Un involuntario accidente ha tirado por
tierra un pedazo de la historia de Ciudad Real. Lo que desde hace siete años
venía siendo el centro de la movida nocturna ciudarrealeña, El Ave Turuta,
arrastraba tras de sí una tan interesante como intensa vida.
La casa estaba enclavada en uno de los
más antiguos barrios de la ciudad, el de la Judería. En la calle llamada Compás
de Santo Domingo porque allí estaba enclavado el convento de los frailes. En
esta casa vivió la época de la Inquisición con especial protagonismo.
Muchos años después volvió a estar en
boca de la gente por un famoso crimen ocurrido después de la guerra civil. La
memoria popular recuerda cómo un hombre mató a hachazos a su esposa y la
enterró dentro de la casa hasta que fue descubierto.
Años después la casa pasaría a funcionar
como bar-bodega, llamándose ya El Compás de Santo Domingo hasta que sus
actuales propietarios se quedaran con él y lo reformaran para convertirlo en el
lugar marchoso por excelencia y cita obligada para los visitantes que venían de
fuera de la ciudad.
Epitafios
por el Turuta
«El
Ave Turuta lo es todo, era y será el lugar de referencia de tanta gente
distinta, de culturas tan heterogéneas que nunca podrá olvidarse», empieza
diciendo Vicente Ballester, una de las voces más conocidas en Ciudad Real por
sus programas en la cadena Rato de la capital. «Era el nexo, la unión de gente con ganas de divertirse y de pasarlo
bien, un santuario vamos. Han salido muchos novios de ese local, incluso
matrimonios -continúa diciendo Vicente- que han seguido yendo de casados. Ahora
yo estoy fuera de Ciudad Real, en Valladolid y cuando me enteré me causó una
impresión enorme porque no puedo olvidar que allí he pasado muchas horas
divertidas y miles de anécdotas. Incluso montamos nuestra propia productora
llegando a hacer algunos programas de televisión. ¡Menudas borracheras me he
cogido en el Turuta! Espero que Ángel y Rafa vuelvan a abrir pronto porque con
ellos al frente el Turuta será el mismo.»
José Ramón Negrete es el propietario de
otro local de moda en Ciudad Real capital, El piropo, y su versión sobre El Ave
Turuta es así de clara: «Yo cerraba mi
local y me iba a tomar la última copa al Ave Turuta. Desde luego era una
institución ya que ser el primero ya es mucho. Lo que ha pasado me entristece
porque era algo de todos. Además esto no me beneficia el negocio a mí ya que
siempre ha ido la gente de unos locales a otros. Seguro que volverán».
Para Pilar Naranjo, otra conocida
noctámbula, «El Ave Turuta era un sitio
muy agradable donde yo tenía un montón de amigos. Ya se sabe que te acostumbras
a ir a un sitio y repites con asiduidad. El que ahora haya pasado lo que ha
pasado no es bueno para nadie pero tampoco es tan trágico en estos momentos en
Ciudad Real porque, afortunadamente, existen bastantes sitios nuevos. Si
vuelven pueden perder su encanto aunque les deseo lo mejor».
Mientras, María Ángeles Gómez-Limón, que
fue Dulcinea de Ciudad Real y Maja de La Mancha en 1989, ni se había enterado. «La verdad es que ni lo sabía. He estado unos
días fuera y no me lo habían dicho. Lo mejor del local es que allí podían
convivir los que medio se caían por la borrachera y los que sólo iban a tomar
una copa. Cuando lo vuelvan a abrir, si esto se produce, habrá que ver si
consiguen llegar a donde habían llegado porque lo que no se puede negar es que
era un buen negocio. Menos mal que se están abriendo más sitios como La Plaza
del Pendón que van a seguir animando a esta ciudad.»
“Bisagra”
Nº 168, Revista Semanal Del 3 al 9 de marzo de 1991
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