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jueves, 11 de junio de 2020

JOAQUÍN MENCHERO Y OLARTE Y SU PALACETE DE LA CALLE DEL LIRIO


Joaquín Menchero y Olarte 1861-1934

Joaquín Menchero y Olarte, nació en Miguelturra en 1861, pero desde muy joven fijo su residencia en Madrid, llegando a convertirse en un conocido industrial, que poseía un almacén de alfombras en la Carrera de San Jerónimo 7 y 9 de la capital de España donde hizo fortuna. A lo largo de su vida, contrajo matrimonio tres veces, teniendo de los mismos solo una hija.

Menchero fue un popular aficionado taurino, temido por ganaderos y toreros, y considerado como una de las personas más competentes de España en asuntos taurinos. Fue amigo personal del torero Joselito, que lo hizo torear en Ciudad Real con fines benéficos.

A principios del siglo XX,  adquirió el palacete de Álvaro Muñoz en la calle del Lirio número 4, convirtiéndolo con el paso de los años en uno de los más lujosos de Ciudad Real. Aunque pasaba temporadas en Madrid, formó parte de la alta sociedad ciudadrealeña, llegando a ocupar el cargo de Primer Teniente de Alcalde en el ayuntamiento capitalino, Presidente de la Cámara de la Propiedad Urbana de Ciudad Real, y Presidente de la Hermandad del Santo Sepulcro de nuestra ciudad, cargo que ocupó hasta su fallecimiento ocurrido el 24 de diciembre de 1934.

Patio de la casa de Menchero de la calle del Lirio, con columnas con capiteles corintios. La fotografía fue publicada en la revista “Vida Manchega” el 25 de octubre de 1918 con motivo de la boda de la hija de Joaquín Menchero

Una descripción del palacete en época de Menchero, la podemos leer en el diario “El Pueblo Manchego” en su número del 14 de octubre de 1918. En la descripción que se hace del palacete, leemos que la fachada tenía una hornacina con la imagen de la Virgen del Prado, alumbrada por un farol, que era la única hornacina de la ciudad donde se ofrecía “mirada y consuelo del transeúnte cristiano”.

Tras cruzar la puerta de entrada, se accedía aún patio de columnas corintias, con zócalo de azulejos, decorado con “apuntes de Ricardo Marín el mago del lápiz, policromías taurinas de Adolfo Durá, y otros dibujantes, carteles auténticos (de un valor imponderable por su antigüedad) de corridas verificadas a fines del siglo XVIII y principios del XIX”.  En el piso bajo, se encontraba también la capilla, donde s estaba expuesto al culto la imagen del Santo Sepulcro, que procesionaba por las calles de Ciudad Real la tarde-noche del Viernes Santo, al ser Menchero el Presidente de la Hermandad.

En la escalera de acceso al piso principal pendía “una magnifica copia de La Rendición de Breda, más conocido por Las Lanzas de Velázquez.

Tiene el comedor la prestigiosa pátina del siglo XVII: mesa, sillones, bargueños, lámpara, vajilla, todo exhibe el entonado sello de la época.

En las galerías del piso principal vimos entre otros detalles que revelan el gusto artístico de los Sres. Menchero, -mayolicas, tibores, objetos varios talaveranos, etc.,- vimos un apunte de La Granjilla, original de Agustín Lhardy, dedicado a Dª María Luisa Cañellas, de Menchero.

Otra de las estancias que puede competir en suntuosidad y magnificencia con el hall es la alcoba a la que no falta ningún refinamiento, siendo a juicio nuestro el clon de la misma un soberbio tapiz de unos ocho metros de largo por uno y medio de ancho que luce en todo su testero. El tapiz es copia de La Gallina Ciega de D. Francisco Goya y Lucientes”.

Tras el fallecimiento de Menchero en 1934, el palacete fue vendido a la Diputación Provincial en 1942 y demolido en 2012.

Otra fotografía publicada en la revista “Vida Manchega” el 5 de septiembre de 1919 del palacete de Joaquín Menchero

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