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jueves, 12 de marzo de 2015

EL SANTO CRISTO DE LOS TARUGOS


El desaparecido Cristo de los Tarugos de la Santa Hermandad fue procesionado a partir de 1929 por Hermandad de la Coronación de Espinas la mañana del Viernes Santo. Esta es una de las pocas imágenes que se conservan de este crucificado

El Santo Cristo de los Tarugos, así llamado por la forma y lo tosco de la cruz en que se hallaba enclavado, fue el emblema de la Santa Hermandad, nació con esta institución medieval en el reinado de D. Fernando IV el Emplazado (1295-1310) y lo llevaba en todos sus actos oficiales, así como la Cofradía de la Caridad cuando cumplía su misión de asistir y acompañar a los reos de muerte hasta el suplicio, para inspirarles, con la vista del Crucificado, consuelo y una dulce esperanza en aquel que asimismo aceptó la cruz para redimir al hombre. Por esta razón el Cabildo eclesiástico al regular por un acuerdo solemne las relaciones de las Parroquias y Cofradías en su concurrencia a los actos sagrados, señaló al antiguo Crucifijo el puesto honroso de ir tras la Cruz parroquial de San Pedro -1515- y disputándole después este privilegio las demás Cofradías lo ganó y le fue confirmado en juicio contradictorio.

Este crucificado se conservaba en la Parroquia de San Pedro, por este motivo la desaparecida Hermandad de la Coronación de Espinas fundada en 1923, por el abogado que llegó a ser alcalde de nuestra ciudad Francisco Herencia Mohíno, y que procesionaba la mañana del Viernes Santo, se dirigió, en el mes de febrero de 1929, por instancia al Obispo-Prior pidiéndole el privilegio de poder llevar procesionalmente este año el crucifijo de la vieja y Santa Hermandad de Ciudad Real y Toledo. El señor Obispo-Prior dio conformidad a perpetuidad el 7 de marzo.

El histórico crucifijo procesionaría en nuestra Semana Santa a partir de 1929 acompañado por dos filas de penitentes con túnica verde, color de los vestidos de los cuadrilleros de la Santa Hermandad, que llevaban a la altura del pecho los escudos de Castilla y León. Además iba escoltado por dos ciriales de hierro forjado de estilo renacimiento, de color verde y realizados por el cofrade Ángel Pérez Bermúdez. Por desgracia este histórico crucificado fue destruido en 1936 al inicio de la Guerra Civil Espeñola y la Hermandad de la Coronación de Espinas sería una de las tres que no se reorganizaron tras la Guerra Civil Española.

El destruido misterio de la Coronación de Espinas junto a su autor Felipe Coscolla en 1926, año que procesionó por primera vez

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