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viernes, 15 de noviembre de 2019

LA ESCUELA-HOGAR SANTO TOMÁS DE VILLANUEVA



Su organización, labor que desarrolla y misión que cumple. Una entrevista con su joven director, D. Benigno Castejón

Hace tiempo que conocemos la obra extraordinaria y verdaderamente magnífica que están realizando los Salesianos al frente de la Escuela Hogar Santo Tomás de Villanueva, en ese local que podríamos llamar suntuoso, en que ha quedado convertido el antiguo «Hospicio», gracias a la generosidad de la Excma. Diputación. Para que nuestros lectores lo conozcan hasta en sus más íntimos detalles, hemos entrevistado al Director del Establecimiento, D. Benigno Castejón, salesiano, joven, inteligente, dinámico y con una gran simpatía, que conquista a todas cuantas personas trata. Tiene un entusiasmo sin límites por cuanto se relaciona con la Escuela-Hogar, y como ejemplo de esto, todos los que hemos presenciado las procesiones de la pasada Semana Santa, le hemos visto acompañando a la recién creada banda de tambores y cornetas de la Escuela durante todo el recorrido de ellas. Veamos, pues, lo que nos dice don Benigno:

—La Escuela-Hogar es fruto de una colaboración entre la Excma. Diputación Provincial y la Congregación Salesiana. Aporta aquella lo necesario para su funcionamiento con verdadera largueza y generosidad, entrega ésta su trabajo y su experiencia en la formación del alumnado.


—¿Qué diferencia existe entre el antiguo «Hospicio» y el actual Escuela-Hogar y qué requisitos son necesarios para ingresar aquí?

— El «Hospicio», con todo lo que representaba y significaba, desapareció hace tiempo. Haría falta que desapareciera también del vocabulario del pueblo. Aquellos caserones de España donde se «recogían» a los niños para darles asilo, van dando paso en todas las provincias a Escuelas y Hogares como el nuestro, que cumplen de verdad como tales. Escuelas de instrucción, de educación y de aprendizaje de un oficio con la mayor eficacia y dentro de las mayores comodidades precisamente porque lo han de necesitar más que nadie. Hogar, que supla en todo lo posible a la familia que un día tuvo que abandonar, cuando ésta se vio deshecha por la desgracia. Hoy, el 80 por 100 de nuestros alumnos, son huérfanos.

¿Requisitos? Es la Diputación quien admite y vela para que se cumpla la función específica del Hogar. Ser huérfano o carente de lo más perentorio para la vida, bien probado, son los requisitos indispensables para entrar a formar parte del alumnado de estas Escuelas.

— Don Benigno, ¿capacidad de niños?

— De 250 a 300 cuando estemos a pleno rendimiento. Le hablo de la sección de niños, ya que aparte está la de niñas dirigida magistralmente por las Hijas de la Caridad.


—¿Cómo es su organización general?

— Dos secciones bien diferenciadas dividen hoy sus 170 alumnos. Los pequeños, forman la enseñanza elemental. Están divididos hoy en tres clases graduadas, permanecen en ella desde los 8 a los 14 años. El deseo es que adquieran bien, como base para sus futuras enseñanzas, todos los conocimientos de la elemental. Un horario bien estudiado les lleva a lo largo del día, alternando con recreos, al aprovechamiento del tiempo y a crear en ellos hábito de estudio y de orden. En los dos últimos años se abre para ellos el camino de la enseñanza profesional con la iniciación y el preaprendizaje. Rotando por todos los talleres se despierta en ellos su verdadera vocación. Mediante un estudio de sus cualidades tratamos de colocarle en lo que ha de ser su vida.

— Y al cumplir los 14 años y hasta los 18 que tenemos entendido permanecen los muchachos e n el Hogar, ¿qué hacen?

—A los 14 años pasan a los talleres. Se está tramitando el reconocimiento oficial de la Sección de formación profesional, con objeto de que al terminar su aprendizaje, dispongan los alumnos, no solamente de los conocimientos de su oficio, sino su título de oficial industrial. A ello ya van encaminados en la actualidad los estudios acomodados en todo a los planes oficiales del Ministerio.


—¿De cuántos talleres disponen?

— Disponemos en la actualidad de talleres de mecánica en las especialidades de ajuste-matricería, torno y fresa, carpintería-ebanistería, imprenta, sastrería y zapatería. Este último estamos a punto de mecanizarlo y poder así preparar a los muchachos para el trabajo en fábricas de calzado.

—¿Pasan todo su día en el taller estos muchachos?

—Ni mucho menos. Unas cuatro horas aproximadamente. Luego completan los conocimientos con la tecnología del oficio y con dibujo industrial. Por las tardes disponen de tres horas y media para clases y estudio. Así atienden a estudios de matemáticas, física, gramática, etc., etc.

—Aparte de taller y clases ¿tendrán otras actividades?

— La formación física tan necesaria para su desarrollo. Además de las clases propiamente dichas de gimnasia, practican toda clase de deportes en los recreos y así tienen todos dos horas largas donde se ejercitan en el fútbol, balón-volea, balón-mano y atletismo.


—¿ Toman parte en campeonatos locales?

—Y provinciales. El equipo de Santo Tomás es ya célebre. Hemos quedado este año subcampeones provinciales de fútbol juvenil. Nos clasificamos para la fase nacional y caímos con verdadera gloria. En los Juegos nacionales de Escolares nos clasificamos los terceros de la provincia, tanto en juveniles como en infantiles en atletismo. Somos Campeones provinciales de balón-volea. Teniendo en cuenta el escaso número de alumnos en comparación con los demás centros de la provincia, son marcas que demuestran su buena preparación.

—¿Otras actividades?

—Al margen de estudios y trabajos mantenemos la Banda de Música de sobra y conocida. Queremos llegar a los 60 de número. Ahora hemos formado la Banda de cornetas y tambores que tan grata sensación ha causado en su estreno en nuestra Semana Santa. Vamos a poner muy pronto en marcha una Rondalla. Todo esto hace que la inmensa mayoría de los alumnos vivan la educación musical que forma y mucho lo espiritual en la persona.

—Tienen, además, en días alternos, clases de canto coral y polifónico, por cierto este último ejecutado con bastante gusto y perfección.


— Completan su formación intelectual las obras de teatro y las veladas lírico-musicales que prodigamos hasta donde da de sí el tiempo y siempre con motivo de fiestas. Se han llevado a la escena entre otras y por citar algunas, «El último mono», «El rey negro» y «Las grandes fortunas». Con los que nos se representan piezas corlas que les van educando y formando para el futuro.

—Con tantas cosas parece que el tiempo no les debe llegar.

— Pues parecería que no lo habría. Pero contra los hechos no valen los argumentos. Se ha hecho y se hace. Desde las siete y media que se levantan, hasta las diez y media que se acuestan los mayores, dentro de un horario estudiado, da para mucho. Y no le he hablado de otras actividades, como compañías piadosas, círculos misioneros, preparación de murales, actividades filatélico-misioneras, etc., que también encuentran su hueco en la semana.

—¿Frutos?

—Buenos, óptimos. Los alumnos progresan en todo sentido. Respiran buen ambiente y viven alegres. Tienen satisfechas con amplitud sus necesidades corporales. Comen muy bien, visten bien y. . . tienen hasta televisión.


  
— Todo esto ¿con qué sistema?

— Con el Salesiano. El único que practicamos porque es el nuestro y senos viene transmitiendo desde los tiempos de nuestro Fundador San Juan Bosco. El Trinomio de «Razón Religión y Amor», llevado a la práctica, aunque a veces cueste, es capaz de hacer florecer los más grandes milagros pedagógicos. La explicación de estos términos sería una conferencia y ya por sí solos son suficientes para explicar lo intrínseco de un Colegio Salesiano. Por otra parte, el trabajo sin regateos de los salesianos en talleres y en clases y la «asistencia» amorosa y constante a lo largo del día y de la noche, hacen que a1 tiempo que se impide cualquier brote de mal, se mejoren todos y se superen a sí mismos. Y no olvidemos, como es lógico, y no haría falta decirlo, la fuerza generadora de bien de la gracia de Dios, cuya vida en todos es nuestra preocupación constante.

— ¿Esperanzas en los alumnos para un mañana?

—Grandes y fundadas. Esperamos entregar a la Patria, para cooperar a su engrandecimiento, promociones constantes de jóvenes formados en cristiano y, por tanto, honrados, buenos y trabajadores. El gozo en el futuro será grande para quienes hicieron posible esta realidad.


—No nos ha hablado del edificio donde se asienta esta hermosa obra de que me ha hablado.

— El edificio es completamente nuevo. Está aún pendiente de inauguración oficial. Tiene algo más de 150 metros de fachada Lina visita detallada le daría idea perfecta de él En la planta primera están ubicadas las aulas separadas del resto de la casa. Están amuebladas con el material más moderno que maravilla a cuan tos le ven y se interesan por él. Tienen una luminosidad perfecta, de tal modo que hacen agradable el aprender. En la misma planta se encuentra el taller de imprenta y el taller de ebanistería; los alumnos ya se van soltando en la fabricación de muebles. El comedor es más que de Colegio, parece de «hotel». El campo de deportes donde se forjan los atletas y todos se fortalecen de cuerpo en las horas de recreo. En el semisótano, está instalado el taller de mecánica con sus mesas de ajuste y maquinaria auxiliar, tornos y fresas, así como soldadura. En la segunda planta están los dormitorios, con sus camas nuevas y su colchón flex; el teatro, con capacidad de cuatrocientas butacas, y los talleres de sastrería y zapatería, así como la academia de la Banda de música. Y en la tercera planta, más dormitorios, la Residencia de la Comunidad y la Capilla, sobria, digna y elegante. Todo hace vivir a los muchachos en un tono que eleva y ayuda grandemente a su transformación. No ha habido regateos en el montaje de estas Escuelas, que si bien es cierto aún necesitan muchas cosas, sin embargo hay que dar tiempo al tiempo y seguir trabajando para ello. Le he hablado en la descripción nada más que de la parte que ocupamos los Salesianos con los niños. Las niñas disponen de las mismas secciones que los niños en el otro ala del edificio.


-Quiero agradecer, una vez más, al Iltmo. Sr. Presidente de la Diputación Provincial, todo el cariño que tiene puesto en la obra, y todas las facilidades que encontramos los Salesianos en la tarea de formar a estos muchachos en quienes un día se cebó la desgracia y que tan merecedores son preocupación de todos.

A los diputados provinciales, y en particular a nuestro D. Antonio Rojas, identificado plenamente con nosotros, nuestra gratitud y cariño. Y a todos los ciudarealeños que miren este Hogar - Escuela con el afecto que se merece.

Damos las gracias a D. Benigno y pedimos a Dios le conserve muchos años al frente de esta Institución, que convierte a los desvalidos en hombres útiles para la Patria. R. G. D.

Fuente: Boletín de Información Municipal N.º 9 mayo de 1963.


2 comentarios:

  1. Muchas gracias por compartir historia de nuestra querida ciudad.

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  2. Muchas gracias por compartir historia de nuestra querida ciudad.

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