Parroquia Santa María del Prado, conocida vulgarmente
como de la Merced.
Hoy veinticuatro de septiembre se
celebra la festividad de la
Virgen de la
Merced o Nuestra Señora de las Mercedes, advocación difundida
por la Orden de
la Merced que
fue fundada en el año 1218 por San Pedro Nolasco, cuando tuvo una visita de la Santísima Virgen,
dándose a conocer como La
Merced, que lo exhortaba a fundar una Orden religiosa con el
fin principal de redimir a aquellos cristianos cautivos. La orden se fundaría
en la Catedral
de Barcelona, con el apoyo del rey Jaime I el Conquistador.
Tras su fundación, la Orden de la Merced, formada por
clérigos y laicos, muchos de ellos enraizados con la nobleza catalana y
próximos a la corona de Aragón, se dedicó a la redención de cautivos.
Extendiéndose pronto por toda Cataluña y España la devoción a la Virgen de la Merced.
En el siglo XVII, en tiempos de
Felipe III, llegaría la Orden de la Merced a Ciudad Real,
gracias a la disposición testamentaria realizada en 1610 por D. Andrés Lozano,
natural de Ciudad Real y gran devoto de Nuestra Señora de la Merced, que destinó parte
de sus bienes a la construcción de un convento de mercedarios descalzos en su
ciudad natal. No obstante, la construcción de dicho convento no se iniciaría
hasta varios años después, comenzando las obras a principios de 1621, y
terminando en 1674 con la edificación de la iglesia gracias al caballero
santiaguista, D. Álvaro Muñoz de Figueroa, familiar del santo Oficio de Ciudad
Real, el cual tenía una estrecha relación con la Orden de la Merced.
El antiguo convento mercedario, es actualmente un
centro cultural.
El convento ciudadrealeño se
denominaría Convento de la Inmaculada
Concepción de Padres Mercedarios Descalzos. Por ello, su
iglesia conventual está presidida por un cuadro con la figura de la Inmaculada.
La presencia mercedaria en la
capital de la provincia, perduro hasta 1833, siendo Prior Padre Comendador Fr.
Florentino de la Concepción,
en que fue suprimido con motivo de la desamortización de Mendizábal,
trasladándose los frailes allí residentes, al Convento que su Orden poseía en
Rivas (Madrid). Las posesiones de los frailes mercedarios pasaron a convertirse
en Bienes Nacionales, entre los cuales figuraba una importante biblioteca con
1.191 tomos y 17 cuadros de importantes dimensiones, algunos de los cuales
fueron conservados como parte de los fondos del instituto.
De este modo, el antiguo convento
mercedario, uno de los edificios más emblemáticos de la capital, se convirtió
en Instituto Provincial de Enseñanza Media en el año 1843, que con el paso de
tiempo recibiría el nombre de Instituto Nuestra Señora de Alarcos, cerrando sus
puertas en 1995 como instituto, para una vez ser restaurado convertirse en el
año 2005 como centro cultural. Desde el año 2008 es Bien de interés cultural,
con categoría de monumento inmueble.
La iglesia del convento se
convirtió en un primer momento en capilla del instituto, para segregarla del
convento y convertirla en Parroquia de Nuestra Señora del Prado en 1877, debido
a la creación del Priorato de las Ordenes Militares que convirtió a la antigua
parroquia de Santa María del Prado en Iglesia Prioral.
Capilla del Santísimo de la Parroquia de Nuestra
Señora del Prado, lugar donde recibe culto la Virgen de la Merced.
Ocurre que el nombre Iglesia de la Merced nunca ha existido
como reconocimiento canónico ni civil, pues era y es una denominación vulgar,
debido a la existencia del convento de la Merced anexo. Mientras fue capilla del convento
se denominó iglesia de la
Concepción, y una vez que se estableció la parroquia, un 28
de junio de 1877, se pasó a denominar Parroquia Santa María del Prado, que ha
guardado siempre una profunda identidad mercedaria como demuestran los escudos de
su fachada, así como las numerosas pinturas y esculturas de su interior que
reproducen temas mercedarios.
La devoción a la Virgen de la Merced en Ciudad Real se
propago con la llegada de los frailes mercedarios a nuestra ciudad.
Constituyéndose una Esclavitud de la
Virgen de las Mercedes que celebraba cultos en honor a su titular y que procesionaba la imagen de la Virgen de las Mercedes cada 24 de septiembre. Con el
inicio de la Guerra Civil
Española en 1936, la imagen de la
Virgen seria destruida al igual que toda la imaginería de la
parroquia.
Dibujo de Julián Alonso de la destruida imagen de la Virgen de la Merced en 1936.
Terminada la Guerra Civil se reorganizó la Hermandad de Nuestra
Señora de la Merced,
adquiriendo una imagen de la
Virgen en 1946
a la casa de artículos religiosos de José Rabasa
Perez-Antonio Royo Miralles. Imagen que sería sufragada con la ayuda de
Excautivos ciudadrealeños.
Los primeros cultos en honor a la Virgen de la Merced se organizarían en
Ciudad Real en el mes de Octubre del año referido. Del 24 al 26 se celebro un
Solemne Triduo en su honor, procesionando por primera vez el domingo 27 por las
calle Toledo, Estación Vía Crucis, Caballeros, Plaza del Generalísimo hasta el
templo parroquial. El diario lanza realiza la siguiente crónica el lunes día 28,
en su segunda página: “La carroza
artísticamente adornada de flores por el conocido artista Pepe Mur y luciendo
un precioso ramo de flores naturales ofrecido por la distinguida señorita
Lolita Navarro, la llevaban dos grupos de soldados del regimiento de Artillería
de guarnición en la plaza y la procesión fue presidida por el Subjefe
provincial del Movimiento, al que acompañaban los excombatientes, Calatayud
Gil, Uceda, Lorí y otras autoridades locales, así como el asesor de la Hermandad Sr. Carriazo,
figurando en representación del Jefe Nacional de Ex-Cautivos Marqués de la Valdavia, que no pudo
asistir a los actos celebrados en honor a la Santísima imagen de
Nuestra Señora de la Merced,
por ocupaciones ineludibles, el Secretario e Inspector Nacionales del citado
Organismo de Ex –Cautivos.
La banda municipal interpretó a lo largo del recorrido selectas
composiciones musicales, bajo la dirección del Maestro Ruyra”.
Actual talla de la Virgen de la Merced de 1946 de los talleres de arte religioso
Rabasa-Royo.
La imagen adquirida se encuentra
actualmente presidiendo el altar de la capilla del Santísimo de la Parroquia. Es una talla
completa que responde a la iconografía
adoptada por la Orden de la Merced a partir del siglo
XVI. Tiene el hábito mercedario: túnica,
escapulario y capa con estofados en oro, todo en color blanco, con el escudo
mercedario en el pecho. Lleva corona de reina en metal dorado, que hasta la
restauración de la iglesia en los años ochenta del pasado siglo XX era de plata
de orfebrería religiosa valenciana, que fue vendida por el párroco de entonces,
Ubaldo Labrador Palomares, y sustituida por la actual. En la mano derecha lleva
un cetro y un escapulario que ofrece a los fieles. En la mano izquierda
sostiene al Niño Jesús, que también lleva otro escapulario entre sus manos.
A partir de 1946 la Hermandad de Nuestra
Señora de la Merced,
organizaba cultos todos los años en honor a su Titular y una verbena que se
celebraba la noche del día 23 de septiembre donde se instalaban puestos de
chucherías, dulces y bebidas en el primer tramo de la calle Toledo, se quemaban
fuegos artificiales, se realizaba un concierto por la banda municipal, permaneciendo
abierta la iglesia la tarde noche del día 23 para que los fieles pudieran
honrar a la Virgen
de la Merced. El
día 24 a
primeras horas de la tarde, se celebraba la procesión con la imagen de la Virgen. Pero con las
crisis que sufrió la religiosidad popular en los últimos años de la década de
los sesenta del pasado siglo XX, la procesión
se suprimió y la hermandad desapareció.
Escapulario que usaban los hermanos de la extinguida Hermandad
ciudadrealeña de Nuestra Señora de la Merced.
La devoción a la Virgen de la Merced en nuestra ciudad se
vio reforzada a partir de 1945, cuando los mercedarios calzados se asentaron en
nuestra ciudad para hacerse cargo del Centro Educacional de Corrección de
Menores San Rafael, conocido como el reformatorio y que se encontraba en la Ronda de la
Mata. El Padre Manuel Carrera Queimaliños
fue el primer Superior de la nueva fundación.
En dicho centro educacional,
existía una pequeña capilla presidida por la imagen de la Virgen de la Merced y desde el primer
año que estuvieron la comunidad de los Padres Mercedarios en Ciudad Real,
comenzaron los cultos en honor a la
Virgen con una Solemne Novena. En esta se rezaba el Rosario,
se exponía S.D.M. y los cultos terminaban con la procesión con la Virgen, que los primeros
años salio a hombros de ex-cautivos y que llegaba hasta la prisión provincial
donde era introducida a hombros de funcionarios de prisiones. En su interior se
celebraba un acto que terminaba con la libertad de algunos reclusos.
Una vez acabado el acto de la
prisión la procesión seguía por la barriada del Pilar y una vez recorridas sus
calles regresaba al centro educacional, donde se cantaba una salve a la Virgen. Como era costumbre de
aquella época, las autoridades locales y provinciales presidían la procesión.
Crónica publicada en el Diario Lanza el 28 de octubre
de 1946, de la primera procesión de la
Virgen de la
Merced de la
Parroquia de Santa María del Prado.
Pero debido a diferentes
contratiempos en 1976, los mercedarios calzados tuvieron que salir de Ciudad
Real, poniendo fin a la gran labor educacional llevada a cabo durante más de
treinta años, perdiéndose así los cultos y procesión de la Virgen de la Merced de nuestra ciudad.
Con la marcha de los Mercedarios
de nuestra ciudad y la extinción de la Hermandad de la Virgen de la Merced de la Parroquia de Santa María del Prado, se siguió
celebrando la festividad de Nuestra Señora de la Merced todos los años en la Prisión Provincial
hasta la desaparición de esta.
Cerca de cuatro siglos se celebro
la Virgen de la Merced de una manera
especial en Ciudad Real, festividad que actualmente pasa desapercibida y ha
desaparecido del calendario devocional ciudadrealeño.
Crónica publicada en el Diario Lanza el 25 de
septiembre de 1946, de la procesión de la Virgen de la Merced del Centro Educacional de Corrección de
Menores San Rafael.