pertenecen. Cuando, por ejemplo, llevan
en procesión el crucifijo con tanta veneración y tanto amor al Señor, no hacen
únicamente un gesto externo; indican la centralidad del Misterio Pascual del
Señor, de su Pasión, Muerte y Resurrección, que nos ha redimido; e indican,
primero a los cofrades y también a la comunidad, que es necesario seguir a
Cristo en el camino concreto de la vida para que nos transforme. Del mismo
modo, cuando manifiestan la profunda devoción a la Virgen María, señalan al más
alto logro de la existencia cristiana, a Aquella que por su fe y su obediencia
a la voluntad de Dios, así como por la meditación de las palabras y las obras
de Jesús, es la perfecta discípula del Señor (cf. Lumen gentium, 53).
- Esta fe, que nace de la escucha de la
Palabra de Dios, las cofradías y hermandades la manifiestan en formas que
incluyen los sentidos, los afectos, los símbolos de las diferentes culturas. Y,
haciéndolo así, ayudan a transmitirla a la gente, especialmente a los
sencillos, a los que Jesús llama en el Evangelio "los pequeños".
- El caminar juntos hacia los santuarios
y el participar en otras manifestaciones de la piedad popular, también llevando
a los hijos o invitando a otros, es en sí mismo un gesto evangelizador.
- Los miembros de las cofradías y
hermandades han de ser, pues, auténticos evangelizadores. Que sus iniciativas
sean "puentes", senderos para llevar a Cristo, para caminar con Él.
El
Papa Francisco rezando ante la imagen de la Virgen de Fátima, Papa que cree que
antes de aplicar le críticas y límites a la Religiosidad Popular, hay que
acompañarla y ofrecerle cauces
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