El poblado de Venta de Cárdenas se
encuentra situado al sur, termino de la provincia de Ciudad Real y principio de
la provincia de Jaén. Pertenece como barriada al municipio de Almuradiel. El
camino Real de la Mancha a Andalucía abierto en 1780 por el ingeniero francés
Carlos Lemaur, transcurría por el centro del poblado.
A la salida de Venta de Cárdenas por la
antigua carretera, por el paso de Despeñaperros, habrá podido observar que, a la
derecha, hay un pequeño monolito de piedra que antiguamente señalaba el termino
del Arzobispado de Toledo y el principio del Arzobispado de Granada, con la
Santa Faz, que se venera en la catedral de Jaén y por el otro opuesto la Virgen
del Sagrario, que se venera en la de Toledo, a este monumento los del
lugar le han llamado la “Cara de Dios”,
que actualmente es el límite de la provincia de Ciudad Real con la de Jaén, el
fin de Castilla y el comienzo de Andalucía.
El monolito o pilar fue levantado en
tiempos del Cardenal Lorenzana, tal y como figura en una inscripción que se
encuentra debajo del relieve de la Virgen del Sagrario. Es decir que este
monolito tuvo que ser levantado entre los años 1772 a 1800, siendo estos los años
en los cuales D. Francisco Antonio de Lorenzana y Butrón, ocupó la silla
toledana.
Este monolito fue desmontado en el año
2006, con la excusa de las obras de los nuevos túneles, que evitan el paso de
Despeñaperros, con el fin de que los desperfectos que pudieran ocasionarle las
voladuras a hacer en las obras de mejora y acondicionamiento del tramo de
Autovía Santa Elena-Venta de Cárdenas.
En Santa Elena y Venta de Cárdenas hubo
un movimiento de protesta cuando lo retiraron, que trascendió a los medios de
comunicación. La Asociación cardenera instó repetidamente a que fuera repuesto
en su sitio de siempre, objetivo que se cumplió en el año 2009.
El monumento- que se sepa- no sufrió
deterioro importante al paso de las tropas francesas en la Guerra de la
Independencia, ni tampoco en los trágicos vaivenes de la Guerra Civil,
respetándose por unos y por otros. Ha sido en estos últimos años cuando este
monolito ha sufrido el ataque de la mano destructora del hombre actual, tan
poco respetuoso con nuestro pasado, realizándose inscripciones sobre los
relieves del mismo.
Un monolito histórico de nuestra provincia, que a los viajeros que caminen a Andalucía, les señala que acaba de terminar la tierra castellana y empieza la inigualable tierra andaluza.