Las puertas del
nuevo seminario se abrieron en el curso 1960/1961, aunque con algún retraso, ya
que los alumnos no llegaron hasta el lunes 21 de noviembre y no todos, ya que
los primeros moradores del seminario fueron los alumnos que ocupaban el
edificio del seminario menor de la calle de la Mata, en concreto noventa
alumnos de los cursos primero y segundo de Latín y Humanidades. El resto de
alumnos del edificio de la calle Alarcos, ya se encontraban celebrando la
inauguración del curso en el nuevo seminario el 12 de septiembre de 1961.
El nuevo
edificio lleva la estructura de hormigón y el cerramiento de ladrillo visto, y
resulta de corte clásico, sobrio, un tanto herreriano. Consta de cuatro plantas
y semisótano, con destino este y la primera planta a locales de servicios
comunes y las otras tres a residencia. Tiene forma de hache, con un patio bajo
en la parte izquierda y otro alto en la derecha, que se cierra para formar el
claustro, y como apéndice en el ángulo posterior derecho hay un pabellón para
las Religiosas. Se levanta sobre una superficie de 5.895 metros cuadrados (incluidos
los patios), a la que precede un amplio jardín delante de la fachada principal,
paralela a la carretera de Porzuna, y está rodeado de una gran extensión de
terreno para campos de deportes.
Para que las
obras pudieran llevar un ritmo rápido sin estar pendientes de los ingresos de
limosnas, se logró que la construcción fuera declarada “obra de interés social”
por decreto de la Jefatura del Estado de 14 de septiembre de 1956 (B. O. E. de
15 de octubre), y se obtuvo un préstamo del Instituto de Crédito para la Reconstrucción
Nacional (8 de mayo de 1958, expediente número 24499 C.E.) por importe de
19.176.000 pesetas, a pagar en 30 años, con un interés del 4 por 100.