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lunes, 15 de junio de 2015

LA PUERTA DEL ALCÁZAR DEL ALFONSO X


La puerta del torreón del Alcázar en 1953

Para el Excelentísimo Sr. D. Jacobo Roldán Losada, Gobernador Civil de Ciudad Real

Aunque sé que sois conocedor de nuestra historia y por ser presidente nato de la Comisión provincial de Monumentos Artísticos e Históricos a vos me dirijo, pues tenéis dados más que suficientes testimonios de una incomparable magnificencia y de un elevado interés por la Mancha.

Se trata de que está a punto de caerse, pues es un verdadero milagro que se sostenga más ni un solo día, la reliquia más venerable del glorioso pasado de Ciudad Real: La Puerta del que fue Alcázar, Palacio del fundador de esta Capital, el rey Alfonso X el Sabio.

Al levantar este insigne monarca, sobre el Pozuelo de don Gil, Villa Real, en 1255, se hace constar lo mismo en la crónica de su reinado que en los documentos del Archivo de nuestro Ayuntamiento, que lo primero que ordena, es la construcción de su Alcázar.

Estaba situado en la parte más alta de la población, como puede verse, y debió tener gran extensión, por el perímetro que hoy se aprecia fácilmente.

Puede decirse que desde la Puerta de Granada hasta donde se alza hoy el edificio del Reformatorio de Menores, teniendo por límite ese largo trayecto por la carretera de ronda o circunvalación, hasta la tapia o muralla que rodea por N. y S. el predio donde existe la famosa portada objeto de este artículo.

Está finca que fue del Marqués de Villamediana, al ver hará unos cincuenta años su estado ruinoso, a sus expensas fortificó la celebrada Puerta del Alcázar y así se ha sostenido casi hasta nuestros días.

No ha mucho tuve noticias por un visitante, que acompañó a un ilustrado turista arrecorrer los pocos restos históricos y artísticos de Ciudad Real, de que había inmediatamente que ponerle puntales u otros remedios para que no se desmoronase la vetusta Puerta del Alcázar.

Me puse al habla con el compañero de Academia y de la Comisión de Monumentos de la provincia, el M. I. Señor Dr. D. Emiliano Morales, vicedirector del Instituto de Enseñanza Media y Canónigo de la Santa Iglesia Prioral, pero por su estado casi grave entonces, hoy por desgracia fallecido hace pocos días, ha sido la causa de que no se haya podido cumplir nuestro proyecto de visitar al magnánimo Gobernador Civil, en el que teníamos fundadas esperanzas que había de poner remedio, con muy poco dinero, creemos que unos cientos de pesetas lo más a que se derrumbe tan preciado monumento de la historia local.

Una foto de los restos  del Alcázar del siglo XIX
 
Señor: Por esa Puerta entró repetidas veces el rey Alfonso X el Sabio y desde ese Alcázar dirigió sus embajadores al monarca francés San Luis, pidiéndole en matrimonio a su hija para su primogénito el Infante D. Fernando de la Cerda.

Este mismo en 1275, falleció casi repentinamente en dicho Palacio, cuando se disponía con sus tropas a guerrear contra los moros de Andalucía. En el mismo sitio se hizo proclamar primer heredero su hermano Sancho IV el Bravo, en perjuicio de sus sobrinos los nombrados infantes de la Cerda.

También nos dice la Crónica del vencedor del salado, que aquí se aposentó Alfonso XI y que hizo una de sus célebres justicias con los embajadores o enviados del Maestre de Calatrava, D. Juan Núñez, mandando les fueran cortadas las manos en su presencia por traidores, precisamente en plena calle y cuando iba a la iglesia, pues pasó en esta población la Semana Santa del año 1335.

En el Alcázar moraron los subsiguientes reyes como don Juan II de Castilla, que por cierto le sorprendió en esta morada un terremoto o temblor de tierra, cuando estaba durmiendo la siesta saliendo al campo por una puertecilla o poterna que había en la muralla.

Los reyes católicos aquí estuvieron también, después de vencer al rey de Portugal, caballero paladín de doña Juana la Beltraneja y al maestre don Rodrigo Téllez de Girón, que se apoderó por sorpresa de Ciudad Real.

Por cierto que entonces concedieron a Ciudad Real unas casas donde está hoy la Farmacia de Calatayud para hacer en ellas el Ayuntamiento anterior al edificio actual.

Excmo. Sr. D. Jacobo Roldán Losada, digno Gobernador Civil de la Provincia, a vos como presidente nato de la Comisión Provincial de los Monumentos Artísticos e Históricos respetuosamente me dirijo, para que como hacéis siempre con mano noble y generosa, salvéis al Torreón del Alcázar.

EMILIO BERNABEU. Académico Correspondiente de Historia. (Diario Lanza, miércoles 11 de enero de 1959, página 2)


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