Miles de personas se concentraron en la
Plaza Mayor de Campo de Criptana (Ciudad Real) en la tarde del sábado para
participar en la Eucaristía de acción de gracias previa a la procesión
extraordinaria, también multitudinaria, organizada para conmemorar el 75
aniversario de tres de las hermandades de Pasión del municipio, las de Jesús
Nazareno, la Expiración y el Santo Entierro.
Flanqueados por cinco de los pasos de
las hermandades de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de la Soledad
Angustiada, el Santísimo Cristo de la Expiración y María Santísima de la
Esperanza y la Cofradía del Santo Entierro y Nuestra Señora de la Piedad, los
sacerdotes oficiaron esta misa que concitó a representantes de todas las
cofradías locales, autoridades municipales y numeroso público criptanense y de
otros lugares vecinos. Durante más de una hora, el párroco de Campo de
Criptana, Juan Carlos Camacho dirigió esta Eucaristía especial en la que todos
los asistentes dieron gracias por alcanzar este 75 aniversario de la fundación
o refundación de estas hermandades. La interpretación musical corrió a cargo de
la Coral Santa Cecilia, que dirige Maribel Beltrán.
Tras la misa dio comienzo la procesión
extraordinaria encabezada por Jesús Nazareno, portado en hombros como el resto
de los pasos. Entre rosas amarillas que decoraban el paso, encauzó su desfile
por la calle Virgen de Criptana, ante numerosos fieles apostados en las aceras
y acompañado por miembros de su Hermandad portando las medallas y cetros de la
misma. Como en otras ocasiones, el acompañamiento musical de Jesús Nazareno
corrió a cargo de la Asociación Musical Villafranca de los Caballeros (Toledo).
Siguiendo los pasos del Nazareno y llevada a hombros por niños, la Santa Mujer Verónica, paso de esta misma hermandad, se incorporó a la procesión mostrando en sus manos el lienzo con la cara de Cristo.
La Hermandad de la Expiración y María
Santísima de la Esperanza fue la siguiente en procesionar con su titular, el
Santísimo Cristo de la Expiración sobre un Monte Calvario hecho a base de rosas
rojas y otras flores moradas. La interpretación de las piezas musical fue obra
de su Banda de cornetas y tambores Santísimo Cristo de la Elevación.
La solemnidad del paso del Cristo
Yacente de la Cofradía del Santo Entierro y Nuestra Señora de la Piedad fue el
cuarto en incorporarse a este desfile procesional que recorrió las calles
Virgen de Criptana, Castillo, Reina Cristina, Tercia, Plaza del Pósito,
Cardenal Monescillo, Cervantes y Soledad. Las marchas musicales de este paso
las iba interpretando la Banda de Música Filarmónica Beethoven de Campo de
Criptana.
Finalizando la procesión, la imagen de
María Santísima de la Soledad Angustiada de la Hermandad de Jesús Nazareno,
vestida de blanco bordado en oro como su manto negro y fajín rojo. La
Asociación Musical Moteña de Mota del Cuervo (Cuenca) interpretó las piezas
musicales detrás de este paso. Tras la Virgen, las autoridades eclesiásticas que
oficiaron la misa, cerraban el cortejo.
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