Esta tarde procesiona de forma
extraordinaria el paso de palio de Nuestra Señora de la Soledad, con motivo del
450 Aniversario de los primeros datos escritos que conoce hasta la fecha la
Cofradía. Este descubrimiento fue gracias a mí y a Liberto López de la Franca, que
en nuestro afán por desenterrar la historia de nuestra ciudad, dimos con las
ordenanzas fundacionales de muchas cofradías de penitencia capitalinas y
otros documentos históricos de cofradías de penitencia y gloria ciudadrealeñas, en el archivo
del Arzobispado de Toledo. Después estos datos verían la luz en el libro que
publiqué en el año 2002, “Semana Santa en Ciudad Real, Historia de una
tradición”, apropiándose de ellos ciertas juntas de gobierno de las cofradías
penitenciales de nuestra ciudad, como si ellos hubieran sido los descubridores
e ignorando a los que sí lo hicieron, aunque gracias a ellos celebren
aniversarios que hasta el año 2002 eran impensables.
Pero mi entrada en el blog hoy está
dedicada a la primera historia que se publicó de la Cofradía de la Soledad en
el año 1998, y de la también fui su autor.
Este primer trabajo sobre la historia de la Cofradía de penitencia más
antigua de nuestra Semana Santa, lo inicie años antes, cuando formaba parte de
la Junta de Gobierno de la Cofradía, siendo Hermano Mayor, D. Enrique Oliver
Cruz.
En este primer libro recogí los datos
que hasta la fecha se conocían de la Cofradía y que se conservaban en el
archivo de la misma, situando la fundación de la Cofradía en el año 1748, es
decir más de dos siglos después de su verdadera fundación. A partir de ahí
intente reconstruir la historia de la Cofradía, con las fechas conocidas y reseñadas
en pregones y artículos publicados en las guías de nuestra Semana
Santa, junto a los datos recogidos en el libro de actas de la Cofradía hasta el
año 1997. Un pequeño gran trabajo que se convirtió, en el primer libro
publicado en Ciudad Real sobre la historia de una Cofradía de penitencia.
El libro se presentó en el salón de
actos del edifico conocido como “Nuevos Ministerios”, el miércoles 25 de marzo
de 1998, acto en el que aparte de intervenir yo, lo hizo el Hermano Mayor ya
citado y el entonces Concejal de Cultura, D. José Mayor.
Sirva este recuerdo del primer libro
editado sobre la historia de una Cofradía de Penitencia en nuestra ciudad, para
reconocer el trabajo de tanta gente que a lo largo de los años lucharon por la
Cofradía de la Soledad junto a mí y que
forman parte de la historia reciente de la misma y que son junto a los ya
desaparecidos, D. Enrique Oliver Cruz, D. Carlos Naharro Arteche y Dª. Carolina
Herrera Calvo, los siguientes cofrades: D. José Pozo Delgado, D. Francisco Vera
Caballero, Dª. Maria Teresa Laguna Calzado, D. Reyes González González, Dª. Isi
Serrano Espadas, Dª María del Carmen
Muñoz García, Dª. María Elisa Medrano,
Dª. Emilia Cañas Moraga, D. Francisco Blanco Mena, D. Felix Barrera Sánchez, D.
Emiliano Tristán Arenas, D. Isidro Fernández Plaza, D. Antonio Gómez Anguita,
D. Valentín Rabadán Hernando, D. Higinio Zamorano Lara y Dª. Dolores Miguelez
Migallón. A todos gracías por mantener durante tanto tiempo la devoción de la Soledad y Amargura en esta desagradecida Ciudad Real Cofrade.
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