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miércoles, 31 de julio de 2019

TRADICIONES


Antigualla manchega, con la desaparecida imagen de la Virgen del Prado, destruida en 1936 por los republicanos del Frente Popular

La severidad de las cosas antiguas aparece ostentosa entre la galanura alegre de los festivales innovados. Los pueblos que con públicos y solemnes esparcimientos, rebosantes de alegría, abren un paréntesis en su vida laboriosa para tener recompensa al trabajo de los días que se suceden lentos y como sin fin en la carrera del año, difícil es que olviden sus tradiciones.

En Ciudad Real el alma vieja vive junto á los muros de la Iglesia Catedral. Al santo templo van las almas de los lugareños, herederas del alma vieja de Villa-Real, a refrescar y reverdecer con los aires húmedos de la nave alta el amor al vetusto hogar en el desierto manchego; a hundir su memoria en los pasados siglos y resucitar la pura raza de los antiguos pobladores del onceno, sencilla, mística, trabajadora y guerrera.

La Virgen del Prado no es solo para estos habitantes la imagen de la Madre de Dios en uno de sus adorables misterios. Es el centro a cuyo alrededor ha girado la historia de la comarca en el comienzo de sus vicisitudes. Es la tradición, nervio de la ciudad, fuente de sus inspiraciones, foco irradiador de la luz que alumbra sus movimientos; porque las tradiciones son estímulos de la vida de los pueblos mientras no pierden la aureola de su gloria.

Al lado de la memoria de los antepasados, está la del antiguo cuadro, de marco despintado, de amarillento papel, con el retrato de la Fundadora, Patrona y Protectora de Ciudad Real cubierto de cristal con paño patinoso, que antaño no faltaba en la casa de ningún vecino, que colgó de las paredes de las sencillas alcobas, junto a las camas donde morían los viejos consumidos por la edad, con la mirada puesta en la Virgen y una plegaria en los labios, convirtiendo con su agonía el tosco diseño del papel en preciada reliquia de familia que después de varias generaciones el lujo aparto de los sedosos y sensuales cuartos de dormir a los desvanes, a donde alguna vez llegan los restos de religiosidad perdida, desbordados en momentos de aflicción tremenda.

En Ciudad Real, lo típico, lo tradicional, está tan unido a las fiestas de la Patrona, que hasta los cantos y danzas genuinamente populares, se perpetúan solo al calor de los homenajes místicos tributados de tiempo inmemorial.

Cuando a la caída de la tarde tintinean las campanillas de plata bajo los arcos de la portada, se agita en los labios la copla clásica

El desaparecido templete del Prado, donde se celebraba la Pandorga en las primeras décadas del siglo XX

Las campanillas suenan
La Virgen saIe…
La  Patrona  del Prado
Ya está en la calle.

El canto típico del país, que por ninguna otra cosa fue evocado, surge ante el nimbo argentino de sones suaves, y las notas manchegas que pausadas y monótonas recorren las gargantas, dan a los ojos la visión de todo un pueblo arremolinado al pié de las ventanas de un camarín, en torno de un tabladillo en que brillan los colores y los bordados de los trajes de gala, movedizos en la fiesta de la tierra a la luz de humosas antorchas.

Las seguidillas manchegas —que condensan en sus notas la íntima y adorable poesía del hogar, de las cosas cotidianas, conocidas, familiares de los afectos sosegados, de las emociones suaves, de los sentimientos tranquilos-—hubieran muerto olvidadas, si cada año, en noche esperada con anhelo, no se alzase el tabladillo y la Pandorga aromase el céfiro de las noches de verano con el perfume de las flores del Prado donde la primera iglesia elevó su cúpula al azul.

Los jóvenes frívolos, van a la Pandorga con sonrisa irónica, despectiva. Los arrugaditos ancianos van con sonrisa plácida. Pasa el tiempo y los que fueron jóvenes sonríen plácidamente, como sonreían los viejos.

Con porvenir de luto y presente de agotamiento y ruina, solo las memorias del ayer, vivido intensamente, dan a su corazón cándido alborozo.

Jacobo Mejía. Revista “Vida Manchega”, Año I, número I, jueves 4 de abril de 1912


martes, 30 de julio de 2019

LA PANDORGA DE HACE CINCUENTA AÑOS EN EL BOLETÍN DE INFORMACIÓN MUNICIPAL



El atrayente programa montado por la Comisión de Fiestas Municipal, en colaboración con la Sección Femenina, con motivo de la tradicional Pandorga en honor de la Virgen del Prado, hizo que millares de personas presenciaran el concierto de la Banda municipal y la actuación de los grupos mixtos de danzas de Tomelloso, Herencia, Alcázar de San Juan y Ciudad Real. 


La típica fiesta constituyó un éxito, agotándose rápidamente las sillas instaladas. En las fotos, dos de los grupos actuantes y una vista del público, que premió con fuertes aplausos a los magníficos intérpretes del folklore manchego.

Boletín de Información Municipal, Año IX, diciembre de 1969 Nº 31


lunes, 29 de julio de 2019

“CASTILLOS HOTEL” CERRÓ SUS PUERTAS EN LOS AÑOS NOVENTA DEL PASADO SIGLO



A pesar de ser todo un referente en nuestra ciudad desde el año de su apertura en 1964, “Castillos Hotel” cerraría sus puertas en los años noventa del pasado siglo XX, para convertirse en local de oficinas. Con su cierre se perdía parte de la historia hotelera de nuestra ciudad, porque en sus habitaciones pernoctaron, toreros, artistas, futbolistas de fama nacional, de aquella España que dejo  el blanco y negro, para pasar al color.

domingo, 28 de julio de 2019

“CASTILLOS HOTEL” UN ESTABLECIMIENTO QUE PRESTIGIA A CIUDAD REAL



Que Ciudad Real estaba al margen del gran movimiento de instalaciones hoteleras y turísticas que se había llevado a cabo en España, aun en provincias análogas a la nuestra, es cosa que se venía constatando por todos y sobre la que LANZA, en más de una ocasión, se había preocupado. En Ciudad Real hace falta un hotel con unas comodidades mininas y un confort y servicios a tono con las necesidades del turismo tanto exterior como nacional. Esta frase la decíamos y la oíamos decir con demasiada frecuencia. Por fin, una empresa constructora de la capital, a la que su día habrá que agradecer la colaboración que ha prestado a resurgir urbanístico de Ciudad Real, le echo valor al anhelado proyecto y aun en contra de algunas opiniones contrarias, levantó, en plena Avenida del Rey Santo, un moderno hotel al que puso el nombre por el que los integrantes de dicha empresa son conocidos: “Castillos”.

QUIEN ES EDUARDO SU DIRECTOR

Pero para que toda empresa salga triunfante hace falta el hombre que la impulse. Y en esta ocasión, los constructores no fallaron. En el año 1962 vino a Ciudad Real, de manera totalmente ocasional, un hombre al que puede decirse que casi le habían nacido los dientes en la hostelería. La Comisión de Fiestas del Ayuntamiento, en vísperas de la feria de agosto de Ciudad Real, había encomendado a la repostería del Gran Casino, la organización y el servicio de las verbenas de la Fuente Talaverana, incluida la cena de gala con motivo del día de la provincia. Y aquí es donde un hombre joven llega a Ciudad Real con la responsabilidad de llevar a buen puerto dicho servicio de repostería. Se  trata de Eduardo –su nombre de guerra- que viene por hacer el favor a un amigo y compañero de profesión y que triunfa en toda la línea, rompiendo moldes antiguos y logrando que el público más distinguido de la provincia salga totalmente satisfecho de estas verbenas que ya tienen fama.

Eduardo vuelve el año siguiente, con la responsabilidad, que la Comisión de Fiestas es la primera en atribuirle, en la seguridad de que otra vez lograra el éxito. Y cuando el nuevo hotel, el “Castillos”, se ha terminado, sus constructores se lo ofrecen para que él, a su estilo, monte lo que tanto precisa Ciudad Real.

Eduardo Director de “Castillos Hotel”

Y aquí, desde 1964, tenemos a Eduardo Pérez, que ahora cuenta con 41 años casado, padre  de tres hijos, la más pequeña con dos años escasos, nacida en Ciudad Real –la mancheguita la llama el padre- y a la que ha puesto por nombre Ana María del Prado. Eduardo ha liquidado todos sus negocios en Madrid, incluso ha levantado el piso, y se ha afincado definitivamente entre nosotros, decidido a ofrecer a la Mancha todo su saber hotelero, que no es poco, como ha demostrado ya cumplidamente.

COMO ES “CASTILLOS HOTEL”

En muchas ocasiones hemos sido propagandistas desinteresados del nuevo hotel. Como hijos de Ciudad Real nos dolía el tono despectivo con que muchos amigos nuestros de otras latitudes y aún de la misma provincia hablaban de los establecimientos –mejor aún de la falta de los mismos- de hostelería en nuestra capital. Por eso cuando vimos ir levantando el moderno edificio y cuando tuvimos ocasión de visitarlo ya a punto de inaugurarse, nos brinco de alegría el corazón. Ya no tendríamos que asentir cuando se nos dijera que aquí no se podía venir, por falta de alojamiento con un mínimo de confort.

Por eso asistimos con la más alta complacencia al acto de inauguración del “Castillos Hotel”, celebrado ahora va hacer cuatro años, concretamente en julio de 1964. Y la seguridad de que su director Eduardo sería capaz de acreditar en poco tiempo, un establecimiento que se nos ofrecía, dentro de su clase funcional, con una categoría que bordeaba el lujo dado a lo que estamos acostumbrado.

HACIA LA AMPLIACIÓN

El hotel se inauguró con 45 habitaciones y un total de 82 camas. Por fortuna para todos, la mayor parte del año resulta insuficiente. Hay épocas en que lograr una habitación en “Castillos Hotel” supone un triunfo. En la temporada de caza, en la que como se sabe se dan cita en la provincia las primeras figuras cinegéticas, el establecimiento está prácticamente lleno todos los días.


El primero en lamentar no poder atender todas las peticiones de reserva que recibe, es Eduardo. Y por ello ha llevado a pensar en la ampliación, perfectamente posible, ya que los constructores lo previeron en su día.

Y Eduardo piensa, cada día con más ilusión, en el día que “Castillos Hotel” sea exactamente el doble, con un buen número de habitaciones individuales en los pisos altos, pero también un numero de ellas en el principal con suite casi de lujo dentro del servicio funcional, que aún prestigien más el nombre de Ciudad Real y el del propio hotel.

Porque conocemos a los propietarios del inmueble y al director de “Castillos Hotel”, decidido a volcar aquí toda su capacidad organizadora y de servicio, estamos seguros que no se ha de pasar mucho tiempo sin que esta ampliación, ya tan necesaria, sea una realidad.

OTRA VEZ DE CARA A LA FERIA

Eduardo, cuyas dotes de simpatía y actividad son innegables, ha visto pasar por su hotel a todas las figuras del toreo, del fútbol (ya es habitual que todos los equipos de segunda que van a Puertollano y aún alguno de primera se alojen en Ciudad Real), del arte, incluso de la alta política, que han marchado complacidos del trato recibido.

En estos momentos de cara a la Feria de Ciudad Real, Eduardo prepara ya un año más su colaboración en el éxito de las verbenas de la Talaverana. Con él no es difícil llegar a un acuerdo, porque se siente, como ha demostrado, un manchego, un ciudarrealeño más y es lógico esperar que el prestigio de nuestra feria le llene de ilusión por la parte que le corresponde.

A los cuatro años de inauguración de “Castillos Hotel” nos complace destacar su constante superación y hacemos votos porque próximamente se llegue a esa ampliación que se nos anuncia, ilusionadamente por su popular director.

Diario “Lanza”, número extraordinario del XXV Aniversario, 11 de junio de 1968.


sábado, 27 de julio de 2019

CASTILLOS HOTEL Y SU BIEN ATENDIDA BARRA



En un ángulo de su magnífico comedor, la Dirección de CASTILLOS HOTEL ha establecido un acogedor mostrador, en el que tomar el aperitivo mientras la comida queda dispuesta. Esta “barra” de CASTILLOS HOTEL está magníficamente atendida y en ella puede satisfacerse el deseo del más exigente bebedor, tanto en licores nacionales como extranjeros, bebidas alcohólicas y refrescantes, etc. Sus “barmans” hacen verdaderas exhibiciones del bien servir y aquí encuentra CASTILLOS HOTEL un aliciente más para la cada día mayor concurrencia de clientes a su comedor, famoso en la región manchega, que se da cita para el bien comer en la Avenida del Rey Santo de Ciudad Real.

Diario “Lanza”, lunes 20 de julio de 1964, página 5


viernes, 26 de julio de 2019

BENDICIÓN E INAUGURACIÓN DE “CASTILLOS HOTEL”



En la tarde de ayer se celebró la bendición e inauguración del nuevo hotel construido en la Avenida del rey Santo de nuestra capital por la Empresa “García de Castillo Hermanos Construcciones” y de cuya dirección y explotación se ha hecho cargo don Eduardo Pérez Pérez, conocido en los medios hoteleros madrileños por la firma “Eduardo”, ya conocido igualmente en Ciudad Real por haber llevado la repostería de las Verbenas de Feria en la Fuente Talaverana a satisfacción general.

“Castillos Hotel”, que es el nombre que obstenta el nuevo establecimiento, presentaba ayer el aspecto de una gran fiesta de sociedad. En su espacioso hall y en el comedor y en otros salones tuvimos ocasión de saludar a las primeras autoridades provinciales y locales con sus distinguidas esposas, a los jefes y directores de los distintos departamentos ministeriales, representaciones de la Corporación provincial y del Ayuntamiento, directores de establecimientos bancarios, jerarquías sindicales, propietarios de distintos establecimientos de hostelería de Ciudad Real y sobre todo, distinguidas damas de nuestra buena sociedad, que fueron atendidas en todo momento por los constructores, por Eduardo y sus hermanos y por el personal del Hotel, rigurosamente uniformado, que tuvieron la gentileza de obsequiarlas con claveles a su llegada.

La bendición del edificio fue realizada por el provicario de la Diócesis, monseñor D. Aurelio Gómez Rico  Martín de Almagro, ministrado por el párroco de San Pedro Apóstol, P. Arturo Hernández, y por el beneficiado de la S. I. P. Rvdo. Don Salomón Buitrago.


Terminada la bendición, en el comedor, instalado en la primera planta, con magnificas vistas a la Avenida, donde se había montado un extraordinario “buffet”, prueba de la categoría que en este aspecto tendrá el nuevo hotel, el delegado de Información y Turismo, don Carlos Calatayud Gil, pronunció unas palabras en las que tras felicitar a los constructores y al director Eduardo, que ha montado un establecimiento que prestigia a Ciudad Real, se refirió a la tradición hotelera de la capital manchega que, en los años veintitantos y en realidad hasta la guerra de liberación tenía tres buenos hoteles que están en el recuerdo de todos. Señala las dificultades que en los años siguientes al 1939 hubo que afrontar en el aspecto de hostelería en Ciudad Real, felicitándose que la ayuda del Ministerio de Información y Turismo haya permitido que la provincia contase con un albergue de carretera de la categoría del de Manzanares y ahora este hotel que se inaugura en Ciudad Real y de cuyo éxito no cabe dudar, destacando el acierto de su emplazamiento en el mejor lugar de la capital y terminando con un ¡albricias! Para todos los presentes por esta indudable mejora turística.

Seguidamente el gobernador civil , don José Pérez Bustamante, pronunció unas breves palabras en las que igualmente felicitó a los señores Castillo, por su decisión en afrontar una empresa que no era posible calcular su resultado y que tan necesaria era para Ciudad Real, que estaba falta de establecimientos idóneos para el viajero y el turista. Gracias a esta decidida gestión de los hermanos Castillo ha sido posible la magnífica realidad de contar con un hotel,  no de lujo, pero que tiene un acusado carácter moderno y funcional, al que augura un franco éxito, máxime al estar al frente del mismo una persona para la que no tiene secretos la profesión. Señaló que desde su cargo había hecho cuanto fue posible ayudar la feliz realización del proyecto y terminó diciendo que es preciso que en este aspecto, como en otros muchos, nos pongamos en la provincia a nivel nacional.

Los señores Calatayud y Pérez Bustamante fueron muy aplaudidos al término de sus intervenciones.

Después se sirvió un aperitivo en el que se puso de manifiesto la categoría de la repostería y del servicio de bar del nuevo establecimiento, que sin duda se acreditará rápidamente en toda la provincia. Hasta las diez de la noche Eduardo y el personal del hotel se desvivieron por atender a autoridades e invitados sinceramente a los constructores y al director y personal.

Eduardo, el conocido director de “Castillos Hotel”, ante el magnífico “buffet”, haciendo gala de su maestría

ALGUNAS CARACTERÍSTICAS DEL NUEVO HOTEL

Aunque en días sucesivos nos ocuparemos de distintos aspectos del nuevo hotel, hoy adelantamos algunas de sus principales características para conocimiento de nuestros lectores.

Cuenta con cuarenta y cinco habitaciones, dobles y sencillas, todas con baño y con un estilo cómodo y funcional. En el mismo comedor tiene una bien servida barra, que complementa el servicio. Un acreditado cocinero garantiza una selecta carta, junto a un menú normal a precio reducido. Dispone de toda clase de bebidas que harán de su mesa la más solicitada de la provincia.

El hall de entrada, como puede advertirse por la fotografía que publicamos, es de una comodidad propia de un establecimiento  de lujo y será un rincón  de descanso para el viajero.

Eduardo tiene el proyecto, que sinceramente aplaudimos, de montar una acogedora sala de fiestas, que constituya punto de reunión de la buena sociedad de la provincia. Pero de estos proyectos ya escribiremos más adelante.

En resumen, el nombre de “Eduardo” en la dirección del “Castillos Hotel” es la mejor garantía de que Ciudad Real cuenta desde ahora con un establecimiento que será utilizado por los de casa  y los forasteros  y en el que habrá que solicitar reserva de habitaciones con antelación, ya que pronto será famoso entre los establecimientos de hostelería de España.

Diario “Lanza”, viernes 3 de julio de 1964, página 8


miércoles, 24 de julio de 2019

LA NUEVA CALLE DE FERNANDO EL SANTO



No vamos a hablar de las ventajas o inconvenientes de la apertura de la nueva Avenida, que lleva el glorioso nombre del rey que conquistó Córdoba y Sevilla.

Ni de la perentoriedad de tal construcción y mucho menos de utilidad y explotación, con la venta de sus terrenos para el Ayuntamiento de esta población, pues todos estos temas se han discutido y criticado más que suficiente.

Ni tampoco, si hubiera sido mejor, por ser de urgente precisión, por la salida al campo de fútbol, abrir el final de la calle Morería, para el tránsito a la carretera de la Ronda de Santamaría, hace mucho tiempo acordado por la Corporación Municipal y hasta compradas las casas que sirven como tapón a tan amplia calle, hoy hermoseada por el magnífico Mercado.

Nosotros nos vamos a ocupar solamente de decir cuatro cosas sobre la historia de estos lugares, que hemos conocido sin poblar, llamado la Taba, por donde corría en zanja descubierta y mal abierta el desagüe de la población hasta la junta de Alarcos, siguiendo hacia las Minas y después al rio Guadiana.

Sabido es que el barrio de la Morería estaba situado en un principio, al fundarse Villa Real, por la calle de Postas, hasta la esquina del mercado actual y la de aquel nombre, terminando en la muralla de circunvalación.

Hemos dicho al principio, porque este barrio se amplió considerablemente, con los moriscos que fueron vencidos en la guerra de las Alpujarras y repartidos entre varias provincias españolas.

Así consta en el inventario del Archivo del Excmo. Ayuntamiento hecho en 1595 y publicado por nosotros en un cuaderno del Instituto de Estudios Manchegos, por gran desgracia nuestra, desaparecidos todos los documentos que contenía y dicen de este modo que cogemos con su propia ortografía:

MORISCOS

Vuna cédula real de su magestad de ser rreal mano para el corregidor desta ciudad sobre el enbio a esta ciudad los moriscos del rreyno de granada su ffecha año de 1570.

Para que no se muden los moriscos.

Otra cédula rreal de su magestad dirigida al corregidor para que no se muden los moriscos consignados. En esta ciudad a otra parte su acta en el año 1570.

Para que se envie relación de los moriscos que ay en esta ciudad.

Otra cédula de su magestad para que se le enbie rrelación de los moriscos del rreyno de granada que estaban alistados en esta ciudad y se han ydo della a otras partes su fecha a 19 de julio de 1531.

Por lo que deduzco de estos tres documentos registrados en 1595 y ya perdidos, el rey envió a Ciudad Real un número crecido de moros procedentes de las Alpujarras y entonces debió ampliarse el barrio de la Morería por esos despoblados por donde ahora se plantea la nueva calle del rey Fernando III el Santo.

Nosotros hemos conocido ese gran descubierto de terreno, que llegaba hasta las murallas desde la Puerta de Alarcos hasta la del Pozo Dulce, con el nombre de la Cava; bien significativo por cierto, por su origen morisco.

Emilio Bernabeu. Diario “Lanza”, miércoles 18 de enero de 1956


martes, 23 de julio de 2019

COMERCIOS Y TIENDAS DE CIUDAD REAL EN LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO XX: AVENIDA DEL REY SANTO (II)



El "Cine Savoy", que varios años después suplió la necesidad de locales al aire libre en el largo y cálido verano de nuestra ciudad, donde no existían tantas terrazas como en el presente, ni se había inventado la televisión. El "Savoy", explotado por la empresa García, ofreció también al público muy buenas temporadas, aunque en alguna ocasión por razones de los obligados "lotes" de las casas distribuidoras, se viera obligada a proyectar algún que otro "tostón", como era corriente llamar a las películas flojas. Subsistió el "Savoy" hasta que llegó la apertura de la nueva avenida y entonces hubo de trasladarse a un solar de la calle de Ruiz Morote, contiguo al domicilio de la familia Lorente.

En la parte izquierda de la calle y en su final, haciendo esquina con Tinte, había por aquel entonces algunas dependencias de la residencia de los Padres Jesuitas, incluido un pequeño campo de deportes.


Y ahora vamos a referirnos brevemente a los primeros establecimientos que se abrieron en la avenida, una vez fue llenándose de edificaciones modernas, unas más acertadas que otras. En los números 2 y 4, construidos para viviendas de los funcionarios del extinguido Instituto Nacional de Previsión, instaló sus primeras oficinas la Caja de Ahorros de Cuenca, hoy ampliada a Cuenca y Ciudad Real, así como un moderno local dedicado a joyería, propiedad del señor Carrera, la droguería y perfumería "Avenida", de Vicente Díaz de Elvira, y la pasteria "Lucar". Seguía después Alimentación Muñoz, un surtido establecimiento del ramo, y la Casa Trujillo, con artículos de saneamiento y la distribución de butano. Continuando hacia la Plaza de la Provincia, en cuyo centro se halla una artística fuente con esculturas de Donaire y que luciría más si la plaza fuera mayor, como debía haber sido, encontramos "Castillos Hotel", que fuera construido en los años 60 con asentimiento general por los hermanos García del Castillo -de ahí su nombre- atendiendo a una necesidad hondamente sentida de nuestra capital, que en esas fechas carecía de un mínimo de plazas hoteleras de cierta categoría. Fue su director bastante tiempo el popular Eduardo Pérez, conocedor como pocos de los secretos del negocio de hostelería. Seguía el garaje del mismo nombre, dedicado a los clientes del hotel y a particulares, y por último, ya en la plaza de la provincia, hubo varios negocios, entre ellos el de la sociedad Asepeyo.


En la acera de los impares, en el número 3, haciendo esquina con la calle de Ramírez de Arellano, se estableció la cafetería-cervecería "Trini", una de las más concurridas de la ciudad, propiedad de Ramón Ramírez, y que al ser traspasada cambió de nombre por el de "Casablanca", muy acreditaba por su buen marisco. "Trini Avenida", que tal era su nombre, era el continuador del bar "Trini", de la calle de Carlos Vázquez, 3; establecido por el padre, Trinidad Ramírez, que fuera uno de los camareros del primitivo Bar León. A continuación se instaló "Electrovic", especializado en el ramo de la electricidad, la peluquería de caballeros de Juan José Carretero Hidalgo, y la cafetería "Las Nieves", con servicio de restaurante, propiedad de Juan José Lozano. Y tras un pequeño pasaje, en el que instaló un estanco, el "Cine Castillo", una de las dos salas con que actualmente cuenta Ciudad Real, construido igualmente por la empresa Hermanos García del Castillo, amplio y bien acondicionado. Antes de llegar a la esquina estuvo cierto tiempo abierto un establecimiento dedicado a artículos de caza, pesca y deportes, llamado "Lince", posteriormente sustituido por otros negocios.


Se llega así a la Plaza de la Provincia, en la que se hallan edificios dedicados a funcionarios de Hacienda, Colegios de Médicos y de Veterinarios, Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos y un edificio particular realizada por don Luis Ortega, que da prestancia a la plaza, que fue inaugurada en 1963, siendo alcalde el señor Rodríguez Velasco, con proyecto del entonces arquitecto municipal don Fernando Luis Bendito Serrano y como contratista don Bonifacio Villaverde. El grupo central de la fuente, obra de nuestro paisano y académico García Donaire, representa una mujer alegoría de la Mancha y varios motivos de nuestra tierra.

Cecilio López Pastor. Pequeña historia local: Ciudad Real, Medio siglo de su comercio. Ciudad Real 1986


lunes, 22 de julio de 2019

COMERCIOS Y TIENDAS DE CIUDAD REAL EN LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO XX: AVENIDA DEL REY SANTO (I)



La pomposamente llamada Avenida del Rey Santo es la última calle que se abriera en Ciudad Real antes de iniciarse la gran mejora urbana del Torreón del Alcázar, gestionada por sucesivas Corporaciones Municipales hasta conseguir que el Ministerio de la Vivienda atendiera las peticiones formuladas desde Ciudad Real, defendidas por ilustres manchegos, de ver hecho realidad este polígono urbano de ensanche, pero dentro del recinto de la ronda de circunvalación de la capital. No hemos olvidado un viaje corporativo a Madrid, en los años 60, cuando se venía defendiendo la urgencia de esta moderna realización que nos pondría a nivel de otras ciudades españolas.

Lástima que en el mismo centro de Ciudad Real no se aprovechase debidamente la posibilidad de crear una avenida, que permitiera las dos circulaciones e incluso un pequeño seto entre ellas como en otras poblaciones españolas, máxime cuando se disponía de suficiente espacio para ello.


Nulo prácticamente era el interés comercial de la hoy nueva avenida en su antigua configuración. Quienes remonten la cincuentena recordarán como se hallaban distribuidas las construcciones y solares de esta zona. En su primera parte de siempre fue conocido comúnmente como callejón del Gas, por haber estado ahí instalada una fábrica de dicho combustible desde 1886, por feliz iniciativa de un hombre de empresa: don Dámaso Barrenengoa, que aunque vasco de nacimiento vivió en Ciudad Real desde que contaba 30 años y aquí murió, reposando sus restos en nuestro cementerio. La fábrica del gas fue dirigida buen número de años por el señor Hernández y posteriormente por don Marcial Sánchez de Molina y Portocarrero, que también tenía en el mismo local un almacén de carbones, su despacho de corredor de Comercio y la vivienda familiar.

En una puerta anterior, casi a continuación de la casa del médico Messia de la Cerca, donde después se construyó el edificio del Instituto Nacional de Previsión, estuvo una taberna llamada de Camacho, por ser este el apellido de su propietario, y seguidamente se hallaba un establecimiento de alquiler de bicicletas del que eran propietarios Paz Medina y Feliciano Rodríguez. Después estuvo la fábrica de gaseosas de Jesús Sánchez, muy conocido por "Pataleche" y en este mismo local pero bastante posterior, se hallaba la tabernabar de "El tío Pepe" muy concurrida por jóvenes y mayores, por estar acreditada en excelentes aperitivos. Esta taberna subsistió hasta la demolición del inmueble donde se hallaba instalada, para procederse a la apertura de la actual avenida del Rey Santo. Lo anteriormente reseñado se refiere al lateral derecho de la calle y al ángulo que formaban las dos fincas que hemos citado.


En el verdadero centro del callejón del Gas se hallaba un gran huerto-solar llamado de Arévalo, donde existía un almacén de abonos, creemos recordar que de la Sociedad Peñarroya; unos graneros, cuyos locales cambiaban de fisonomía y utilización durante los carnavales, celebrándose en ellos animados bailes, con un nombre muy característico y que, como puede suponerse, diferían bastante de las actuales salas de fiestas y clubs de juventud. Más reciente, los almacenes de don Andrés Caballo Calderón, dedicados a vinos y licores, posteriormente trasladados a la calle de Carlos Vázquez.

Por último, recordar como en aquel amplio huerto-solar estuvo algunos años el "Ideal Cinema", un local de verano que fundó don Ángel Piqueras Abad, Angelito Piqueras para sus amigos, en la que se pudo ver la primera película del por entonces incipiente cine sonoro que se proyectó en Ciudad Real. El solar era propiedad de doña Florisa Salto, dama muy conocida y estimada en la capital. Angelito Piqueras, atrevido aprendiz por entonces de empresario cinematográfico, fue como decimos el primero que introdujo el sistema sonoro, ante la lógica expectación de los ciudarrealeños y aún de pueblos próximos, pues el acontecimiento lo merecía. En aquellos años existían dos locales dedicados a cine en la capital, el Teatro Cervantes y el Salón Olimpia, ambos ya desaparecidos, pero en ellos se proyectaban solamente películas "mudas", cuya exhibición se ambientaba con sendas orquestas. El "Ideal Cinema" se inauguró en el verano de 1932, con un aparato de disco, con la película "Bajo los techos de París", con una música pegadiza, que fue luego cantada mucho tiempo por jóvenes, sobre todo el vals que dió nombre al film, que dirigido por René Clair, tuvo un éxito extraordinario en Madrid y provincias. La misma noche de la inauguración surgió un inconveniente, cuando el público llenaba por completo las butacas y la general, uno de los altavoces de la pantalla no funcionaba bien, lo que honradamente obligaba a la empresa a suspender la esperada sesión y devolver el importe de las localidades, como así se hallaba dispuesta a hacerlo, en vista de que no se lograba reparar la avería. Pero era tal el interés y el deseo del público de presenciar el espectáculo, del que se había hecho mucha propaganda, que la proyección se inició con el asentimiento general, se perdonaron los fallos y al final salió bastante satisfecho. Ese mismo verano se proyectaron en el "Ideal Cinema" películas de verdadero éxito por aquellas fechas, tales como "El desfile del amor", de Maurice Chevalier y Jeannette Mc Donald, "Drácula", "El rey vagabundo", con Emil Jannigs, "Mamá" de Catalina Bárcena, "Cheri Bibi", con el veterano Ernesto Vilches, maestro de la caracterización, y una de Imperio Argentina, cuyo título era "Su noche de bodas". Otro verano -1934- la empresa trajo a una magnífica compañía de zarzuela coincidiendo con la feria de agosto, al frente de la cual estaban como figuras femeninas Felisa Herrero y Selica Pérez Carpio. Entonces no se utilizaban micrófonos en los escenarios ni altavoces en las salas, y sin embargo "Doña Francisquita", una de las obras representadas y que constituyó un exitazo, se podía escuchar en el Pilar en la función nocturna.

Cecilio López Pastor. Pequeña historia local: Ciudad Real, Medio siglo de su comercio. Ciudad Real 1986


domingo, 21 de julio de 2019

CINE SAVOY EN CALLEJÓN DEL TINTE



Llegada la época estival, se inauguraban en nuestra ciudad varios cines de verano, uno de ellos era el “Cinema Savoy”, montado por la empresa de “Tomás García”, se accedía al mismo por el número 2 del Callejón del Tinte (solares donde hoy se ubica la Avenida del Rey Santo). Su apertura fue en el verano del año 1946, proyectándose la película “la ciudad de los muchachos”, el 14 de julio del citado año.

Cuando se comenzó a construir la Avenida del Rey Santo, el cine “Savoy” fue trasladado a la calle Ruiz Morote nº 9, funcionando hasta el año 1975.


sábado, 20 de julio de 2019

DE CALLEJÓN DEL TINTE A CALLE RAMÍREZ DE ARELLANO


Fachada del colegio Jesuita en 1950, que daba a la calle Ramírez de Arellano

La actual calle Ramírez de Arellano, es una pequeña calle céntrica y peatonal, que une la calle del Tinte con la Avenida del Rey Santo. Su antiguo nombre fue el de Callejón del Tinte, nombre con el que se conocía esta calle, y que se iniciaba en la Plaza del Pilar y terminaba en la calle del Tinte. Hay que tener en cuenta, que hasta los años cincuenta del pasado siglo, no existía la Avenida del Rey Santo, por lo que la fisonomía del actual callejero en aquella zona, nada tiene que ver con el que vivieron durante siglos nuestros antepasados.

El Callejón del Tinte, también fue conocido popularmente como Callejón del Gas, al encontrarse en el mismo la fábrica de Gas, de la cual hable ayer. En tiempos de la II Republica, se le cambio el nombre por el de “Ramírez de Arellano”, en memoria de Rafael Ramírez de Arellano y Díaz Morales, nacido en Córdoba el 3 de noviembre de 1854, y que falleció en Toledo el 21 de diciembre de 1921. Fue uno de los historiadores pioneros de nuestra provincia y fundador de la Real Academia de Bellas Artes de Toledo. Sus investigaciones abrieron paso a las siguientes generaciones de estudios del Arte y la Historia ciudarrealeña, y contribuyeron a sensibilizar a la sociedad sobre la riqueza patrimonial de la provincia.

En el año 2012 esta calle se dedicó a la orden religiosa de los Salesianos, al conmemorarse el cincuenta aniversario de la llegada de estos religiosos a nuestra ciudad, y al ocupar el colegio “Hermano Garate” que rige esta comunidad religiosa, parte de esta calle.

La calle Ramírez de Arellano en los años setenta del pasado siglo

viernes, 19 de julio de 2019

LA ANTIGUA FÁBRICA DE GAS DEL CALLEJÓN DEL TINTE


La fábrica de gas en lo que actualmente es la Avenida del Rey Santo

Hasta los años cincuenta del pasado siglo XX, no existía la calle de la Avenida del Rey Santo, esta estaba ocupada por la “Fabrica de gas”, las “Bodegas Arévalo” y varios huertos. El inicio de la actual Avenida del Rey Santo, se llamó siempre callejón del Tinte, callejón que se iniciaba en la misma Plaza del Pilar, seguía por la actual calle  Ramírez de Arellano, hasta llegar a la calle del Tinte, nombre que recibía el callejón.  

Como he dicho, uno de los negocios que ocupaba parte de lo que hoy es la Avenida del Rey Santo, era la “Fabrica de Gas”, a la que la revista “Vida Manchega”, le dedicó un reportaje el domingo 10 de octubre de 1915, que a continuación reproduzco. Las imágenes de esta entrada, también son del mencionado reportaje.


LA MANCHA INDUSTRIAL

Nos presentamos hoy a nuestros lectores bajo la impresión optimista que produce ver de cerca el capital y el trabajo unidos en halagadora prosperidad. Nosotros somos humildes, pero con elevadas miras, nos place el resurgimiento y la creación de industrias en Ciudad-Real. Tenemos buenos obreros, pero ocultos en la modestia o ignorados, somos a veces exportadores de nuestras ricas producciones del campo o de la mina, dejándonoslas llevar a centros trasformadores, para ser después tributarios de ellos. Pero no, capitales también existen, que generosamente se van poniendo en manos de la actividad.

En general se conoce esta región solo como esencialmente agrícola, pero nosotros daremos a conocer que es algo más que laboriosa en las rudas faenas del campo, pues están surgiendo hombres nuevos y capitales espléndidos alentados de engrandecimiento industrial de la capital de la Mancha.

Nuestra visita la hemos hecho hoy a la antigua Fábrica del Gas, de la cual son las fotografías de la presente plana, que representan algunos departamentos.
En este establecimiento fabril se están haciendo grandes reformas, al objeto de que vuelva a tener la importancia que en otras épocas, pues este preciado oxígeno se produce en Ciudad-Real hace ya muchos años.


Al efecto,—nos dicen,-—tratamos de que por su baratura, el Gas, puedan consumirlo todas las clases sociales no sólo en alumbrado, sino también en cocinas y calefacción.

Nos ha sorprendido grandemente que por medio de un pequeño resorte se pueda apagar y encender, sin ser necesario cerillas ni mecheros, pues equivale tal aparatito a una llave como de la eléctrica, que puede estar retirado cuando sea preciso, ventaja que seguramente es desconocida, pues es de muy reciente invención.

Además, muy en breve abrirá sus puertas al público, para vender toda clase de carbones y convertirá en valiosos productos los derivados de la hulla, como alquitrán, brea, aguas amoniacales, etc., etc., que no ha venido aprovechando.

En la actualidad, el Gas es la única fuerza motriz permanente para motores, alumbrado y calefacción, que con la ampliación del negocio que se proponen llevar a efecto los propietarios, darán más vida industrial y mercantil a esta capital, que está considerada solo como esencialmente agrícola.

Nosotros deseamos gran acierto a los señores propietarios y creemos que el público ha de corresponder a los esfuerzos que de capital e inteligencia están haciendo.

MERCURIO.


jueves, 18 de julio de 2019

CALLE GUTIÉRREZ ORTEGA



En el último Pleno del Ayuntamiento de la capital, último del año 72 por cierto, se acordó que la calle que unirá las dos Avenidas, la de los Mártires con la del Rey Santo, lleve el nombre de José María Gutiérrez Ortega. La petición la ha hecho el presidente del Consejo del Instituto Nacional de Previsión y el Ayuntamiento de la capital la ha atendido, en mérito a las circunstancias que concurrían en Gutiérrez Ortega, aparte de su hoja destacada de servicios a la ciudad y la comunidad ciudarrealeñas.

Gutiérrez Ortega, compañero entrañable, fundador y primer director de “LANZA” ya por este hecho, por el de crear un periódico manchego, que este año de 1973 va a cumplir treinta de existencia, era merecedor, no sólo del título de hijo adoptivo que se le concediera, sirio de que una calle llevase su nombre. Pero es que la calle que se le va a dedicar tiene especial significado, puesto que, además de propulsor de su apertura, en sus aledaños vivió muchos años, constituyó su hogar y su familia, y tuvo supuesto de trabajo en el Instituto Nacional de Previsión. Por otro lado, su propia vivienda particular, ahora de su viuda e hijos, está en el bloque de casas de funcionarios una de cuyas fachadas da precisamente a la calle que llevará su nombre.

Nos parece un acertado y justo homenaje y, por otra parte, el medio más popular de que su nombre perdure. Muchas personas del pasado perviven en nuestra memoria porque tienen una calle y, entonces, el pueblo se interesa por lo que hicieron en favor y en servicio a los demás.

Para los que trabajamos en el periódico, y sobre todo para los que convivimos con él las horas inciertas de los primeros pasos de "LANZA", es una satisfacción el reciente acuerdo municipal.

Es una  calle corta, pero céntrica, en el corazón de la ciudad, que va a ser paso de gran parte del tráfico de norte a sur de la población. La calle de Gutiérrez Ortega será abierta e inaugurada este año de 1973. En los treinta años transcurridos desde la salida del primer número de nuestro periódico, hay que ver el incontable número de acontecimientos ciudadanos que han ocurrido y el progreso de la capital hasta contar con los modernos edificios que forman el entorno de la nueva vial.

El ambulatorio de la Seguridad Social en Valdepeñas también llevará el nombre de Gutiérrez Ortega, como adelantado en la provincia de estas instituciones sanitarias. El reconocimiento de los méritos destacados de una persona, nos parece un acto de justicia. Gutiérrez Ortega, como adelantado en la provincia de estas instituciones sanitarias. El reconocimiento de los meritos destacados de una persona, nos parece un acto de justicia. Gutiérrez Ortega los contrajo en beneficio de todos. Nuestra gratitud a la corporación municipal que, con sensibilidad, ha tenido a bien estimar la petición que se le ha hecho.

Diario “Lanza”, "Hora Cero", Carlos María San Martín, 4 de enero de 1973, página 16.