En octubre del año 2012 se celebró en el
Museo Municipal “López Villaseñor”, una jornada divulgativa sobre la Puerta de
Toledo. En esta jornada se dio a conocer una reconstrucción virtual de cómo fue
la Puerta de Toledo en el siglo XIV elaborada a partir de los datos obtenidos
en las excavaciones.
La primera e
importante conclusión que se dio a
conocer en esta jornada, es que la Puerta de Toledo puede ser considerada como
uno de los referentes de la historia arquitectónica del gótico de Castilla al
tratarse de un monumento de «alta calidad», así lo aseguró el arqueólogo
responsable del proyecto de rehabilitación, Ildefonso Ramírez.
Según el arqueólogo la cronología de esta puerta es una obra realizada de una sola fase en el reinado de Alfonso X. Todas las evidencias y hallazgos encontrados «no revelan que la puerta se haya completado en una segunda fase durante el mandato de Alfonso XI, en el siglo XIV», como relatan la mayoría de los escritos. «Es del siglo XIII», señaló.
Según el arqueólogo la cronología de esta puerta es una obra realizada de una sola fase en el reinado de Alfonso X. Todas las evidencias y hallazgos encontrados «no revelan que la puerta se haya completado en una segunda fase durante el mandato de Alfonso XI, en el siglo XIV», como relatan la mayoría de los escritos. «Es del siglo XIII», señaló.
Y el estilo
de esta reliquia de la arquitectura bélica se aleja también del «mudéjar»,
aclaró el arqueólogo. «No es un arco islámico», subrayó con contundencia. La
Puerta Toledo pertenece al gótico europeo internacional y es de «muy buena calidad»
Ildefonso Ramírez apuntó que sólo hay dos o tres edificios de esta categoría en España y fue más allá: «La Puerta Toledo es única y espectacular». Incluso añade que debería estudiarse dentro de la historia del gótico de Castilla por sus características especiales como joya arquitectónica bélica. Además debería analizarse también por lo que significa para entender parte de la historia de aquella época.
Ildefonso Ramírez apuntó que sólo hay dos o tres edificios de esta categoría en España y fue más allá: «La Puerta Toledo es única y espectacular». Incluso añade que debería estudiarse dentro de la historia del gótico de Castilla por sus características especiales como joya arquitectónica bélica. Además debería analizarse también por lo que significa para entender parte de la historia de aquella época.
Ligada a la fundación de la ciudad, a la Carta Puebla y a los orígenes de la entonces Villa- Real, la Puerta Toledo ha ido forjando a la vez un «patrimonio inmaterial» vinculado al legado histórico que se ha mantenido por todas las generaciones.
Ciudad Real al perder la totalidad de
una las cercas más importantes de Castilla ha utilizado la Puerta Toledo como
el emblema y la seña de identidad de una ciudad histórica y de reyes. Pero el
arqueólogo Ramírez agregó que ese valor «inmaterial e intangible» está
acompañado por «la calidad de la obra de arte que es en sí».
Sin embargo,
el proyecto, que fue financiado por la Fundación Caja Madrid, fue más allá de
solucionar las patologías del monumento. Según explicó Ramírez, durante la restauración
se levantó parte de la muralla tanto a la izquierda como a la derecha de la
Puerta Toledo para dar el sentido real que siempre tuvo esta edificación, la de
una entrada. El objetivo es que el turista no pueda «rodearla como la rotonda
que en su día fue, pues no se trata de un monumento como la Puerta de Alcalá».
La idea es que el visitante entre y salga por los arcos y se «empape del
significado histórico y real de lo que fue la Puerta de Toledo», la entrada y
salida de una de las más importantes vías de comunicación de la Castilla
medieval.