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domingo, 1 de marzo de 2015

EL “CAMINO REAL” TOLEDO-ANDALUCIA



A la muerte de Fernando III el Santo, rey de Castilla y León, le sucede su hijo Alfonso, a quién las crónicas señalan que fueron notorios los muchos problemas con los que este monarca se encontró al comienzo de su reinado. Alfonso X había logrado salir de Sevilla para tomar contacto con la realidad de los pueblos y gentes de su reino. Fue a la corte de Toledo, el punto hacia donde primero se dirigió. En la ciudad en la que el propio monarca había nacido ¿Es a lo largo de este viaje cuando decide refundar una villa fuerte en la abandonada Alarcos? No lo logró, con lo cual se decidió por la aldea próxima del Pozuelo de Don Gil, en el corazón de La Mancha. Decidiendo contrarrestar, simbólicamente, el poder de las órdenes militares, en especial la de Calatrava, dotándole de muralla a la nueva villa.

En efecto, en el trayecto hacia la ciudad imperial fijó su atención en aquel lugar del término de Alarcos, “atravesado por el antiguo camino árabe, que conducía de Córdoba a Toledo a través de Calatrava”. El privilegio fundacional fue concedido por el rey Sabio un año más tarde: el 20 de febrero de 1255. No obstante, otras varias han sido las hipótesis que se han barajado con respecto a los verdaderos motivos de esta fundación. Sin embargo, se vio a primera vista que Alfonso X ponía un especial interés en la proyección de Villa Real. Por otra parte, el lugar debía ser considerado con simpatía por el monarca, ya que 10 años antes su padre Fernando el Santo y su abuela doña Berenguela habían celebrado aquí un encuentro en 1245. ¿Qué camino utilizaron ambos personajes reales para llegar hasta Pozuelo de D. Gil? Está documentado que transitaron a través del viejo camino de Córdoba a Toledo, ruta usada en tiempos muy anteriores a 1245. En efecto, el conocido camino fue trazado por los árabes para los desplazamientos Córdoba- Calatrava (la Vieja)-Toledo.

Así pues, Doña Berenguela había partido de la corte de Toledo y su hijo de la ciudad de Córdoba, para su reunión en Pozuelo. Existe un documento que lo corrobora; el 5 de abril de 1245, el rey Santo pasa por Calzada de Calatrava, y desde allí mismo expide un conocido privilegio, confirmando así su tránsito por las proximidades de dicho camino.

De la existencia de una bifurcación del Camino Real de Toledo-Córdoba, en el itinerario de Ciudad Real a Granada, lo recogía Hernando Colón, hijo del descubridor, quien nos lo describe de este modo: “…Cibdad Real… e fasta granada ay cuarenta leguas e van por la Puebla de Xabalon dos leguas de tierra algo llana e por la calzada romana quatro leguas e por el Viso cinco leguas e por Vilches siete leguas”…

Y en el siglo XVII el presbítero y cura de la parroquia de San Pedro, Joseph Díaz Jurado, menciona claramente que “…la cuarta (puerta) recibe los rayos del sol a mediodía… es la que corresponde al Camino Real de Granada (Puerta de Granada) con cuyo nombre se da a conocer”, mientras que la quinta, se abre desde esta Ciudad Real camino para Sevilla, y mirar a Alarcos, con cuyo nombre se conoce” (puerta Alarcos).

Soy de la opinión, que la entrada del Camino, luego llamado Camino Real de Toledo a Andalucía, en tiempos de Pozuelo de D. Gil anterior a Villa Real, desarrollaba su trazado a través de la aldea pozueleña.

Fue una calle muy principal entonces la calle Real, donde existían dos mansiones solariegas del Chantre de Coca y su familia, una, en la desaparecida Plazuela de Belmonte, y la descubierta hace no muchos años en esa misma calle.

Salida natural

La Puerta de Granada fue la salida natural hacia la ciudad de la Alhambra, aspecto suficientemente claro, cuando en una ejecución pública llevada a cabo en la Plaza Mayor de Ciudad Real (s. XVII), se depositaban miembros del cadáver del ajusticiado “en la puerta del camino Real que viene a esta ciudad desde Granada…” (Manuscrito del proceso de la Santa Hermandad Vieja de Ciudad Real, contra un reo preso en la cárcel de la Hermandad (Documento en la sala de Raros de la Biblioteca Nacional)

El tránsito a través del camino Real dio a conocer Ciudad Real, que aparece por vez primera en la literatura de creación, en el primer tercio del siglo XV, que es cuando Don Juan II concede el título de ciudad a Villa Real. Así es como aparece en la composición de “La Serranilla de la Zarzuela” (fragmento)

Yo me iba
mi madre,
a Villa Reale;
errara yo el camino
en fuerte lugare,
Siete días anduve…

En este poema se hace referencia al Camino Real, ya lo hemos dicho, uno de los más significativos en la España del Siglo de Oro, que cruzaba la población de Ciudad Real y buena parte de la actual provincia. Esta ruta la marcan todos los “repertorios de caminos de España” desde el muy principal de Villuga (1546), que cita también los lugares y ventas desde Toledo a Ciudad Real, para seguir el camino a Córdoba, señalando los lugares, aldeas o ciudades de Diezma, Orgaz, Los Yébenes, Guadalerzas, Darazután, La Zarzuela, Malagón, Peralbillo, Ciudad Real, Caracuel, Villamayor y Almodóvar, para seguir hasta el Muradal…

Por decisión de Alfonso X, Ciudad Real fue la ciudad fundada por la corona, es decir, de realengo, constituyendo el eje del camino de la Corte toledana a la antigua Al-Andalus, a través del Valle de Alcudía y Sierra Morena. Así perduró este destacado trayecto, único directo para llegar a Andalucía a través de nuestra ciudad, hasta finales del siglo XVIII.

José Golderos Vicario (Publicado en el diario Lanza el sábado 10 de julio de 2010 en la sección Opinión)


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