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martes, 10 de marzo de 2020

LAS MUJERES PIONERAS DE NUESTRA SEMANA SANTA


Hermanas de la Santa Cena por la Plaza de Agustín Salido, dirigiéndose a la Parroquia de Santiago, para la salida procesional del Jueves Santo en los años sesenta del siglo pasado

La mujer en las cofradías de la Semana Santa de Ciudad Real, al igual que en casi toda España, hasta mediados de los años setenta del pasado siglo XX, tenían vetado poder ser hermanas en muchas hermandades y cofradías, donde se les aceptaba, no podían vestir la túnica nazarena, ni formar parte de las juntas directivas de la misma, existiendo en las hermandades dos listados independientes, uno de hombres y otro de mujeres.

Lo que si nos diferenciaba en Ciudad Real, al resto de las hermandades y cofradías de muchos lugares de nuestro país, es que en nuestra Semana Santa en las cofradías y hermandades donde se aceptaban mujeres, estas formaron parte las Juntas Directivas, al ser las responsables de la Sección de Mujeres, que se habían constituido en las diferentes cofradías donde se admitían a estas; como es el caso de la Hermandad de Nuestra Señora de la Soledad, que en su reorganización de 1928 nombró a Dª. Guía Gallego de Frías, como Presidenta de Señoras, y admitió como Vocal de la Junta Directiva a Dª. Mercedes Martín de Pinilla y a Dª. Celia Ruiz de Pérez, como Camarera. Esta sería la única Hermandad de nuestra Semana Santa, donde podían procesionar las mujeres vestidas de mantilla, acompañando a la Virgen la noche del Viernes Santo.

Otra diferencia con el resto de las cofradías de España, es que en nuestra ciudad algunas hermandades dejaron sus salidas procesionales de la Semana de Pasión para las mujeres, y la salida procesional de Semana Santa para los hombres, como hicieron la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno el Domingo de Pasión, donde podían alumbrar las mujeres, reservando la noche del Jueves Santo para los hombres que vestían la  túnica; y la Hermandad de Nuestra Señora de los Dolores de Santiago, con el Viernes de Dolores para las mujeres y la tarde-noche del Jueves Santo para los hombres. 

La Hermandad de Nuestra Señora de la Soledad fue pionera en incorporar a la mujer en su salida procesional de Semana Santa

Otro ejemplo de la incorporación de la mujer a nuestra Semana Santa, se produjo en 1944 en la Hermandad del Silencio, cuando se constituyó dentro de ella, una hermandad con autonomía propia, solo formada y dirigida por mujeres, cuya primera Hermana Mayor fue Dª. Carmen Cortinas, que era la Hermandad que procesionaba y daba culto a la Virgen del Mayor Dolor. Esta Hermandad de mujeres se fusionaría en 1974 con la Hermandad del Silencio, desapareciendo el cargo de Hermana Mayor que existió hasta la fecha referida.

Es de reseñar el pulso que mantuvo la Hermandad de la Santa Cena con el Obispado en el año 1963, de cara a su primera salida procesional de 1964, ya que el entonces Obispo-Prior, D. Juan Hervás, se oponía en un primer momento a que las mujeres vestidas de mantilla, pudieran formar parte del cortejo procesional del Jueves Santo, argumentando que no era costumbre ni tradición en nuestra Semana Santa; pero al final cedió y en un pleno de la Asociación de Cofradías se aprobó que las hermanas vestidas de mantilla desfilaran tras la cruz de guía, a continuación el estandarte y después los hermanos de túnica, lo que supuso una gran innovación en la Semana Santa de aquellos años.

Lo que si tenían prohibido en nuestra ciudad las mujeres, era vestir la túnica de hermano de las diferentes Cofradías, y en muchas de ellas antes de la salida de la procesión, hacían levantarse el capillo a los nazarenos, y si descubrían que eran mujeres, las expulsaban del cortejo procesional. No fue hasta el año 1975 cuando se comenzó a permitir que las mujeres vistieran la túnica de hermano y se incorporaran a las cofradías con los mismos derechos que los hombres, siendo la pionera en ello la Hermandad de la Oración en el Huerto, quien lo aprobaría en su junta general del 10 de marzo del citado año, y nombrando en 1976 a las tres primeras mujeres que formaron parte de su Junta Directiva y que fueron: Dª. Ángela García-Minguillán Talavera, Dª. María de los Ángeles Vera del Real y Dª. María del Carmen del Hoyo.

Consuelo García Balaguer primera mujer que formó parte de la Comisión Permanente de la Asociación de Cofradías en el año 1985

La primera mujer, que llegó a formar parte de la Comisión Permanente de la Asociación de Cofradías, fue Dª. Consuelo García Balaguer, en el año 1985, y tres años más tarde, es decir en 1988, Dª. Adela Richard Tolsada, se convertiría en la primera mujer Hermana Mayor  de una cofradía de penitencia de nuestra ciudad. Siete años más tarde, en 1995, sería nombrada Hermana Mayor de la Santísima Virgen de la Misericordia, Dª. María del Prado Murcia Peco, convirtiéndose en la segunda mujer Hermana Mayor de nuestra Semana Santa.

A partir del referido año de 1975, y hasta el año 2000, muchas fueron las mujeres que ocuparon cargos en Juntas Directivas, y alguna de ellas como Adela y María del Prado, los cargos de máxima representación. Después del año 2000, han sido muchas las mujeres elegidas como Hermana Mayor, pero sin duda las pioneras, las que rompieron barreras en nuestra Semana Santa, fueron todas esas mujeres que desde 1975 y hasta el año 2000, formaron parte de las diferentes juntas directivas de las hermandades y de la Comisión Permanente de la Asociación de Cofradías, ya que las que alcanzaron estos cargos a partir del año 2000, ya se habían encontrado el camino hecho y dentro del mundo cofrade se veía con toda normalidad.

Adela Richard Tolsada fue elegida en el año 1988 primera mujer Hermana Mayor de una Hermandad de nuestra Semana Santa

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