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lunes, 30 de septiembre de 2019

DE AVENIDA DE LA DIVISIÓN AZUL A AVENIDA DE LA MANCHA


Escudo de la División Azul, que rotuló la actual Avenida de la Mancha desde 1969  hasta 1982 y que aún se puede ver en la calle

La actual Avenida de la Mancha, es una calle de nueva creación del año 1969, sobre antiguos huertos existentes en la zona, que enlazaría la Plaza de la Provincia con la Ronda de Ciruela y la calle del Tinte, corriendo paralela a la segunda parte de la Avenida del Rey Santo.

La urbanización y apertura de esta nueva calle, la realizó la empresa ZAFER, S.A., siendo el arquitecto municipal D. Ildefonso Prieto, el arquitecto privado de esta empresa valenciana. La memoria del primer bloque pretendía levantar 10 plantas, pero al final quedaría en 9. Las fachadas irían alternando el ladrillo rojo con el cemento pintado de blanco.

Esta empresa que había comenzado a operar en 1969, terminaría en 1973, habiendo levantado 21 bloques, 427 viviendas subvencionadas, con un presupuesto total de 129,6 millones de ptas Zafer S.A. había aprovechado las posibilidades que le daban la ronda, avenida y entrecalles para construir entre 5 y 9 plantas.

Desde el nacimiento de la calle, a esta se rotuló con el nombre de la Avenida de la División Azul, hasta el cambio de los nombres de las calles en diciembre de 1982, que paso a denominarse como Avenida de la Mancha.

Vista de la Avenida de la División Azul en los años setenta del pasado siglo

domingo, 29 de septiembre de 2019

LA POBLACHUELA Y SU PARROQUIA DE LA MAGDALENA


La iglesia de La Poblachuela en los años sesenta del siglo XX

A poco más de dos kilómetros de distancia, desde la salida del Parque de Gasset, y caminando por la carretera de Puertollano, podemos llegar, sin cansarnos demasiado al popular y simpático anejo de Ciudad Real, llamado "La Poblachuela" , un grupo de casas de campo, blanqueadas con primor y preciosamente ajardinadas en su mayoría, que cual bandadas de palomas, disfrutan de la frescura del verde tapiz.

Allí mismo, casi frente al Dentro Cultural se encuentra la ermita de San Miguel, y concretamente, de ella vamos a hablar hoy, vamos a "empaparnos" en su historia.

Su verdadero nombre es el de Parroquia de la Magdalena, aunque generalmente se le llama de San Miguel. La antigua iglesia de La Poblachuela, estaba situada, o mejor dicho adosada, al cementerio actual, siendo su estilo el mismo de la iglesia de la Merced, de nuestra capital, pero en unas dimensiones más reducidas.

La historia nos recuerda que la última misa que se celebró en esta iglesia, fue el día seis de abril de mil novecientos seis, en que hizo su visita pastoral el obispo, don Remilgio Gandásegui y Gorrochategui, quinto obispo prior de las Ordenes Militares, que hizo su entrada en Ciudad Real el día tres de septiembre de mil novecientos cinco. Dicho obispo, viendo el mal estado de la iglesia, ordenó su demolición, llevándose a efecto, de acuerdo con los vecinos de La Poblachuela, en el mes de septiembre de mil novecientos seis, cooperando todos los huertanos, según la media de sus fuerzas, instalándose entonces la iglesia en la casa denominada "La Torrecilla" edificio que aún existe detrás de la iglesia actual. Esta casa era propiedad, por aquellos entonces, del marqués de Treviño, que la cedió desinteresadamente, para que se celebraran allí los cultos religiosos.

Imagen del Cristo de la Salud destruida en 1936

La iglesia se construyó, en el sitio donde está actualmente, en terrenos donados por doña Teodora López Salazar, en el año mil novecientos once, pero desgraciadamente, se desplomó antes de ser inaugurada, volviéndose a edificar nuevamente, en el año mil novecientos dieciséis, y es la que podemos contemplar en nuestros días.

La iglesia, artísticamente, tiene poco o nada que admirar, solamente, destacar que el arco de la puerta y los de las ventanas, son de estilo ojival.

Antes de demoler la iglesia del cementerio, o sea la primitiva, se trasladaron procesionalmente las imágenes del Santísimo Cristo de la Salud, San Antón y Santa María Magdalena, -esta última, como ya queda dicho, titular de la parroquia- desde la citada iglesia a la casa de "La Torrecilla", siendo entonces, cura párroco de La Poblachuela, don Carmelo Sánchez, más conocido por "El cura de la Chacona", llevándose a efecto este acto, el día de la Asunción del año mil novecientos seis, siendo de esta forma, Iglesia provisional "La Torrecilla" hasta el año mil novecientos dieciséis que se trasladó a la actual iglesia, una vez terminadas las obras.

También adosada al cementerio, estaba la plaza de toros, de tal forma, que los toriles estaban dentro del cementerio. Parece ser que esta pequeña y humilde necrópolis, no era rectangular hasta que no fue demolida la plaza de toros, -verificándose ésta al mismo tiempo que la de su iglesia, y la puerta del cementerio, que antes estaba mirando al mediodía, hacia los cerros de los Castillejos y Peñalagua, la cambiaron, mirando a la vía férrea, como se encuentra actualmente.

El cementerio de La Poblachuela en los años sesenta del pasado siglo, lugar donde se encontraba la plaza de toros

Existe también al lado del cementerio, una cueva, que se comenzó a explorar, extrayéndose de ella, restos humanos, pero no se llegó a averiguar lo que en su fondo se alojaba.

En esta cueva, según nos cuentan los más viejos del lugar, estuvo escondido durante la guerra carlista del año mil ochocientos setenta y tres un vecino de La Poblachuela, llamado Pedro Poblete, al que su hermano, Isidoro Poblete, más conocido por el apodo de "Tío Rojo", le llevaba la comida, y por ser este último el sacristán de la parroquia, y como tenía que ocuparse de los menesteres en la iglesia, no despertaba sospechas entre los vecinos, aún cuando lo viesen por allí con frecuencia.

La iglesia de La Poblachuela, que podemos ver en la actualidad, está construida con 1os materiales de la iglesia primitiva, y de la desaparecida plaza de toros, y también, con permiso del señor obispo, y aprobación de los huertanos, se dio material de la misma procedencia, para edificar la iglesia de las Siervas de María, de Ciudad Real, en el año mil novecientos siete, que aún existe en la calle Ruiz de la Hermosa, número 16, frente al Colegio de los Salesianos (antiguo Hospicio). Las escuelas también se edificaron con el mismo material, entre los años mil novecientos veinte y mil novecientos veintiuno, siendo el lugar que hoy ocupa el Centro Cultural "Antonio Bellón", antiguo Tele Club. Era alcalde de La Poblachuela, en aquel tiempo, don Francisco Calle, que no quiso hacerse cargo del edificio, dada su mala construcción, y poco después el 16 de marzo de mil novecientos veintitrés, -Martes de Carnaval-, y después de salir los huertanos de un baile de máscaras, que se estaba celebrando en dicho local, a la una de la madrugada del Miércoles de Ceniza, se desplomaron los techos.

La iglesia de La Poblachuela en la actualidad

Las escuelas fueron reedificadas en el año mil novecientos veinticuatro, siempre con el mismo material de la antigua iglesia y plaza de toros, siendo alcalde de Ciudad Real, don Antonio Prado Cejuela y de La Poblachuela, don Antonio Bellón García.

Mientras tanto, las escuelas desarrollaban su labor docente en la casa de don Dámaso López de. Sancho y posteriormente en "La Torrecilla" por ser un local más amplio.

En un principio, fue escuela mixta de niños y niñas, hasta el año mil novecientos treinta y uno, que siendo alcalde de Ciudad Real, don José Maestro y de La Poblachuela; don Arturo Calle Bellón, pusieren de maestro para los niños a don Adolfo Morales, disminuyendo el nivel de analfabetismo.

Las fiestas de la Magdalena, son el día 22 de julio, y las del Santísimo Cristo de la Salud y San Miguel Arcángel, el día 29 de septiembre, siendo estas últimas de más tradición.

Bibliografía: Trabajo realizado con apuntes cedidos por el señor Trujillo García, del Centro Cultural "Antonio Bellón", de La Poblachuela.

Eduardo Muñoz Martínez, Diario “Lanza” 10 de junio de 1984

Actual imagen del Cristo de la Salud

sábado, 28 de septiembre de 2019

LA CALLE DEL TINTE Y SU SALIDA A LA CALLE ALARCOS


Demolición de la antigua la Jefatura Provincial de Minas a principios de los años sesenta del pasado siglo XX

Al igual como ocurría con la confluencia de la calle el Tinte con la calle Ciruela, tal y como publique el pasado jueves,  la esquina de la calle Alarcos con la calle del Tinte en la actualidad, nada tiene que ver con la que presentaba hasta los años sesenta del siglo XX. 

 
Así era la salida de la calle el Tinte hacia la calle Alarcos hasta los años sesenta del siglo XX

La actual plaza que podemos ver delante del edificio de Servicios Múltiples, estuvo ocupada hasta los años sesenta del pasado siglo, por la Jefatura Provincial de Minas, un edificio de dos plantas, que se encontraba separado de la siguiente edificación, por el inicio de una estrecha calle del Tinte. Las imágenes que publico hoy, muestran este inmueble, su demolición y la perspectiva de la calle en 1964.

 
Vista de la calle en 1964, una vez demolido el edificio de la Jefatura Provincial de Minas

viernes, 27 de septiembre de 2019

EL HOTEL SANTA CECILIA ABRIÓ SUS PUERTAS EL 22 DE NOVIEMBRE DE 1988



Pasado mañana, martes, festividad de Santa Cecilia se Inaugura en Ciudad Real un nuevo hotel de tres estrellas que ostentará, precisamente, el nombre de Santa Cecilia y que aprovecha la festividad para inaugurar sus Instalaciones. Lo ha construido la familia Palacios, Cecilio Palacios, propietarios de un Importante establecimiento en la calle General Aguilera.

Con este importante hotel de 70 habitaciones de las que diez van a ser suites, la posibilidad hotelera de la capital aumenta sensiblemente y viene a cubrir el déficit que se dejaba sentir.

El Hotel Santa Cecilia ha Sido construido en poco más de 18 meses en la calle del Tinte, frente a la calle Ramírez de Arellano. Se trata de una modernísima construcción que, sin embargo, ofrece un aspecto exterior de la época romántica, por su serie de balcones y por su aspecto en general. Por dentro es un edificio muy funcional, con revestimientos a base de materiales nobles como el mármol y la madera, labrada en muchos casos. Cuenta con un amplio salón de estar, que puede habilitarse para la celebración de convenciones y actos multitudinarios en general, dado su tamaño y configuración. Un lujoso comedor y amplia cafetería.


Se accede a las instalaciones del Hotel Santa Cecilia, mediante un amplio hall donde está instalada la práctica y funcional recepción dotada con un sofisticado cuadro de seguridad que además sirve para determinar en todo momento la situación de ocupación del hotel, mediante un panel de intercomunicación. Cuenta además con otra saleta para reuniones de negocios, etc. La cocina es de modernísima factura, pues está dotada con todos los adelantos para hacerla rápida y funcional y tiene también varias cámaras de frío y almacenes.

El hotel está climatizado en todas sus Instalaciones con regulación de temperatura en todas las habitaciones que gozan de una completísima instalación de hilo musical y televisión con diez canales.

El hotel comenzará a funcionar, creando 37 nuevos puestos de trabajo, que será la plantilla, sumando las distintas secciones de atención a los clientes.

Una de las cosas más importantes con que cuenta la nueva instalación hotelera de Ciudad Real es el sistema de seguridad que garantiza la máxima eficacia en casos de emergencia.

La inversión total para la realización de este modernísimo hotel que se inaugura el martes, día 22, festividad de Santa Cecilia, sobrepasa los 350 millones de pesetas.

Diario “Lanza” 20 de noviembre de 1988, página 10


jueves, 26 de septiembre de 2019

LA CALLE DEL TINTE Y SU SALIDA A LA CALLE CIRUELA



Ayer hablaba de la calle del Tinte y comentaba que las únicas zonas pobladas de la misma, eran los tramos de calle más cercanos a la calle Alarcos y calle Ciruela. Hoy traigo al blog, las imágenes del tramo de calle más cercano a la calle Ciruela.


Como podemos ver por las imágenes publicadas, el trayecto de calle desde la calle Ciruela, hasta su confluencia con la calle Ramírez de Arellano, era un tramo estrecho, nada que ver con el actual, donde predominaban las edificaciones de dos alturas, menos una de tres que hacia esquina con la calle Ciruela.


Dentro de las edificaciones existentes, destacaban dos viviendas cuyas fachadas de ladrillo visto con buena rejería, le daban un toque señorial a este primer trayecto de calle, y que la especulación urbanística acabó con ellas. El resto de edificaciones, eran de la arquitectura tradicional manchega.


miércoles, 25 de septiembre de 2019

LA CALLE DEL TINTE


Vista de la calle del Tinte en plena urbanización en los años sesenta del pasado siglo, con el antiguo Seminario Conciliar de fondo

La calle del Tinte es una de las calles históricas de la ciudad, que recibe el nombre de los primeros tintoreros que se establecieron a finales del siglo XV, al amparo de la floreciente industria de paños que existió en Ciudad Real durante el citado siglo XV y XVI.

La calle del Tinte siempre fue el nudo de comunicación entre la calle Ciruela y la calle Alarcos, pero su trazado urbano nada tiene que ver con el actual. Hasta principios del siglo XX, a la calle del Tinte solo se podía acceder, aparte de por la calle Alarcos y Ciruela, por el Callejón del Tinte, actual calle Ramírez de Arellano, y por la calle Pozo Dulce. En mitad de la calle y sin salida, se encontraba el Callejón de la Cava, lugar por donde discurría el alcantarillado y desagüe de aguas, que partiendo de la Plaza del Pilar se dirigía al exterior de la ciudad por la Puerta de Alarcos e iba a morir al lugar conocido como las “minas”, que se encontraban en el actual Parque de Gasset.

Misma vista de la calle del Tinte en los años setenta del siglo XX, con el solar del ya desaparecido Seminario Conciliar y el solar de las antiguas Bodegas Arévalo

Si observamos el Plano-Censo de Ciudad Real de  Martín Sofí Heredia de 1925, podemos comprobar que en la calle del Tinte apenas existieron edificaciones de viviendas, tan solo en los tramos de calle más cercanos a la calle Ciruela y Alarcos, estando ocupada la calle en su mayoría por huertos y las Bodegas Arévalo.

La calle sufrió una gran transformación a partir de 1950 cuando el ayuntamiento acordó la apertura de una nueva calle, que partiendo de la Plaza del Pilar debía concluir en la Ronda de Ciruela, y que atravesaría la calle del Tinte, donde se realizaría una plaza, la Plaza de la Provincia. A raíz de la apertura de la nueva calle, que se denominó Avenida del Rey Santo, los grandes solares de la calle del Tinte se fueron urbanizando y construyéndose grandes bloques de pisos durante los años sesenta y setenta del pasado siglo XX. De esta época es también  la nueva calle de la Avenida de la Mancha, calle que también comunicaría la calle del Tinte con la Ronda de Ciruela.

A lo largo de su historia la calle el Tinte ha cambiado dos veces de nombre, una en noviembre de 1932, cuando se rotuló con el nombre de Doctor Sanchiz Banus, y otra en 1973 cuando paso a llamarse Avenida de Carrero Blanco, pasando de nuevo a denominarse con su nombre histórico del Tinte en 1982, y que conserva actualmente.

Imagen de la calle el Tinte a partir de 1973, cuando se terminó de construir el edificio de los servicios múltiples

martes, 24 de septiembre de 2019

DIEZ AÑOS DE UN HITO SIN PRECEDENTES EN CIUDAD REAL: XXII ENCUENTRO NACIONAL DE COFRADÍAS PENITENCIALES


Ciudad Real acogió del 24 al 27 de septiembre de 2009 el XXII Encuentro Nacional de Cofradías Penitenciales

Hace diez años, es decir el 24 de septiembre de 2009, se iniciaba en Ciudad Real el XXII Encuentro Nacional de Cofradías Penitenciales, un hito cofrade en nuestra ciudad sin precedentes, que se realizó mientras yo ocupe la Presidencia de la Asociación de Cofradías de la Semana Santa.

Exposición de la imaginería de la Semana Santa de Ciudad Real. Sala de Exposiciones del Obispado de Ciudad Real. Del 22 de Septiembre al 2 de octubre

Todo comenzó el domingo 21 de septiembre de 2008, cuando Ciudad Real fue designada en Ceuta, para organizar el XXII Encuentro Nacional de Cofradías Penitenciales, con el objetivo de reflexionar y debatir sobre el futuro de la Semana Santa, y donde se trataron tres dimensiones relacionadas con la celebración pasional: la espiritual, la cofrade y la cultural. Este Encuentro contó con el apoyo del Obispado, Cabildo Catedral, Ayuntamiento, Diputación Provincial, Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, Unicaja, Caja Castilla-La Mancha, Vinícola de Castilla e Industrias Élite.

Ponencia inaugural del Encuentro

El Encuentro fue un éxito en participación de cofrades venidos de toda España, y antes de su inicio, el salón de exposiciones del Obispado acogió la inauguración de la exposición sobre la imaginería de la Semana Santa de Ciudad Real, que se realizó el martes 22 de septiembre y que tuvo abiertas sus puertas hasta  el jueves 2 de octubre.

Exposición Nacional de Artesanía Cofrade

Un día después, el miércoles 23 de septiembre, se produciría un traslado histórico de los pasos del Prendimiento, Virgen del Consuelo, Cristo de la Buena Muerte y la Virgen de la Esperanza, a la S. I. P. B. Catedral, pasos que habían sido elegidos para participar en la procesión extraordinaria de este encuentro el sábado 26 de septiembre.

Ponencia y mesa redonda de la Primera Dimensión: El Componente Religioso, lo espiritual

El inicio del Encuentro fue el jueves día 24 a las 19.30 h., en el Paraninfo de la Universidad de Castilla-La Mancha, cuando se inauguró la Exposición Nacional de Artesanía Cofrade y se procedió a la apertura oficial del Encuentro. Posteriormente a las 20.15 h. el entonces Obispo de Ciudad Real, D. Antonio Algora Hernando, pronunció la ponencia inaugural que trato sobre “Hermandades y Cofradías en el Misterio de la Iglesia”. La jornada terminó con un concierto musical a cargo de la Banda de Cornetas y Tambores de Nuestra Señora del Prado y la Agrupación Musical Santo Tomás de Villanueva de Ciudad Real.

Ponencia y mesa redonda de la Segunda Dimensión: El Componente Humano, el cofrade

La jornada del viernes comenzó a las 8.30 h. con la celebración de la Eucaristía en la Iglesia Parroquial de San Pedro, y a continuación a las 10.00 h. se trató la Primera Dimensión: El Componente Religioso, lo espiritual, donde se desarrollaron los temas del peso de la religiosidad en la Semana Santa, la dimensión pública de la Fe, las relaciones de las cofradías con la iglesia, la participación de las hermandades en las tareas eclesiales y la formación de los hermanos. A su término se procedió a la lectura de diferentes comunicaciones, y a las 14.30 h.  se procedió a la comida, celebrándose todas las programadas en el Encuentro, en el Restaurante de “La Casona Playa Park”. 

Ponencia y mesa redonda de la Tercera Dimensión: El Componente Cultural, lo cofrade

A las cinco de la tarde se debatió sobre la Segunda Dimensión: El Componente Humano, el cofrade, donde se tocaron los temas de la importancia de la tradición, el lugar que ocupa la mujer en la Semana Santa, el papel de los jóvenes, las obras sociales y caritativas de las cofradías, la era de la información y la multiciplidad de puntos de vista y opiniones y la formación como hombre y mujer dentro de una hermandad. A su término la lectura de comunicaciones, y a las 22.00 h. la cena para todos los congresistas. 

Vista histórica de la S.I.P.B. Catedral la tarde del 26 de septiembre durante la procesión extraordinaria

El sábado día 25 a las 8.30 h., se ofició la Eucaristía en la Iglesia del Convento de las Carmelitas Descalzas, y a las 10.00 h. comenzó la tercera dimensión que se toco en el Encuentro, la del componente cultural, lo cofrade, donde se abordó la imaginería, la restauración y conservación del patrimonio, los bordados y orfebrería, los altares efímeros, la importancia de la música y la otra cultura cofrade: pregones y publicaciones… A su terminó la lectura de comunicaciones y la presentación de varios encuentros cofrades.

Aspecto que ofrecía la Catedral durante la Misa Pontifical de la clausura del Encuentro

Por la tarde fue la visita guiada a las exposiciones organizadas, inaugurándose la exposición de fotografía artística “Una Tradición en Imágenes”, en el Centro Cultural Municipal Antiguo Casino. Visita a los diferentes templos de la ciudad y a las 19.30 h. la Procesión Extraordinaria con los pasos anteriormente reseñados, procesión histórica y sin precedentes en Ciudad Real. El día concluyó con la cena a las 23.00 h.

El domingo día 27 se realizó un homenaje a los cofrades españoles ante el Monumento al Cofrade de nuestra ciudad

El domingo día 27 a las 10.00 h. se presentaron las candidaturas para el XXIII Encuentro Nacional de Cofradías, siendo elegida la de Barbastro (Huesca), y a las 12.00 h. se celebró la Misa Pontifical en la S. I.P. B. Catedral. Una vez concluida la Santa Misa, se procedió al homenaje a los cofrades españoles ante el Monumento al Cofrade de nuestra ciudad. El broche a este Encuentro fue la comida de despedida, donde se entregó un recuerdo del mismo a ponentes, colaboradores y cofradías de la ciudad.
                                                                                   
Junto a este extenso programa de actos, también se preparó una programación de acompañantes, con visitas guiadas por la ciudad y provincia.

Comida de despedida en el Restaurante “La Casona Playa Park”

Para terminar este pequeño resumen de lo que aconteció hace diez años en nuestra ciudad, decir en primer lugar, que este vigésimo segundo Encuentro Nacional se pudo celebrar gracias a la ayuda de la Comisión Permanente de la Asociación de Cofradías que presidí, a la de muchos cofrades que colaboraron de forma anónima y la implicación de gran parte de las cofradías penitenciales de la ciudad. Un Encuentro que no le costó ni un euro a la Asociación de Cofradías, ya que fuimos capaces de autofinanciarlo y dejar el nombre de Ciudad Real, como referente en el panorama cofrade Español.


lunes, 23 de septiembre de 2019

CIUDAD REAL DE AYER A HOY


Vista de la Avenida del Rey Santo desde la Plaza del Pilar, donde podemos ver la antigua fachada de la Residencia de los Jesuitas, hoy Salesianos

Sucede que la vida, anocheciendo
Es dulce… Ya el cansancio del camino
es un bello recuerdo… El campesino
se sienta a disfrutar… y está muriendo.
(FELIX CASANOVA)

Sucede que fui eso, campesino y sembrador de sueños; pero muchos sueños fueron también utopías e ilusiones, que quedaron, casi todas, agostadas en el surco.

Y con esa ilusión, veía mi ciudad, pequeña y recoleta, de calles llanas y apenas gente, como mi personal Arcadia, síntesis de deseos y ambiciones es mi incipiente andadura.

En aquellos años, década de los veinte, Ciudad Real, con poco más o menos de veinte mil almas, carecía de complícaciones urbanísticas; desde la calle de Ciruela hasta la Puerta de Toledo, todo era de una elemental construcción: casas de un piso, de dos o tres y las de cuatro se podrían señalar con los dedos de una mano; algunas señoriales y contados palacios.

La calle de Ciruela, adoquinada, ponía al paso de los carros, sonoridades de aldea, en aquellas calladas tardes de estío.

La plaza del Pilar, con la iglesia de los Jesuitas; sermones en Cuaresma y cuyas alusiones a las penas del infierno, ponían freno a la vehemente y alegre primavera de mis jóvenes años.

También se encontraba allí la Delegación de Hacienda, Banco de España, un casino, conocido por el Artístico, y varios bancos más, algo así como nuestra humilde "Wall Street".

El nombre de las calles eran sencillos, suaves y evocadores del aire, del sol, del campo y de sus frutos: calles de Ciruela, de la Rosa, Olivo, Paloma, Lirio, Luz, Altagracia, Jara... Sólo recordar sus nombres te llevan el sosiego al alma... j Ay, tierra manchega que no gusta de lo esdrújulo ... ! Y hasta un confitero llamado TársiIo le llamábamos Tarsilo, así de sencillo, sin ese acento que tanta disparidad ponía en la delicada y suave mercancía que él nos despachaba.

En la calle de Toledo, el Palacio de la Diputación se situaba en señorial contraste con su recoleto entorno; casa del pintor Ángel Andrade, iglesia de la Merced, con su párroco, don Ventura, bondadoso y pintoresco, quien al referirse en sus sermones al apóstol Santiago, encarnaba en su persona al propio santo, describiendo la batalla de Clavijo con tanta fe y singular ingenio teatral, que poco, o nada quedaba de gloria a Ordoño I, en su lucha con el moro Muza.

La Plaza del Pilar en los años cincuenta del pasado siglo

A menudo, ayudaba a don Ventura a decir misa y sólo por el razonable estipendio de diez céntimos, libres de impuestos, y alguna que otra admonición, por no estar atento en la réplica, al "Orate Frates".

Más adelante, el cuartel de Artillería, la Puerta de Toledo, unida todavía a un trozo de muralla, rodeada de jaramagos y líquenes silvestres solárium de lagartijas y posada nocturna de pequeños murciélagos.

A su espalda, las "Charcas del Arrogante" fábrica natural de hielo en el invierno y servible en verano pan enfriar las gaseosas de bola y los refrescos de zarzaparrilla.

Y a continuación, la carretera de Toledo, bordeada de acacias nuestros tamarindos manchegos, tiritando de frío en diciembre y heridos a pedradas en verano por los errabundos chiquillos, empeñados en cosechar el "pan y quesillo" a cantazo limpio.

Y más allá del cerro de la Atalaya, mondo y lirondo, sin más decoración que el depósito de agua, "gota a gota", clínica para la arteria urbana de Ciudad Real, enfermo crónico desde su fundación por Alfonso X el Sabio, más proclive a sus "cantigas" que a la prospección de pozos artesianos.

Recuerdo que hace unos años, volví a mi ciudad en época estival; el problema del agua estaba allí, como antaño, como siempre y cuál no sería, hermanos, mi sorpresa al ver en un escaparate, profusamente adornado, una botella de gaseosa, líquido no por más anunciado menos vulgar sobre un cojín de terciopelo carmesí, cual si se tratara de la espada de San Fernando o el "'Lignum Crucis" de Santo Toribio de Liébana.

Calle de Caballeros, "Campus Universitario", con la Academia de Pérez Molina, Instituto de Segunda Enseñanza, Palacio Episcopal Gobierno Civil, Casino de los señores, colegio de monjas y convento de Carmelitas Descalzas al final de la calle.

Seminario Conciliar en la calle de Alarcos, que nos lleva al Parque de Gasset. Mira por donde don Rafael, de credo liberal, varias veces ministro dueño del Imparcial y sin pizca de realeza, nos hizo el pantano que lleva su nombre, y que va recogiendo a trancas y barrancas las aguas de los vecinos montes.

El Parque, con sus paseos, parterres floridos y templete de la música donde don César Ruyra, levita azul y batuta de ébano y plata, ofrecía los domingos a aquella sencilla concurrencia lo más escogido de su repertorio, "Agua, azucarillo y aguardiente", "El tambor de Granaderos" o el preludio de "La Revoltosa". Allí se instalaba la feria: caballitos, circo, atracciones, puestos de baratijas y de turrón de Alicante, que se iba más en "catas" a los chiquillos, que en venta a los mayores.

En la Puerta de Toledo se encontraba la “Charca del Arrogante” 

Y así discurría la vida en aquel Ciudad Real, tranquilo, sin más ruido que el vendedor ambulante en el verano o el del grillo en el balcón encerrado en su prisión de alambre, clamando por su libertad perdida. 

Ahora todo es distinto en esta antigua Villarreal y Ciudad Real de Juan II. El asfalto ha sustituido a las piedras y al adoquín; pequeñas casas han sido reemplazadas por otras de mejor porte, el barro y el adobe han dejado paso al hierro y al cemento; se han construido hermosas barriadasen lo que antes fuera erial o inútil barbecho; las torres vencieron a los enanos inmuebles y todo ello, dotado con los complementos más modernos en sus instalaciones sanitarias y de todo orden.

Abundan los edificios, públicos que son de una aceptable dignidad.

No hace mucho, vi un centro sanitario de la Seguridad Social que nada tiene que envidiar a cualquiera de los más relevantes de Madrid a no ser en sus proporciones. Todo ha cambiado, Ciudad Real es hoy una capital de provincia que se ha esforzado en arrancar de su piel todo lo viejo, sin renunciar a sus tradiciones.

Pero si yo tuviera que sintetizar este cambio, me remitiría al Ayuntamiento, este nuevo y nórdico consistorio, preciso adorno, para una plaza porticada, donde, a buen seguro, desafinarían ostensiblemente aquellas antiguas cucañas y las carreras de sacos.

En los pasados días de invierno, cuando la nieve hizo su presencia en la capital, me habría hecho feliz situarme frente a este hermoso edificio cerrar los ojos y con imaginación y fantasía, haberme transportado a Amberes, Lieja, a la plaza alemana de Tübingen o a Holanda, ver los mástiles de algún barco cercano y las blancas gaviotas, empeñadas en disputar el soleado nido, a la valdepeñera cigüeña de Rosa León.

Juan Díaz, Diario “Lanza” Extra de Verano, 14-8-2019

El Kiosco de Música del Parque de Gasset se encontraba junto a la Fuente Talaverana

domingo, 22 de septiembre de 2019

LA MISTERIOSA DESAPARICIÓN DE LAS ESCULTURAS DE GARCIA DONAIRE DE LA FUENTE DE LA PLAZA DE LA PROVINCIA



En el año 1962 el ayuntamiento capitalino quiso adornar la Plaza de la Provincia, con la construcción de una fuente que diseño el arquitecto municipal Luis Fernando Bendito Serrano, siendo ejecutada y controlada por el aparejador Bonifacio Villaverde y decorada por el escultor ciudadrealeño Joaquín García Donaire.

La fuente contó con dos desnudos femeninos colocados a ambos lados, que no eran del agrado del Obispo-Prior de entonces, D. Juan Hervas y Benet, y debido a la moralidad de la época, fueron colocados de espalda al público en lugar de su posición frontal como estaba inicialmente previsto. Las esculturas simbolizaban Castilla-La Nueva y la Mancha, y fueron conocidas popularmente como "las guarronas".

Desde la inauguración de la fuente el 17 de julio de 1963, hasta 1992 cuando la Escuela Taller Hernán Pérez del Pulgar inició las obras de acondicionamiento de la fuente y restauración de los relieves y esculturas y la sustitución de las mismas por réplicas más resistentes, las esculturas permanecieron en la fuente. Iniciada la restauración de la fuente, las esculturas se trasladaron a los almacenes municipales, y ahí se pierde el rastro de ellas.

En el año 2013, salta a los medios de comunicación la polémica de la desaparición de las esculturas, y el entonces Concejal de Cultura, Pedro Lozano, informó que posiblemente su desaparición se debiera a que «se guardaron en algún almacén y en algún cambio se perdieron».

Revista Bisagra 15 de diciembre de 1991

Un año después la polémica vuelva a salir a la luz de la mano del PSOE, entonces en la oposición de nuestro ayuntamiento de la mano de la actual Alcaldesa, Pilar Zamora, quien manifestaba que “…que se investigue dónde han ido a parar dos esculturas "perdidas" del escultor ciudadrealeño más universal, Joaquín García Donaire, que estaban situadas en una fuente en la Plaza de la Provincia”; y añadía:

Hasta ahora, ha dicho Zamora, se ha justificado "con declaraciones oficiales casi despreciativas y minusvalorando el valor cultural y artístico de la obra desaparecida", que podría estar, ha agregado, "en un almacén siniestro que no dispone de libro de inventarios", donde la memoria y el tiempo podrían terminar por acabar con la pérdida de esta obra.

Para Pilar Zamora es importante que el Ayuntamiento investigue el destino final de estas esculturas: "no se puede caer en el desinterés, en la desgana, incluso en la más pura negligencia", ha subrayado.

Apatía institucional

"No quiero ser cómplice de esta apatía institucional", ha indicado Zamora, quien ha asegurado que si el Ayuntamiento no abre una investigación será ella, en caso de que llegue a ser alcaldesa, la que ponga en marcha una investigación interna o externa para "aclarar lo ocurrido".


"Investigar el paradero de las dos esculturas desaparecidas de García Donaire" es algo importante, porque, ha recordado, "se lo debemos a esas miles de personas que asistieron a la inauguración de la Plaza de la Provincia hace poco más de 50 años y que pensaron que dejaban a sus hijos y nietos una herencia cultural que con mucha desidia hemos ido perdiendo".

El patrimonio cultural de Ciudad Real necesita "ser respetado y valorado" porque "es historia e identidad" que jamás podrá ser sustituido por "novedosas rotondas adornadas con gusto estético discutible en alguno de los casos", ha concluido. (https://anterior.eldigitalcastillalamancha.es/articulo_anterior.asp?idarticulo=el-psoe-pide-investigar-donde-estan-las-esculturas-perdidas-de-garcia-donaire-175016)”.

Cinco años después de estas declaraciones, las esculturas siguen sin aparecer, y Pilar Zamora se ha convertido en cómplice de la apatía institucional, no dandole tiempo en estos años en aclararnos este tema, y como mal menor, realizar una réplica de las mismas y colocarlas en su lugar.

Esta es una muestra más de la desidia y desinterés de las administraciones públicas de nuestra ciudad, tal y como manifestó la viuda de García Donaire cuando preguntada acerca de esta situación en una de sus visitas a Ciudad Real lamentó “la desidia y el desinterés” por el arte de las administraciones públicas y de quienes las gobiernan.  Aseguraba tener la impresión, “bastante fundada”, de que vivimos un momento de “olvido o de dejadez” hacia esos artistas “que han trabajado y han participado tanto de la vida de Ciudad Real. Parece que nadie se acuerda de ellos” (https://www.miciudadreal.es/2014/12/17/gianna-prodan-retrata-la-desidia-de-los-politicos-en-preservar-la-obra-de-joaquin-garcia-donaire/).