Se cumplen ocho meses del pontificado
del Papa Francisco, ocho meses en los
cuales el Santo Padre nos ha dejado claro cuál es su forma de pensar, con
frases muy significativas sobre diversos
temas. Uno de ellos es el modelo de
Obispo que ha trazado en sus discursos a los nuncios, a los alumnos de la
academia diplomática del Vaticano y a los obispos americanos durante la JMJ de
Río de Janeiro.
El pasado mes de julio en Río de Janeiro,
en el discurso que dirigió al Comité de Coordinación del Consejo Episcopal
Latinoamericano (CELAM), formado por 45 Obispos de América Latina, el Santo
Padre dijo que "El obispo debe conducir el rebaño, que no es
lo mismo que mandonear".
"Los obispos han de ser pastores, cercanos a la gente, padres y
hermanos, con mucha mansedumbre; pacientes y misericordiosos. Hombres que amen
la pobreza, sea la pobreza interior como libertad ante el Señor, sea la pobreza
exterior como simplicidad y austeridad de vida. Hombres que no tengan
“psicología de príncipes”, dijo Francisco.
“Los
Pastores, Obispos y Presbíteros, ¿tenemos conciencia y convicción de la misión
de los fieles y les damos la libertad para que vayan discerniendo, conforme a
su proceso de discípulos, la misión que el Señor les confía? ¿Los apoyamos y
acompañamos, superando cualquier tentación de manipulación o sometimiento
indebido? ¿Estamos siempre abiertos para dejarnos interpelar en la búsqueda del
bien de la Iglesia y su Misión en el mundo?”.
También alertó sobre el "clericalismo" bajo el cual la
Iglesia proyecta una imagen de poder y privilegios, mientras el papel del laico
es simplemente rezar y obedecer.
“¿Superamos la tentación de atender de
manera reactiva los complejos problemas que surgen? ¿Creamos un hábito
pro-activo? ¿Promovemos espacios y ocasiones para manifestar la misericordia de
Dios? ¿Somos conscientes de la responsabilidad de replantear las actitudes
pastorales y el funcionamiento de las estructuras eclesiales, buscando el bien
de los fieles y de la sociedad?”.
"Pastoral es el ejercicio de la maternalidad de la Iglesia. A veces nos
olvidamos de eso y la pobre es madrastra", dijo el papa, arrancando
risas entre los obispos.
El pasado mes de septiembre en una
audiencia en la Sala Clementina del Palacio Apostólico, el Papa reflexionó en
su discurso a un grupo de Obispos recién nombrados, sobre la primera carta de
San Pedro: «Apacienten el Rebaño de Dios,
que les ha sido confiado; velen por él, no forzada, sino espontáneamente, como
lo quiere Dios; no por un interés mezquino, sino con abnegación; no
pretendiendo dominar a los que les han sido encomendados, sino siendo de
corazón ejemplo para el Rebaño». ¡Que
estas palabras -afirmó el Pontífice- sean esculpidas en su corazón! Estamos
llamados a ser pastores no de nosotros mismos, sino del Señor y no para
servirnos a nosotros mismos, sino al rebaño que se nos ha confiado. Y les
explicó a los Obispos qué significa “pacer”, comentando tres breves
pensamientos: «pacer significa: acoger con magnanimidad; caminar con el rebaño;
y estar siempre al lado del rebaño».
“Los
obispos y sacerdotes deben ser pastores y no lobos rapaces”
El Papa solicitó durante una de sus
misas diarias en la capilla de Santa Marta, su residencia en el Vaticano, que
los fieles dediquen sus oraciones para que los curas y obispos no cedan a la
avaricia del dinero y el poder, para que “sean
pastores y no lobos rapaces".
"Cuando el obispo o el sacerdote se aprovechan del rebaño, cambian las
tornas; ya no es que trabajan para el pueblo, sino que se aprovechan del
pueblo", advirtió a los religiosos y personal del Vaticano que le
escuchaban. Añadió que entrar en el “carrerismo [competición] y causan mucho
daño a la Iglesia".
"Hacen el ridículo y, aunque se vanaglorian y se gustan sentirse
poderosos, el pueblo no les ama. Por ello, rezad por nosotros, para que seamos
humildes, mansos, al servicio del pueblo", pidió.
“La
Iglesia no es la niñera de los cristianos”
A mediados de abril incidió en una idea
que ha marcado repetidos discursos. Los fieles, opina, no deben esperar a que
un sacerdote les diga lo que deben hacer.
“Cuando
hacemos esto, la Iglesia se convierte no en madre, sino en niñera, que cuida al
niño para adormecerle. Tenemos que pensar en el bautismo y en nuestra
responsabilidad de bautizados [para anunciar a Cristo]".
También el Papa Francisco ha sido claro
con el clericalismo que vive la iglesia. “Cuando
me topo con un clerical, me vuelvo de repente anticlerical. El clericalismo no
debería tener nada que ver con el cristianismo. San Pablo fue el primero que
habló con los paganos, con los gentiles, con los creyentes de otras religiones,
y fue el primero en ensenárnoslo”, manifestó Francisco en una entrevista al
diario «La Repubblica» publicada el pasado 1 de octubre.
En el mensaje videograbado que dirigió
con motivo de un encuentro Guadalupano en Mexico hace quince días, arremetió
contra el clericalismo porque hace mucho daño a la iglesia y consideró que es
una barrera para el desarrollo de la madurez y la responsabilidad cristiana.
“la
actitud del verdadero pastor no debe ser la de príncipe, o la de un mero
funcionario, atento principalmente a disciplinar, a lo reglamentario, a los
mecanismos organizativos”. Eso, alertó, lleva siempre a una pastoral
distante de la gente.
En la Exhortación Apostólica Evangelii
Gaudium, Bergoglio
critica a los que están ligados a «cierto
estilo católico propio del pasado». Además, el pontífice sostiene que la
Eucaristía «no es un premio para los
perfectos sino un generoso remedio y un alimento para los débiles, para que los
que busquen a Jesús lo encuentren, pues si algo ha de inquietar es que tantos
hermanos vivan sin la amistad de Jesús».
En pleno siglo XXI cuando el Papa
Francisco pide un cambio profundo en el seno de la iglesia, hay obispos que
como recuerda el Santo Padre actúan como príncipes, se vanaglorian y se gustan
sentirse poderosos, pero como afirma Bergoglio el pueblo no les ama.
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