Hermanas
de la Santa Cena por la Plaza de Agustín Salido, dirigiéndose a la Parroquia de
Santiago, para la salida procesional del Jueves Santo en los años sesenta del
siglo pasado
La mujer en las cofradías de la Semana
Santa de Ciudad Real, al igual que en casi toda España, hasta mediados de los
años setenta del pasado siglo XX, tenían vetado poder ser hermanas en muchas
hermandades y cofradías, donde se les aceptaba, no podían vestir la túnica
nazarena, ni formar parte de las juntas directivas de la misma, existiendo en
las hermandades dos listados independientes, uno de hombres y otro de mujeres.
Lo que si nos diferenciaba en Ciudad Real,
al resto de las hermandades y cofradías de muchos lugares de nuestro país, es
que en nuestra Semana Santa en las cofradías y hermandades donde se aceptaban mujeres, estas formaron parte las Juntas Directivas, al ser las responsables de la Sección de
Mujeres, que se habían constituido en las diferentes cofradías donde se
admitían a estas; como es el caso de la Hermandad de Nuestra Señora de la
Soledad, que en su reorganización de 1928 nombró a Dª. Guía Gallego de Frías,
como Presidenta de Señoras, y admitió como Vocal de la Junta Directiva a Dª.
Mercedes Martín de Pinilla y a Dª. Celia Ruiz de Pérez, como Camarera. Esta sería
la única Hermandad de nuestra Semana Santa, donde podían procesionar las
mujeres vestidas de mantilla, acompañando a la Virgen la noche del Viernes
Santo.
Otra diferencia con el resto de las
cofradías de España, es que en nuestra ciudad algunas hermandades dejaron sus
salidas procesionales de la Semana de Pasión para las mujeres, y la salida procesional
de Semana Santa para los hombres, como hicieron la Hermandad de Nuestro Padre
Jesús Nazareno el Domingo de Pasión, donde podían alumbrar las mujeres,
reservando la noche del Jueves Santo para los hombres que vestían la túnica; y la Hermandad de Nuestra Señora de
los Dolores de Santiago, con el Viernes de Dolores para las mujeres y la
tarde-noche del Jueves Santo para los hombres.
La
Hermandad de Nuestra Señora de la Soledad fue pionera en incorporar a la mujer
en su salida procesional de Semana Santa
Otro ejemplo de la incorporación de la
mujer a nuestra Semana Santa, se produjo en 1944 en la Hermandad del Silencio, cuando
se constituyó dentro de ella, una hermandad con autonomía propia, solo formada
y dirigida por mujeres, cuya primera Hermana Mayor fue Dª. Carmen Cortinas, que
era la Hermandad que procesionaba y daba culto a la Virgen del Mayor Dolor.
Esta Hermandad de mujeres se fusionaría en 1974 con la Hermandad del Silencio,
desapareciendo el cargo de Hermana Mayor que existió hasta la fecha referida.
Es de reseñar el pulso que mantuvo la
Hermandad de la Santa Cena con el Obispado en el año 1963, de cara a su primera
salida procesional de 1964, ya que el entonces Obispo-Prior, D. Juan Hervás, se
oponía en un primer momento a que las mujeres vestidas de mantilla, pudieran
formar parte del cortejo procesional del Jueves Santo, argumentando que no era
costumbre ni tradición en nuestra Semana Santa; pero al final cedió y en un
pleno de la Asociación de Cofradías se aprobó que las hermanas vestidas de
mantilla desfilaran tras la cruz de guía, a continuación el estandarte y
después los hermanos de túnica, lo que supuso una gran innovación en la Semana
Santa de aquellos años.
Lo que si tenían prohibido en nuestra
ciudad las mujeres, era vestir la túnica de hermano de las diferentes
Cofradías, y en muchas de ellas antes de la salida de la procesión, hacían
levantarse el capillo a los nazarenos, y si descubrían que eran mujeres, las
expulsaban del cortejo procesional. No fue hasta el año 1975 cuando se comenzó
a permitir que las mujeres vistieran la túnica de hermano y se incorporaran a
las cofradías con los mismos derechos que los hombres, siendo la pionera en
ello la Hermandad de la Oración en el Huerto, quien lo aprobaría en su junta
general del 10 de marzo del citado año, y nombrando en 1976 a las tres primeras
mujeres que formaron parte de su Junta Directiva y que fueron: Dª. Ángela
García-Minguillán Talavera, Dª. María de los Ángeles Vera del Real y Dª. María
del Carmen del Hoyo.
Consuelo
García Balaguer primera mujer que formó parte de la Comisión Permanente de la
Asociación de Cofradías en el año 1985
La primera mujer, que llegó a formar
parte de la Comisión Permanente de la Asociación de Cofradías, fue Dª. Consuelo
García Balaguer, en el año 1985, y tres años más tarde, es decir en 1988, Dª.
Adela Richard Tolsada, se convertiría en la primera mujer Hermana Mayor de una cofradía de penitencia de nuestra
ciudad. Siete años más tarde, en 1995, sería nombrada Hermana Mayor de la
Santísima Virgen de la Misericordia, Dª. María del Prado Murcia Peco,
convirtiéndose en la segunda mujer Hermana Mayor de nuestra Semana Santa.
A partir del referido año de 1975, y
hasta el año 2000, muchas fueron las mujeres que ocuparon cargos en Juntas
Directivas, y alguna de ellas como Adela y María del Prado, los cargos de
máxima representación. Después del año 2000, han sido muchas las mujeres
elegidas como Hermana Mayor, pero sin duda las pioneras, las que rompieron
barreras en nuestra Semana Santa, fueron todas esas mujeres que desde 1975 y
hasta el año 2000, formaron parte de las diferentes juntas directivas de las
hermandades y de la Comisión Permanente de la Asociación de Cofradías, ya que
las que alcanzaron estos cargos a partir del año 2000, ya se habían encontrado el
camino hecho y dentro del mundo cofrade se veía con toda normalidad.
Adela
Richard Tolsada fue elegida en el año 1988 primera mujer Hermana Mayor de una
Hermandad de nuestra Semana Santa
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