Imagen
de Santa María de Valvanera que se venera en la Rioja en el monasterio de de
Valvanera en el término municipal de Anguiano
Nos dicen las crónicas, en lo antiguo,
el “ciudadrrealico” de aquellos antiquísimos tiempos, encajaba y demostraba su
fe mediante la organización de piadosas cofradías. Pero eso sí, guardando todas
las distancias sociales que separaban a unos y otros.
Parece que tenía la nobleza sus santas
hermandades. Se acogían en ellas los caballeros, hidalgos, solariego, etc. Para
pertenecer a las mismas se miraba mucho la limpieza de sangre, los ilustres
nacimientos y poseer no pocas ejecutorias. Por esta causa, no tenían por
costumbre admitir en sus filas al pueblo llano. Se acogían bajo el patrocinio
del Apóstol Santiago.
Resulta obvio decir, que la fe no la
tenían ellos en exclusiva, también las clases menos preclaras se organizaban
según sus propios criterios acogiendo en ellas a hombres del campo, artesanos,
oficiales, pecheros, etc. Según nos narra Delgado Merchán, se amparaban bajo el
patronazgo de Santa María de Valvanera. En la obra Documentada del citado
autor, encontramos las constituciones de toda su organización. Están en ella
toda la rivalidad que existía entre los distintos grupos. Aflora en sus textos
las envidias, -copiamos del mismo- “que
no sea acogido ome ninguno que sea caballero, ni escudero ni otro Fidalgo… por
cuanto traerá gran daño al cabildo que se podría perder por recoger hombre
poderoso”.
Las ordenanzas que mantenían unos y
otros nos asombran hoy. No podemos entender a la altura ya de nuestra época,
cómo y dentro de la misma fe, campeaba cada uno por los derroteros que más les
convenía y que tan enemigos fuesen en sus desigualdades.
Sobre las reseñas históricas que
actualmente tenemos sobre la imagen que patrocinaba la Asociación de los
humildes no tenemos mucha documentación en cuanto a sitio en el que se ubicaba
su santuario. Lo ignora el mismo historiador. Aunque según sus reflexiones nos
dé una pista. Creé él, que la ermita o monasterio de Valvanera, pudo estar
situado a orillas del río Guadiana y en lo que después se conoció como el caserío
de Santa María y de la que tomaría nombre la histórica Puerta que aún existe.
Nos cuentan también las crónicas cómo
los ciudarrealeños celebraban las fiestas en honor de la imagen el día 8 de
septiembre en la Natividad de la Virgen María, que, bajo la advocación de
Valvanera significó mucho en la fe Mariana de los creyentes de nuestro pasado.
Y que el autor de aquella Historia documentada, para dejarnos la veracidad de
todo ello, nos señala constar las constituciones en “el Libro Mudo” de la
parroquia de San Pedro. Dándonos con eso señal su pertenencia a la entidad
parroquial, y, que se remontaba nada menos al año 1441.
La antigüedad descrita nos da ocasión y
a pesar del tiempo y de la mucha separación de clase, la fe de los antiguos
cristianos de Ciudad Real, fue siempre constante y fecunda, fortaleciendo así
su testimonio de tanto “Cristiano Viejo”, que, como título honroso ostentaron
tantos creyentes de la tierra manchega.
Enriqueta
Fernández Mera (Diario Lanza, jueves 1 de febrero de 2007, página 4)
Caserío
de Santa María del Guadiana, lugar en el cual pudo estar la antigua ermita de
la Virgen
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