Imagen
de Santo Domingo de Guzmán que preside el altar mayor de la iglesia del
antiguo Monasterio Dominico, obra de los talleres valencianos de Arte Religioso de José Rabasa Pérez y Antonio Royo Miralles del
año 1949
El Monasterio de las Madres Dominicas,
fue sede durante los 578 años que las monjas lo habitaron, de varias
congregaciones religiosas. Sin duda la más conocida fue la de Nuestra Señora
del Rosario, ver entrada publicada en este blog el 7 de octubre de 2011 (http://elsayon.blogspot.com.es/2011/10/la-devocion-la-virgen-del-rosario-en.html),
pero junto a estas cofradías que rindieron culto a la Madre del Rosario, existió
otra congregación que nació en el viejo monasterio de la calle Altagracia y que
se extinguió en el nuevo de la calle San Martín de Porres, me estoy refiriendo
a la Venerable Orden Tercera de Santo Domingo de Guzmán.
La Tercera Orden de Santo Domingo es la
denominación de la rama laical de la Orden de Predicadores -conocida como
Dominicos- fundada por Santo Domingo de Guzmán en 1216. La rama laical tiene
sus orígenes en las Hermandades de la Penitencia de Santo Domingo y responde al
deseo de hombres y mujeres seglares de vivir según el carisma de la Orden. La
rama laical de la Orden de Predicadores actualmente se denomina Orden Seglar
Dominicana.
Santo Domingo y sus frailes ofrecían una
vida de perfección evangélica. Así, en torno a sus conventos, surgían fieles
que participaban de sus oficios religiosos, predicaciones, obras de piedad… y
que imitaban su manera de vivir. Poco a poco los conventos de Predicadores
tuvieron a su alrededor todo un grupo de hermanos y hermanas laicos viviendo
como ellos. Pero ningún documento dice que Santo Domingo hubiera tenido la idea
de formar, al lado de la familia religiosa, frailes y monjas, otra familia
laica.
Es entonces cuando interviene Munio de
Zamora, 7º Maestro de la Orden de Predicadores (1285-91). Juzgó oportuno y útil
unir estrechamente a la Orden a todos los grupos de Penitencia que había en
torno a las comunidades.
Así pues, Munio de Zamora dio una Regla para la Penitencia de los dominicos,
en 1285 y, desde entonces, esta rama fue unida a la Orden, pasando a ser parte
de la familia dominicana, y entrando, bajo su autoridad.
Los miembros pertenecientes a la Orden
Tercera de Santo Domingo son
numerosos y existen en todas
partes del mundo. Con el Concilio Vaticano II (1962-1965) se renovaron y
adaptaron los institutos e instituciones religiosas.
Las Constituciones de la Orden se
renovaron en el Capítulo General de River Forest, USA, 1968. Y como
consecuencia también se renovó la Orden Tercera, comenzando por su nombre, que
pasó a llamarse Orden Seglar Dominicana - O.S.D. Tiene su nueva Regla que fue
aprobada y promulgada en 1987, por Fr. Damián Byrne, 84º Maestro de la Orden.
Escapulario
de la Venerable Orden Tercera de Ciudad Real, que le era impuesto a los nuevos asociados,
en un acto que se celebraba todos los años coincidiendo con la festividad de
Santo Domingo de Guzmán el 8 de agosto
En Ciudad Real la Orden Tercera de Santo
Domingo de Guzmán se creó en el Monasterio de las Madres Dominicas de Nuestra
Señora de Alta Gracia en el año 1944. Enseguida esta asociación religiosa se
extendió en nuestra capital y contó entre sus filas con las autoridades locales
y provinciales, como lo demuestra la información
publicada en el diario “Lanza” el miércoles 21 de agosto de 1946.
La noticia informa del ingreso
en la Venerable Orden Tercera de Santo Domingo de Guzmán, en un acto celebrado el domingo 18 de agosto de 1946 y presidido
por el Padre Provincial de los Dominicos de Andalucía, D. Pablo del Olmo, de las siguientes autoridades: el Gobernador
Civil de la Provincia, D. Jacobo Roldan Losada, el Presidente de la Diputación
Provincial, D. Evaristo Martín Freire, el Inspector de Primera Enseñanza, D.
Baldomero Montoya, el Director de la Escuela de Artes y Oficios, D. Darío Zori,
y juntos a estos la noticia recoge que ingresaron también Dª Isidra Fernández,
Dª Alberta Rivero, Dª Mariana Calvo y la Sra. Pilar Burgos. Días anteriores también
habían ingresado en la Orden el Abogado, D. Carlos Calatayud y D. Urbano Infantes. La nota recoge
que también habían realizado su profesión solemne en la orden, el Ingeniero de
Obras Publicas, D. Gonzalo Hernández Jaúdenes, D. Ángel Plaza, Agente de
Comercio, Dª María del Prado Caballero y Dª Clementa López.
También pertenecían a la Orden Tercera
en aquellos años, D. Pedro Fernández de Sevilla, Vicario General de la Diócesis,
D. Victorino Pascual, Beneficiado de la S. I. P. y Capellán de las Religiosas
Dominicas, así como D. Carmelo Abad, D. Genlio Pérez, D. Rufino Solís, D.
Miguel Victor, D. Vicente Plaza y numerosas hermanas, teniendo así esta Orden
Tercera de Santo Domingo en nuestra capital, representación de todos los sectores
sociales.
A parte de vivir la Orden Tercera el
carisma de los dominicos, esta organizaba los cultos en honor a Santo Domingo
de Guzmán, coincidiendo con su festividad el 8 de agosto. Pero al no poseer las
Madres Dominicas imagen del Santo, ya que la antigua fue destruida durante la Guerra
Civil Española, la Orden Tercera fue la encarga de adquirir la actual imagen de
Santo Domingo, que preside el altar de la iglesia del monasterio.
Esta imagen de Santo Domingo, fue
bendecida por el director de la V. O. T. de Ciudad Real, Fray Francisco
Tornero, Orden de Predicadores, el 7 de octubre de 1949, festividad de la
Virgen del Rosario, organizándose un primer Triduo en honor al Santo los días 10,11
y 12 del mismo mes. La imagen es obra de los talleres valencianos de Arte
Religioso de José Rabasa Pérez y Antonio Royo Miralles.
La Venerable Orden Tercera de Santo
Domingo, tuvo actividad en el monasterio de las Madres Dominicas de nuestra ciudad, hasta principios de los años ochenta
del pasado siglo XX, desapareciendo
en esta década.
No hay comentarios:
Publicar un comentario