Tras el derribo del viejo Ayuntamiento, algunos se han quedado asombrados del panorama abierto que ha quedado y, entusiasmados, han empezado a pedir firmas para que el espacio siga libre y el Ayuntamiento se erija en otro sitio. Entre éstos, hay subdivisiones. Unos, que se levante enfrente, en el lugar del primitivísimo Ayuntamiento; otros, que en la Audiencia frente a la Diputación y, otros, que sobre el solar de “Las Once Puertas”. Otra fuerte corriente es partidaria de la plaza cerrada, de que el Ayuntamiento nuevo se levante sobre el mismo solar del antiguo, pero que el estilo de la Plaza se acomode al nuevo edificio. Aducen que, en una ciudad castellana, una Plaza cerrada, en el corazón de la ciudad, es fundamental y característica y el emplazamiento actual inigualable, toda nueva, claro.
El obstáculo mayor para los de la
primera opción, la del espacio abierto, es que hay un acuerdo plenario del Ayuntamiento,
que el proyecto ya está hecho, que el Ayuntamiento no tiene dinero para otras
expropiaciones y que, para acomodar el espacio abierto de la ciudad, haría
falta una nueva reestructuración de está, tanto por la calle General Aguilera,
donde hay edificios de recientísima construcción, como por la parte de Toledo y
Caballeros que también deberían desembocar en ese espacio libre.
De todos modos, para que ustedes sigan
discutiendo, ahí tienen la Plaza, vista por Herrera Piña, desde un extremo y
desde el otro. El domingo, es un buen día para que, en tertulias y “peñas”, se
discuta acaloradamente de estas cosas, que, en suma, entrañan cariño a la
ciudad, por un extremo y por otro. Claro que nadie asiste a las sesiones
municipales y nadie se preocupa de hacer campaña cerca de los concejales,
representantes del pueblo, ante de los acuerdos, sino después de que estos
estén tomados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario