Ayer fue uno de los días más tristes de mi vida. Tras quince años junto a mí y mi madre nos dejó
Tines, un perro bueno, fiel y sin duda el mejor amigo a quien nunca olvidaré.
Con lágrimas sobre mis mejillas, te
escribo la carta que nunca quise tener que escribirte Tines. Sé que a muchos
le parecerá ridículo, pero a mí me da igual, ya que desde que naciste, has
estado junto a mí y mi familia haciéndonos muy felices. Hicimos lo imposible
para cuidarte y quererte, porque eras parte de nosotros. Nunca dejaste de
saludarme con tu cola llena de emoción cada vez que llegaba a casa, y siempre
recordaré los golpes en mi mano que me
dabas en la cama, para que te cogiera y así
velar mi sueño o te sacara cada mañana.
Siempre cuidaste de mi madre y de mi,
cualquier golpe de tos, lamento o movimiento que tu sospecharas era raro, hacia
que rápidamente te levantaras y te acercaras a nosotros, nos miraras con tus
ojos amables, hasta que oías decir “estamos bien, no pasa nada”.
Estoy en paz porque sé que estas en
mejor lugar. Sé que estas en el cielo disfrutando con tu madre Kuka, que nos dejo
hace dos años y tus primos Mozart y Pitu. Espero que estéis todos corriendo por
hermosos prados y cielos perfectamente azules.
Nunca te remplazare, y a pesar de que ya
no estamos juntos físicamente, siempre permanecerás en mi corazón y en mi alma.
Doy gracias a Dios por haber creado los
perros, en especial a ti, en mi soledad has estado conmigo y me has dado ese
amor incondicional, en momentos amargos de mi vida ahí estabas para quitarme
esas penas, nunca podre agradecerte ese amor incondicional, tú has muerto con
la dignidad de estar conmigo hasta el final, con mi cariño y mis lagrimas, te
recordare siempre Tines. Me despido de ti para toda la eternidad, se que
llegara el día que tu y yo caminaremos y pasearemos por los prados del cielo, adios
amigo. Gracias por todo Tines.
Mucho ánimo Emilio, el amor que nos dan es de las cosas más grandes que puede disfrutar una persona. Siempre estará viva en vuestro recuerdo.
ResponderEliminarDEP Tines