El viejo
ayuntamiento y Plaza Mayor a principios del siglo XX
D. Domingo Clemente en su “Guía de
Ciudad Real”, publicada en 1869 describe así la entonces Plaza de la
Constitución, actual Plaza Mayor:
“Aun
cuando no de forma regular, pues que es un trapecio de poco mas de 4.000 metros
cuadrados, no por eso deja de ofrecer cierta simetría esta plaza, construida en
tiempo de Fernando VI. Al repararla en el año 1860 se procuró que su decorado,
aunque sencillo, caracterizase del mejor modo posible este sitio, y se
consiguió efectivamente a pesar de los grandes obstáculos con que se luchó para
no hacer gravosa esta reparación a los dueños de las casas, y también por la
mezquina altura que tienen los pisos, empleándose al efecto el género greco-romano.
Los edificios en tres de los lados del trapecio son de tres pisos. El bajo
forma una galería en su crujía exterior, dividida con robustos pilares de
piedra sillería, perteneciente al orden toscano, con las molduras de sus
pedestales y capiteles labrados con poco esmero. Sobre estos pilares, y
agregados a las carreras y tocas zapatas que antes tenían se voltearon arcos
elípticos sumamente rebajados, pero que les han hecho aparecer con proporciones
más desahogadas: una cornisa de bastante riqueza en moldura corona este piso,
teniendo cartelas pareadas en la parte que cae sobre los pilares. El piso
principal es más rico, pues todos sus vanos son de medio punto, y la división
de claros la forman pilastras estriadas hasta un tercio de su altura con lindos
capiteles y basas. Las ventanas están sobre recuadros de bastante realce y orladas
de unas pequeñas pilastras, también con sus capiteles hasta la altura de los
arcos, sobre los que descansa airosa una bien moldada archivolta. Los balcones
son pequeños y de poco vuelo, pero de gracioso dibujo sus cenefas y
balaustradas. Una bonita imposta corona este piso, y recibe al tercero, cuyos
vanos colocados exactamente en los ejes de los inferiores no aparecen, si bien
airosos, con la riqueza de los del principal. Están de forma que sirven de
antepecho, cerrados por tabiques hasta la altura de un metro, y son de arco de
círculo rebajado. Los claros se hallan igualmente divididos con pilastras, pero
no de tanto adorno como las principales. Por último, a este tercer piso corona
una preciosa cornisa con modillones, y sobre ella y para evitar el feo aspecto
que presentarían las diferentes horizontales, que forman las cubiertas, tiene
un ático dividido a su vez con pilastras y terminado por otra pequeña cornisa.
Un
dibujo de la época de la antigua fuente de Hernán Pérez del Pulgar que se
encontraba en la Plaza Mayor
El
pavimento de la plaza está perfectamente empedrado con canto menudo, y en el
centro de ella se destaca la fuente erigida en honor de Hernán Pérez del Pulgar
el de las Hazañas.
Compónese
este sencillo monumento de un robusto pedestal sobre el que ha de colocarse la
estatua de aquel esclarecido hijo de la capital, teniendo en cada uno de sus
cuatro frentes una preciosa concha, la cual recibe el agua que arroja por la
boca un delfín, y después la vierte en un gran recipiente circular. Los árboles
que en derredor de la fuente se elevan y la elegante verja de hierro que la
circuye prestan a este sitio belleza, y hacen que el conjunto ofrezca un bonito
y agradable aspecto. En el frente del pedestal que mira a las Casas
Consistoriales haya una lápida de mármol con la siguiente inscripción en letras
de oro:
HERNAN
PEREZ DEL PULGAR
EL
DE LAS HAZAÑAS
NACIÓ
EN CIUDAD REAL EN 1451
Y
MURIÓ EN GRANADA EN 1531.
LA
CIUDAD NATAL CONSAGRA
ESTA
MEMORIA AL SEÑOR DE LOS
MOLINOS
DE TREMECEN,
AL
HEROE DE ALHAMA, DEL SALAR,
DE
GUADIX, DE SALOBREÑA,
DE
GRANADA Y DE MONDEJAR.
Así
era la puerta de entrada al viejo ayuntamiento con su escalinata
AYUNTAMIENTO O CASAS CONSISTORIALES
Hállase
este edificio ocupando el lado menor del trapecio que forma la plaza de la
Constitución, habiendo sido construido en el presente año. Su planta se compone
de tres crujías terminadas simétricamente y en degradación de N. a S., y se
eleva sobre un gran zócalo de un metro de altura, el cual se salva con una amplia
escalinata de seis batientes con subida de frente y por los costados: esto por
la parte de la fachada principal. Desde la escalinata se penetra en el vestíbulo
que es octogonal, a cuyo frente se halla el tiro central de la escalera
principal, del cual parten otros dos, uno a cada lado. En esta planta baja
encuentranse los despachos de los Teniente-Alcaldes, el cuarto del repeso etc.
Tiene
también el edificio entrada directa por la fachada de la calle de los Arcos por
medio de otra escalinata, a la que precede otro pequeño vestíbulo, que se relaciona por ambos lados con la escalera
principal.
En
la planta alta se han colocado el salón de sesiones, la secretaría, el archivo
y los despachos del Alcalde y el Secretario. El desembarco de la escalera es
precioso y toda la caja de ella, pues en los ángulos tiene hornacinas propias
para la colocación de estátuas, y en el lienzo del centro y para iluminar la
escalera una graciosa ventana de tres arcos divididos con pilastras y con sus
vidrieras de colores. También tiene una pequeña escalera para la torre del reloj,
que es atrevida y se halla fundada sobre cuatro arcos.
El
indicado salón de sesiones está sencillamente decorado, pero presenta cierto
aspecto de grandeza, en lo bien proporcionado de sus pilastras con capiteles de
follaje y esmeradamente estriadas, sobre las que aparece apoyar la gran
escocia, teniendo en la parte central un rosetón muy bien moldado: su longitud
es de 13 metros y su latitud de 6; siendo la balaustrada de la plataforma de
escayola, y de mucho gusto sus balaustres.
Primera
planta de la vieja Casa Consistorial
En
cuanto al decorado del edificio en las tres fachadas que presenta, distinguese
el cuerpo bajo por su severidad, poco atavío y robustez en sus detalles,
consistiendo en unos pequeños resaltos almohadillados en los centros, gruesos
amagos de pilastras en los extremos, y arcos escarzanos y de medio punto para
todos los vanos de las puertas y ventanas, diferenciándose únicamente los de la
fachada principal por llevar un poco mas de riqueza en sus guarniciones y
repisas. Este piso se halla coronado por una imposta moldada todo alrededor
para que la divida del superior, en el cual la decoración tiene más adornos
tanto en la fachada principal como en las demás.
Vista
del Ayuntamiento desde la calle Cuchillería en 1961
En
aquella, que es la que da frente a la plaza, se ha empleado el mayor lujo
posible. Su zócalo con molduras en la parte superior e inferior, sirve de base
para las pilastras de orden compuesto con basa ática, con sus capiteles de
follaje y estriadas en sus dos tercios, dividiendo estas los diferentes grupos
de pabellones y frontones. Todos los vanos de los entrepaños tienen sus
guarda-polvos con triangulillos en los que se ostentan las armas de la ciudad,
y medios puntos en el centro figurando estar sostenidos por otras pequeñas
pilastras estriadas. En el grupo central hay un gran balcón corrido al
descubierto con la balaustrada de escayola, así como también los antepechos de
los vanos de los pabellones, estando los de los entrepaños cerrados con fábrica
hasta la altura de los balcones, pero formando bonitos recuadros en los cuales
se ostentan unos lindos y bien entallados rosetones. Corona todo este cuerpo
una gran cornisa de piedra de Novelda, y sobre ella una balaustrada
interrumpida solamente por el ático que ocupa todo el grupo central. Es este de
mayor altura y en él se ha colocado la lápida de la Constitución de piedra de
mármol, pero muy bien orlada. Sobre esta y en el vértice del frontón, que
forma, se halla el escudo de las armas de la ciudad cogido por dos grandes genios.
A cada lado del frontón hay una estatua, que representan la Justicia y la
Prudencia. Los pabellones formados a cada uno de los lados de la fachada están
asimismo terminados por frontones sumamente graciosos, y sobre sus vértices y
esbelto pedestal las estatuas de la Industria y la Agricultura. En el tímpano
de los frontones laterales de esta fachada hay escudos de armas de Castilla y de la ciudad,
muy bien orlaos por racimos de vástagos de sarmientos y hojas de acanto. La
ornamentación de las fachadas lateral y posterior consiste en almohadillados en
los ángulos, habiendo recuadros en los entrepaños, y en todos los vanos
guarniciones de piedra de Novelda muy bien moldadas: las pilastras que afectan
sostener los frontones son lisas, y sin follaje los capiteles. Son notables sin
embargo en estas dos fachadas las ventanas centrales y particularmente la que,
por la fachada posterior ilumina la escalera, terminando con un hermoso frontón
de cuyo tímpano hay un gran ojo circular.
Y,
por último, da un realce extraordinario al edificio la graciosa torre que
arranca en la parte media de las cubiertas, guardando las más estricta simetría
entre uno y otro lado. Es cuadrada, de tres cuerpos sencillamente decorados,
siendo el último el más rico en detalles, pues tiene pilastras con graciosos
capiteles, y en su parte media simula unos arcos que le dan mucha visualidad y
cierto aspecto de ligereza que agrada: la cornisa es de piedra de Novelda y
sumamente graciosa. Termina esta torre un elegante y sencillo chapitel, y sobre
él hay un armazón de hierro muy vistoso, en el cual se halla colocada la
campana del reloj, rematado con una pequeña caperuza de plomo que sostiene una,
al parecer aislada, estrella o grifo.”
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