Inscripción
en la ventana que nos recuerda del día que la Virgen salió procesionalmente a
la calle en acción de gracias
En la entrada que publicaba ayer,
hablaba de las consecuencias de la mal llamada “Gripe Española” y como los
ciudadrealeños pidieron, como siempre lo habían hecho a lo largo de los siglos,
la intercesión de nuestra patrona, Nuestra Señora del Prado, para que cesara la
misma, bajándola a la nave catedralicia y sacándola en procesión.
Otra de las consecuencias del
agradecimiento de los hijos de Ciudad Real hacia su Patrona, por la disminución
de los casos de gripe en nuestra ciudad, a partir de las rogativas que se le
hicieron, fue la decoración exterior de la ventana del camarín.
Hasta el año 1918, la ventana exterior era
igual que la del resto de los pisos inferiores, sin ningún tipo de decoración. Fue
a raíz de la expansión de la pandemia de la gripe, de los cientos de
fallecimientos, de las rogativas a la Virgen, de su salida procesional, y el
comienzo de la disminución de los casos en nuestra ciudad, cuando se plantea
decorar la ventana del camarín en agradecimiento a nuestra patrona.
La
ventana fue diseñada por el pintor ciudadrealeño, D. Ángel Andrade Blázquez,
siendo realizadas las escayolas de los relieves por el escultor y profesor de
la Escuela de Artes y Oficios de nuestra ciudad, D. Tomás Argüello García
La decoración de la ventana fue diseñada
por el pintor ciudadrealeño, D. Ángel Andrade Blázquez (Ciudad Real,
1866-1932), siendo realizadas las escayolas de los relieves por el escultor y
profesor de la Escuela de Artes y Oficios de nuestra ciudad, D. Tomás Argüello
García (Valladolid 1887-Baeza (Jaén) 1922). Ángel Andrade planteó una
decoración neobarroca y su decoración arranca de dos grandes ménsulas situadas
a ambos lados, decoradas con un rostro humano que está encuadrado en dos
molduras espirales, a modo de volutas. El vano está flanqueado por dos
pilastras con forma de triángulo invertido (estípites), y en su parte central tiene adornos
vegetales, de guirnaldas y flores. Sobre estas pilastras hay un friso con
molduras cóncavas y convexas, y encima se da una decoración vegetal.
En el remate superior a modo de frontón,
hay una cartela con una inscripción dedicada a la Virgen, está rodeada de dos
angelotes sedentes que presentan en sus manos frutas. Rematando la ventana se
hallan unos pináculos de formas geométricas. A ambos lados de la ventana
destacan dos grandes faroles de forja.
Encima de la misma ventana por la que,
desde los años cincuenta del siglo pasado, muchos ciudadrealeños veneramos a la
Virgen cuando el templo está cerrado, aún hoy en día puede leerse la siguiente
inscripción: “19 NOV(iembre) 1918”, en recuerdo del día que la Virgen salió
procesionalmente a la calle en acción de gracias.
Vista
del exterior del camarín de nuestra Patrona
Este año para celebrarlo hay que hacer una Procesión magna en Ciudad Real, en la que participen todas las Hermandades de Pasión.
ResponderEliminarEste año para celebrarlo hay que hacer una Procesión magna en Ciudad Real, en la que participen todas las Hermandades de Pasión.
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