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lunes, 31 de mayo de 2021

LA INAUGURACIÓN DEL EDIFICIO DE CORREOS CONGREGÓ A NUMEROSAS PERSONALIDADES

 



La satisfacción ante la inauguración oficial -del edificio de Correos sería, con toda probabilidad, el hilo conductor de las intervenciones previstas para las cinco y media de la tarde de ayer en la nueva sede por parte de las autoridades más relevantes que habían confirmado su asistencia, comentó por la mañana a este periódico Juan Julián Gómez Tarado, Jefe Provincial de Correos. En este sentido destacó que, a buen seguro, destacarían la "luminosidad y comodidad" que ofrecen las flamantes instalaciones a los 1,50 trabajadores que prestan servicio en Correos.

Gómez Tarado explicó que la inauguración resultaría muy concurrida dado el gran número de personalidades que asistirían al acto. Entre otros, estarían presentes Elena Salgado, Secretaria General, los directores general y de operaciones, Luis Egusquiza y Mariano Ascandonin, respectivamente y el asesor de relaciones externas, Manuel Nadales, por parte de Correos, así como el delegado de Gobierno de Castilla-La Mancha, Daniel Romero, alcalde de Ciudad Real, Lorenzo Selas, y el Gobernador Civil, Tomás Morcillo Cuenca.

El Jefe Provincial de Correos informó, asimismo, que han sido invitados todos los jefes de las oficinas de la provincia y los trabajadores de la capital.

Luminoso y bien equipado

Gómez Tarado dijo también que, tras el turno de intervenciones, se girará visita por las instalaciones del nuevo edificio y se podría comprobar "in situ" que "está muy bien equipado". Después se ofrecería una copa de champán a los asistentes al acto inaugural.

Por otra parte, señaló que desde el pasado diciembre, mes en el que se trasladaron definitivamente los servicios a la nueva sede, los funcionarios de Correos "trabajan más a gusto". A este respecto dijo que, no en vano, realizan su jornada laboral sirviéndose de las "últimas tendencias en materia de comunicaciones". Y agregó que "el público percibe la modernidad y se encuentra más cómodo".

Diario “Lanza”, 21 de mayo de 1993



domingo, 30 de mayo de 2021

EL VIEJO EDIFICIO YA NO EXISTE

 

Diario “Lanza” 22 de septiembre de 1993


sábado, 29 de mayo de 2021

EL ANTIGUO EDIFICIO DE CORREOS Y TELÉGRAGOS

 



El antiguo edificio de Correos y telégrafos, levantado en la calle Toledo enfrente de la Diputación Provincial, sobre el solar del desaparecido Teatro Cervantes, fue inaugurado el 6 de mayo de 1930, y derruido en 1993, es decir que permaneció en pie unos 63 años.

 



En la puerta de acceso al edificio, se encontraba un escudo monárquico de la época de Alfonso XIII, que fue respetado durante la Republica y el régimen del General Franco, y que al ser derruido el edificio fue desmontado y llevado al Museo Postal de Madrid, junto a la puerta giratoria de acceso al edificio, y la vidriera que se encontraba en el patio. Las mesas que podemos ver en la fotografía, y que se encontraban en el interior, fueron donadas a la Diputación Provincial.



viernes, 28 de mayo de 2021

INAUGURACIÓN DE LA CASA DE CORREOS

 



A las 12:30 se verificó ayer la inauguración destinado a los servicios postales en la nueva Casa de Correos y Telégrafos, construido como es sabido en el solar del antiguo teatro Cervantes, en la calle Toledo, frente a la Diputación.

Los invitados amablemente atendidos por el digno administrador principal don Antonio Ximenez del Rey y los altos funcionarios señores Grande Arteche (don H. y don C.) Jurado y el resto de la plantilla recorrieron todas las dependencias del edificio, en el que los distintos servicios sino con el esplendor de Madrid han quedado decorosamente instalados.

El acto no pudo ser más sencillo la expresión de que la Casa de Correos quedaba inaugurada, dicho por el secretario del Gobierno Civil don Francisco Jiménez, en representación del gobernador y un refrigerio, ilustrado con habanos, servido en la Cartería, que es la estancia más holgada del edificio.

 



Concurrieron el M. I. Sr. don Pedro F. de Sevilla, deán de la Prioral, que representaba al Prelado; don Bernardo Peñuela, alcalde; don Ángel Ávila y don Ramón Carrión, presidente y fiscal de la Audiencia; don Ricardo de Miguel, delegado de Hacienda; son Evaristo Peñalver, teniente coronel de la Guardia Civil; don José María de León y don Manuel S. Gijón, presidente y secretario de la Cámara de Comercio; don José Alcázar, secretario del Ayuntamiento; D. Juan Medrano, D. Vicente Calatayud, don Ramiro S. Izquierdo, don Justo Oliva, coronel y gobernador militar, don Ildefonso Romero, cura ecónomo de la Merced, don Telmo Sánchez, arquitecto provincial, don Potenciano de Omeñaca, director de la sucursal del Banco Hispano Americano, don Juan Rodriguez, Jefe de Telégrafos, don José Martínez Lapetra, Comisario de Vigilancia, nuestro gerente don Miguel Ruiz y otras personas que no recordamos.

El edificio ha costado unas 350.000 ptas. lo ha construido don Sandalio León y el expediente se inició siendo alcalde don Antonio Prado.

Merece la nueva Casa de Correos una extensa información que otro día haremos.

Diario “El Pueblo Manchego”, 7 de mayo de 1930



jueves, 27 de mayo de 2021

LA CASA DE CORREOS Y TELEGRAFOS

 



El proyecto de este magnífico edificio en esta Capital se debe a la pericia de los ilustres arquitectos Sres. Otamendi y Lozano, que en múltiples edificios, en diferentes ciudades españolas, dejaron huellas de su vasta cultura en el difícil arte de construcción y edificación. El ministerio de la Gobernación hubo de nombrarlos arquitectos del Palacio de Comunicaciones y gracias a ellos, todas las capitales de España muestran como un airón de orgullo su Casa de Correos y Telégrafos.

Bajo la dirección del competente arquitecto y querido amigo nuestro don Telmo Sánchez, y por el maestro don Francisco León Ruiz, contratista de esta obra, quien interpretando con idea clara y luminosa el plano de los señores Otamendi y Lozano, lleva a cabo estas obras con una rectitud y escrupulosidad que en nada difieren de todas las exigencias que señala el plano.

Además es digno de hacer constar el impulso y rapidez con que esta magnífica obra se va desarrollando, y prueba de ello es su progresión que se deja ver de día en día.

Esta obra que ha sido adjudicada en la cantidad de trescientas ochenta y cuatro mil pesetas, prueba que nuestra capital dispone de maestros competentes que a su gran pericia unen el interés por el engrandecimiento de su patria chica.

Ciudad Real debe, pues, mostrarse orgulloso de cobijar en su seno a quien como don Francisco León Ruiz, contratista de obras, procura con su trabajo el engrandecimiento de nuestra capital.

Programa de Ferias y Fiestas de 1928



miércoles, 26 de mayo de 2021

EL ANTIGUO TEATRO CERVANTES DE LA CALLE TOLEDO

 

El Teatro Cervantes en una imagen publicada en la revista “Vida Manchega” en el año 1917


Enfrente de la Diputación Provincial, en el solar que se levantó la Casa de Correos y Telégrafos, hoy edificio de servicios de la Diputación Provincial, se inauguró el 15 de agosto de 1849, el Teatro Cervantes. El periódico “La Nación”, en su número del 18 de agosto del año reseñado, publicaba la siguiente nota:

Mañana veremos al fin coronados los esfuerzos del Señor Osorio, jefe político de esta provincia, á quien muy principalmente se debe la construcción del nuevo y elegante teatro, que se inaugura en el día de Nuestra Señora del Prado, patrona de esta capital, haciendo su primera presentación la compañía formada bajo la dirección de don Vicente Serra, poniéndose en escena la famosa pieza «La trenza de sus cabellos» , en que esperamos se luzca la primera actriz doña Eloisa Martínez y el señor Zatrane, primer galán de declamación. Ofrezco remitir á Vos después, el juicio crítico de la compañía, y la pintura ó cuadro del acabado teatro, objeto de tanto adorno para una capital de provincia; estímulo que ha movido a los señores accionistas para secundar el proyecto de dicho señor Osorio, á quien no podemos menos de tributar merecidas gracias, porque sin su perseverante voluntad é incansables esfuerzos, preciso es confesar que no hubiera sido fácil ver realizada completamente una obra tan preciosa.

El teatro, según la o Clemente del año 1869, era “pequeño, pues solo tiene 13 palcos y 12 plateas, siendo capaz de contener unas 500 personas, es bonito y cómodo, habiéndose gastado en las obras la cantidad de 180.000 reales, que por varios vecinos de la capital se hizo efectiva”.

A lo largo de su vida tuvo varios nombres, el primero de ellos “Teatro de la Amistad”, al ser sede de la Sociedad “La Amistad”, constructora del mismo, para ser conocido ya a principios del siglo XX, como “Teatro Cervantes”. El inmueble fue adquirido por el Estado, para construir sobre su solar la Casa de Correos y Telégrafos, siendo derruido en 1917.


martes, 25 de mayo de 2021

LA ALCALDESA HONORARIA PERPETUA

 



Cuando, concluido el, un tantico, abrumador trabajo cotidiano, llega la noche, es un placer hundirse en el silencio austero de la casa. Entonces, a la penumbrosa luz del velón, vienen, no sé donde por acá y por allá en la soledad sosegada, atropellados, imprecisos, imperativos, colores opacos, sombras leves…, toda una pululación de duendecillos caseros –la carcoma, ayudándonos a devorar la hacienda; la mariposa revoloteadora, fascinada por la luz, que a la muerte va; la monotonía del reloj: las retorcidas cintas de humo, ascendentes, de la agonía del cigarrillo… ¡qué sé yo!- que, amistosos, se nos llegan, nos hablan, nos acarician, nos entretienen, nos alegran o nos acongojan, y atraen, por incomprensible conjuro, nítido, solemne, “moriñoso” la estampa del lejano terruño querido para hacernos soñar, ¿desvariar?, ¡no!, cumplir la obligación de mantener viva, nuestra unión con la madre lejana de nuestros terrones y verter nuestro amado recuerdo, loco, a trazos de tinta, y lanzarlo a los cuatro vientos, para que llegue allá y lo sepa, que da consuelo conozcan las madres el íntimo sentir, alegre o lloroso, necio o cuerdo, pero bueno y limpio, de sus hijos. Así, sin más trascendencia, nacen los recuerdos, caminan y llegan los míos.

¿Qué a menudo se pierde en el vacio este anhelo del espíritu? No importa. ¡Cumplida recompensa es poder contar, y cantar, a la madre con piar gorrionero afanoso, pero fuerte y entrañable, y esparcirlo con atolondrado aleteo! Y regusto da si el tiempo decreta, a veces que el gris piar de las locuras de un enamorado, renazca, cuerdo, con policromía galana, en meollos sanos y equilibrados.

Todo esto viene muy a lo cabal y muy a cuento, ahora porque, el día 24 de abril, decía yo en LANZA en un artículo encabezado con el título: “Nuestro Cancionero Popular y Marcos Redondo. (Para el Alcalde Mayor de Ciudad Real)”, lo siguiente:

 



“Piense, señor regidor mayor, si no sería eso” –me refería al homenaje campesino que a la Virgen del Prado debía hacerle La Mancha bailando nuestras danzas ante Ella, al pasar por el Ayuntamiento el día 15 de agosto- “una bellísima ratificación del nombramiento de Alcaldesa Perpetua que está esperando la Patrona de la Capital de la provincia, e incluso de la Región que nos ha sido concedida, ¡y por algo será!”.

Mis líneas no tuvieron otro eco que, al cabo de unos días, en el número del 1 de mayo de este diario, en la “Crónica municipal”, la cita de que en la “sesión conjunta oficiosa” de los concejales, entre otras cosas, “también se había hablado de nombrar Alcaldesa Honoraria a la Patrona”.

La noticia venia escueta. Sin comentario alguno. Creo saber, por otro lado, hubo razones, que respeto aunque no comparta, para no acordar nada sobre ello.

Y el día 24 de septiembre, a los cinco meses justos de publicadas mis líneas, dice LANZA:

“Ha celebrado junta general ordinaria la Ilustre Hermandad de Nuestra Señora la Santísima Virgen del Prado” y “la directiva lo sugirió y la general lo aprobó por aclamación, que se solicite del Ayuntamiento conceda el título de Alcaldesa Honoraria Perpetua” a la Virgen del Prado.

¡Loado sea Dios! que, a veces, hace renacer, como al principio digo, lo que escribo y ahoga el vacío.

No sé el término que pueda alcanzar ahora, la proposición de dar ese honor a la Patrona. Yo, a lo dicho, ayer, me debo, hoy. Aquí estoy para lo que sea preciso, aunque nada valgo. De cualquier modo, reclamo el derecho de la limosna -¡por amor de Dios!- del recuerdo que cree merecer esta mi pobreza, parda e insignificante, pero a la que, en su soledad, humildemente, pensemos, la casualidad concedió, con anterioridad, la idea y la expresión pública de tan bella sugerencia, como es la de nombrar Alcaldesa Perpetua a la Morena.

Julián Alonso Rodríguez, diario “Lanza” viernes 3 de octubre de 1958

 

Hoy se cumplen 933 años de la aparición de la Virgen del Prado en Ciudad Real


lunes, 24 de mayo de 2021

ALARCOS

 



El cerro de Alarcos tiene, en lo más alto, un jalbegado palomarcico mariano que parece un pañolico, lindo, de Primera Comunión y que nos saluda desplegado en el fondo azul celeste, sobre peana de tierras, piedras y trigales a medio granar y plata de olivos, cuando, desde Madrid, llegamos a la ciudad nuestra en la pascua de Pentecostés.

Luego se asomarán, más cerca, los cipreses, santos, del camposanto entrañable, las torres parroquiales y catedralicia, el añejo y bien plantado torreón de Santiago, espadañas monjiles, blancuras de caserío..., pero el pañolico fue el primero en darnos la bienvenida sin dobleces, que para eso lo tiene tendido, extendido, el cerro de Alarcos, al sol, al aire, en lo más alto de su giba de multisecular abolengo.

Quédese, para quien quiera decírnoslo, la importancia del Alarcos ibérica, romana, cristiana; lo populoso de su recinto fortificado; la derrota de Alfonso y la victoria del moro, y la victoria de Alfonso y la derrota de la morisma, y la despoblación impuesta por las miasmas del cercano viejo rio, y la repoblación, con sus gentes, de la cercana y naciente Villarreale; su ruina; las bellezas de su primitiva ermita románica y de la gótica actual; del artesonado, de ella, en mala hora desaparecido; del óculo, bien conservado; del atrio, hecho con columnas y capiteles del ermitorio viejo, extendifo, antes, también por la fachada del óculo florido, y del algibe, y del pozo dulce del cercano Arzollar… que a nosotros no nos interesa todo esto, pues hemos venido a subir al cerro en peregrina caminata de añoranzas y con hambre de contemplación de dilatados espacios, en estas fechas en que la verdura de la primavera florece y se dispone a madurar granos en los sembrados, y juega con villanos prematuros, y patina cuarcitas, y prepara polvo, pegadizo, en caminos y “vereas”, para la canícula que se nos va viniendo llena de cosechas y sudores y ferias patronales.


La imagen gótica de la Virgen de Alarcos destruida en 1936



Es el lunes siguiente al domingo de Pentecostés. Lunes de romería de la Virgen de Alarcos. En la primera decena del siglo aún no existía alambrada acotando el cerro. Convergentes, desde el llano, por la falda, hasta la cúspide donde alba de cal se clava la tapia del santuario, trepan los de Poblete, los de Alcolea, los de Valverde y Piedrabuena, los de Sancho Rey y Ciudad Real y Porzuna, Las Casas, Picón y los de Peralvillos y Miguelturra…, muy a lo gañan y jornalero, refajo gordo, pañuelo a la cabeza, en la una mano la vela votiva y, en el otro brazo, la cesta con la comida, el pan y el vino, y, en la “faltiquera”, unas “perrillas” para la Virgen, para comprar confites al chico y para mercar almendrillas y una medalla para los “agüelos” que no pudieron ya venir. Y subían por trochas y caminos, a pie, o en caballerías, o en la tartana, o en el carro, hasta donde la pina cuesta final lo permitía.

La campana soltaba por la llanura, y llegaban muy lejos, las palomas de sus repiques, espantados de cohetes. Relucía, al sol, el azofar de los instrumentos de la “banda de música de Ciudad Real” que dirigia Vega; llegaban el cura con el alcalde y los concejales, y “Canani” a caballo y quien solo quien con los suyos, el marqués y el conde y los Ayala y don Jacobo y don Luis y don Federico y Barragán y Martís Moreno y don Joaquín y el “alcaldillo”…

Saltaban las langostas entre bromos y brizas y lechetremas; azumbaban los moscardones; revoloteaban las mariposas entre las hierbecillas florecida de manzanillas, mielgas, candelicas, amapolas, collejas, gamonitos, tomillos, mejoranas, en lluvia de colores y vahos de aromas; los “petines”, los gorriones y las palomas, escribían por los aires, con los vencejos, los himnos de sus vuelos; las urracas y las abubillas huían asustadas; el blancor de una nube no llegó a ser palio y se quedó en quitasol; el rio, mortecino, allá al pie del cerro, chispeaba sol por eneas y carrizales, y las arideces de la serrezuela de las Medias Lunas, con el dedo, tieso, de un chopo, verde, marcaban el cielo a la quintería blanca, femenina, recostada y silenciosa en la ladera.

Aquella mañana, hervía de gente el patio del santuario. Olían a incienso, humanidad, cera y murmullos, las tres naves del templo. Se abrió la puerta que da al campo y, de par en par, dejó salir a la Virgen entre cantos y voces; orlada de flores campesinas, espigas en leche y rayos de madera dorada; risueña; con su Hijo en brazos jugando con un pajarillo, que nadie sabe donde cazó; mal repintada -¡perdónalos Señora!- pero de interesante traza gótica, con perfil quebrado en la cintura, que nos hacía recordar a la Virgen de La Rábida y a la de la Estrella de la catedral de Toledo. Iba, triunfal, a hombros de zagalones jadeantes, sudorosos y varoniles, renovados ininterrumpidamente, y que la volvían, entre voces, plegarias, cantos y cohetes, para mirar a los pueblos y “bendecidlos”, cada año, en esta fecha, bajo los albores del mediodía.


La imagen de cemento de la Virgen de Alarcos realizada en 1940 por Antonio Lorenzo Mora Coronado



Ella reía, reía, en este recorrido de color, alegría y amor, alrededor del santuario, y su Niño acariciaba más y más, al pajarito que quería escaparse y esconderse en las flores del ramo de Flores que la Madre le enseñaba.

Por la tarde, volvía el cerro a su silencio, porque el gentío, ufano, desparramaba su hambre y su sed, por la frescura de las alamedas del rio y por la campestre comodidad de las huertas de La Poblachuela. Al anochecer, de regreso, los campanillos muleros tocaban el Ángelus y las últimas miradas de despedida, se prendían en el pañolico, albo, extendido en lo más alto del cerro de Alarcos.

¡Y un día aquella bella y elegante imagen desapareció!

¿No os parece que una imagen de piedra –como dicen era aquella- y de grandes proporciones, es imposible desaparezca totalmente y, que está muy largo el rio, y es agreste el camino, para llevarla y tirarla a él –como cuentan algunos- en momentos de violencia y precipitación inusitada?

De la Virgen de los Mártires de Calatrava, la Vieja, -ciertamente de piedra y también destrozada, se han podido encontrar trozos y no la echaron al rio y está más próximo a su ermita y no es tan abrupto el terreno que a él conduce.

¿No estará la Virgen de Alarcos, entera o partida, escondida o enterrada, por las cercanías de su templo y no se supo o quiso buscar? ¿Es tan difícil bucear y explorar el cauce del Guadiana, por si acaso es cierta esa otra explicación?

Nada se hizo. Nos hemos conformado con lo más cómodo, económico, y menos airoso y elogiable: sustituir la artística, bellísima, aunque horriblemente repintada, efigie de la Virgen de Alarcos, primero, con aquella atroz mole de cemento que, afortunadamente, duro pocos años como titular, y después, con la actual, melosa, de madera, que nos regalaron, y nada fiel como reproducción.

Julián Alonso Rodríguez, diario “Lanza”, lunes 18 de mayo de 1959

 

La actual  imagen de la Virgen de Alarcos realizada en 1950 por los escultores valencianos Rausell y Llorens


domingo, 23 de mayo de 2021

ALARCOS 1860

 



El histórico santuario de Alarcos, cerca de Ciudad-Real, que se hallaba casi arruinado, ha sido completamente restaurado, celebrándose en él una solemnísima función. Al amanecer tan fausto día, un inmenso gentío llenaba los caminos que conducen al santuario, partiendo de Ciudad-Real, Migueltnrra, Carrión, Poblete y otros lugares circunvecinos. A las ocho de la mañana llegó a la cumbre del cerro la diputación provincial, presidida por el señor gobernador de la provincia, y  pocos minutos después el ayuntamiento de la capital con su música y maceros á la cabeza.

Hizo alto la corporación municipal á poca distancia de la antiquísima muralla que rodea el santuario, y el señor gobernador don Enrique de Cisneros, desde la puerta, sobre la cual ondeaba la bandera nacional, pronuncio un entusiasta discurso, del cual es tratamos los siguientes párrafos: «Va para setecientos años, al amanecer del 19 de julio de 1193, iluminó el sol con sus rayos una hermosa ciudad asentada en las lomas y faldas de estos cerros, y reverberó en las bruñidas armaduras de un ejército que ocupaba el llano. Al hundirse el astro del día en Occidente, la flor de la caballería castellana había sido destrozada por Yakub-Almanzor; la ciudad arrasada, sus moradores pasados a cuchillo; todo había desaparecido.




No quedó en la ciudad piedra sobre piedra; el botín fue tan grande, que bastó á Yakubuna mínima parte de aquellas riquezas para edificar la Giralda de Sevilla; la matanza fue tal que, según expresión de un escritor árabe, caían los moradores de Alarcos como la mies al corte de la guadaña. Los pocos que escaparon con vida levantaron humildes cabañas alrededor del Pozo Seco de D. Gil; aquella aldea fue más tarde Villa Real y Ciudad Real es hoy. Con verdad podéis decir que, a despecho del furor del agareno, Alarcos vive, Ciudad-Real es Alarcos.

Pues si este cerro es el osario de vuestros padres; si esta puerta es la que dio paso á Alfonso el Noble, salvado por la Providencia para que diez y siete años más tarde triunfase de todo el poder de la media luna en las Navas de Tolosa; si ese santuario es el mismo, que, protegido por la Madre de Dios, se libró de la general ruina, considerad en cuánta veneración y estima debéis tener estos lugares; hoy sobre todo que ha sonado la hora de la regeneración en España, enlazándose a través de los siglos con el nombre de las Navas, el de Vad Ras, y con el de Granada el de Tetuán.

En estas alturas, adonde no llega la pestilente atmósfera de los partidos, se respira un aire de patriótica independencia: sobre este muro almenado cierne sus alas el genio de la heroica nación española: del cerro, de la muralla, del santuario, de los peñascos, de todas partes parece que exhala este sublime grito: ¡morir por la patria ¡Dichoso los pueblos que conservan estos libros de piedra, y saben leer en ellos! Muy difícil será vencerlos, imposible subyugarlos. Señor alcalde: en nombre de S. M. la Reina os confió las llaves del Santuario de Alarcos.

La Correspondencia de España. 12  de junio de 1860, n.º 645 página 3



sábado, 22 de mayo de 2021

EL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA Y EL GENERAL FRANCO TAMBIÉN VISITARON EL EDIFICIO DE LA DIPUTACIÓN PROVINCIAL



A parte de los miembros de la Familia Real Española, que ayer publique que estuvieron en el Palacio Provincial, dos Jefes de Estado de signo totalmente opuesto, también visitaron este palacio, me refiero al el Presidente de la II República Española, D. Niceto Alcalá-Zamora y Torres, y al conocido en su época como Caudillo, Francisco Franco Bahamonde.

La visita del Presidente de la República se efectuó el 27 de abril de 1933, durante su visita oficial a nuestra ciudad, para inaugurar el nuevo pabellón del hospital provincial. Tras recorrer parte de la ciudad, llegó al Palacio de la Diputación, donde se le ofreció una recepción, saliendo a saludar desde uno de sus balcones al pueblo que abarrotaba la calle Toledo y Plaza de la Constitución (http://elsayon.blogspot.com/2015/04/el-presidente-de-la-ii-republica.html).




Francisco Franco visitó nuestra ciudad el 15 de febrero de 1940, una visita que compagino con la visita a varios pueblos de la provincia. En nuestra ciudad estuvo solo horas, y tras recorres varias calles llenas de público, llegó al Palacio Provincial y realizó un pequeño discurso desde el balcón principal, ante las continuas aclamaciones de ciudadrealeños que llenaban las inmediaciones del palacio.

 


 

viernes, 21 de mayo de 2021

ALFONSO XIII Y EL INFANTE DON JAIME ESTUVIERON EN LA DIPUTACIÓN PROVINCIAL EN 1905 Y 1929 RESPECTIVAMENTE

 



EL edificio de la Diputación Provincial, ha acogido a lo largo de su historia la visita de Jefes del Estado y miembros de la familia real española. En el año 1905, lo visitó el Rey Alfonso XIII, que llegó a nuestra ciudad el 27 de abril del año referido. Se desplazó a nuestra ciudad, para asistir aún acto de los caballeros de las Ordenes Militares, que se celebró en la Catedral, visitando a la Virgen del Prado en su camarín. Una vez terminada la celebración religiosa, se desplazó a la Diputación Provincial, momento que recoge la imagen que publico como cabecera de esta entrada, donde se le realizó una recepción.

Veinticuatro años más tarde, el segundo de sus hijos, el Infante D. Jaime, también visitó nuestra ciudad el sábado 19 de octubre de 1929, donde se alojó en el Palacio de la Diputación, para asistir el domingo día 20, a coronación de la Virgen de las Nieves en Almagro. El sábado día 19 hubo una recepción en su honor en la Diputación Provincial, momento que inmortalizo el diario “Vida Manchega”, y cuya imagen publicó también.


“Vida Manchega” 21 de octubre de 1929


jueves, 20 de mayo de 2021

LOS MACEROS DE LA DIPUTACIÓN PROVINCIAL

 

Maceros en la visita a la Diputación de Ciudad Real, que realizó el 27 de abril de 1933 el Presidente de la II Republica Española, Niceto Alcalá-Zamora



En la escalera de acceso a la primera planta de la Diputación Provincial, podemos ver en vitrinas a ambos lados de la puerta de acceso, los trajes de los antiguos maceros de la Diputación Provincial.

Un macero es un funcionario español que encabeza las comitivas de diferentes corporaciones, como los ayuntamientos y diputaciones, luciendo un tabardo, uniforme de antiguo origen y llevando en su mano una maza.




La presencia del macero en determinadas solemnidades y comitivas es una tradición antigua que simboliza el poder de la autoridad. Antiguamente antecedían los desfiles de los reyes pero posteriormente se extendió a otras instituciones bien por delegación real, bien por representación propia, como los ayuntamientos. Luego, se extendió a otras corporaciones como figura representativa de su autoridad y han llegado a nuestros días en muchos pueblos y ciudades de España. Actualmente hay maceros, entre otras instituciones, en el Congreso de los Diputados y en el Senado.

La maza que portan como símbolo en su día posiblemente constituyó un arma defensiva, como ya utilizaban los caballeros en sus aparejos en la Edad Media. El uniforme de macero está compuesto por un tabardo, muy parecido a una dalmática, generalmente bordado con las armas de la institución a la pertenece, gorra de terciopelo con pluma y maza de plata.

 



miércoles, 19 de mayo de 2021

UN LIENZO DE LA VIRGEN DEL PRADO OBRA DE MES EN EL MUSEO DIOCESANO

 



VIRGEN DEL PRADO

 

La devoción a la Santísima Virgen del Prado, Patrona de Ciudad Real, se remonta a más de novecientos años.

Feliz hallazgo de la Santa Imagen de Nuestra Señora en las cercanías de Velilla de Jiloca (Aragón). Reina y Soberana de los Reyes de Castilla.- Celestial Protectora de los ejércitos cristianos contra los moros.- Triunfadora y Restauradora de las dos Castillas.

El lienzo de la “Virgen del Prado” está firmado (MARTIN. CARCEL DE CIUDAD REAL-1939). Es un óleo sobre lienzo de 103 x 170 cm. Perteneció al Centro Penitenciario de Ciudad Real. Es de estilo popular.

El pintor Vicente Martín Sánchez nació en Ciudad Real en 1907 y falleció en 1995.  Estudió dibujo en la Escuela de Artes y Oficios Artísticos de Ciudad Real y en el estudio de Ángel Andrade.

Colaboró en los periódicos “El Pueblo Manchego”, “Vida Manchega” y otras revistas nacionales y extranjeras. Obtuvo importantes premios en exposiciones y concursos y tiene cuadros en Colombia, Cartagena de Indias. etc. Expuso en Ciudad Real, Sevilla y México. En su obra artística destacan los retratos y una prolija obra religiosa, y de temática cervantina y taurina. Pintó, además, bodegones e ilustraciones en varias ediciones la revista de Semana Santa que editaba la Asociación de Cofradías de Ciudad Real. Entre sus obras se encuentran los carteles del IX Centenario de la Aparición de la Virgen del Prado.

 

DESCRIPCIÓN ICONOGRÁFICA

 

El cuadro representa la venerada imagen de “La Virgen del Prado”, que, en hierática frontalidad y en eje vertical sostiene al niño con ambas manos delante de sí, patentizando la centralidad del misterio de Jesucristo. La Imagen se ubica en el centro de la composición, una corte de ángeles la rodea, conformando así el Rompimiento de Gloria.

La imagen reposa sobre rica peana de plata que la enaltece y eleva sobre el mundo, en algodonosas nubes,  donde tres ángeles, con grácil y ligero movimiento la rodean con una filacteria azul (símbolo de la pureza y, sobre todo, la salvación) en la que está inscrito “Gloria y Honor a Nuestra Señora del Prado”.

María se presenta como Madre de Dios. Es Inmaculada y Asunta al cielo, por el vestido de sol y la media luna bajo sus pies. Además como Reina y Señora, por la corona que ciñe sus sienes (Ella ya es Reina del Cielo y Tierra y Reina de ángeles y hombres). La ráfaga también de plata, con una elegante curvatura en la parte superior, de la que penden numerosas campanitas y rayos en sus extremos.

Bajo la dorada corona, el rostrillo envuelve el agraciado semblante y dulce expresión, que enmarcado por amplio y bellísimo manto de delicados bordados, acoge entre sus brazos la imagen del Niño Jesús (siguiendo la iconografía bizantina) también con corona del mismo estilo y decoración, la mano derecha del Niño Jesús está levantada en señal de bendición, mientras su mano izquierda sostiene una pequeña esfera coronada por una cruz (atributo de la divinidad que alude a que la totalidad de nuestro universo descansa en sus manos).

La gama cromática es muy refinada, utilizando el blanco como símbolo de la santidad, la luz, la pureza, la redención y la justicia de Jesucristo (Marcos 16: 5). El azul que representa los cielos, la Palabra y la Gracia de Dios, y los dorados y amarillos que simbolizan la luz Divina y la presencia de Dios (Deuteronomio 4:24 s).

Texto: Ana María Fernández Rivero

El museo se puede visitar todos los días de 9,30 a 14.00 h. y los sábados hasta las 12.00 h. 


martes, 18 de mayo de 2021

COMENZÓ LA NOVENA EN HONOR A LA VIRGEN DEL PRADO

 



Ayer lunes día 17, comenzó la Novena en honor a Nuestra Señora del Prado, Patrona y Fundadora de Ciudad Real, que concluirá el próximo martes día 25, con la celebración de la Misa del Voto de la ciudad a su Patrona.




La Novena comienza todos los días a las 19:30 horas, con el rezo del Santo Rosario y Novena, seguido de la celebración de la Santa Misa, que será presidida por miembros del Cabildo Catedral, y párrocos de la ciudad, terminando todos los días con el canto de la Salve y el himno a la Virgen del Prado.

 



La Ilustre Hermandad de la Virgen del Prado, se ha hecho cargo este año, del adorno del camarín y trono de la Virgen. Para ello la mayordomía de la hermandad, ha realizado unas cortinas de terciopelo rojo, que resalta aún más la imagen de la Virgen, que estrena toca de tul bordada en oro con lentejuelas, y se ha colocado una decoración especial de flores para estos días.




La imagen viste el manto de los “Mac-Crohon”, regalado en 1917 por D. Manuel y D. Luis Mac-Crohon y Acedo-Rico, fue bordado sobre raso blanco en oro por las Religiosas Adoratrices de Madrid, siendo restaurado en los años 2016-2017 por el taller de bordado de Joaquín Salcedo de Málaga.




El estandarte de la Corte de Honor y la bandera de la Ilustre Hermandad presiden el altar mayor, y el Grupo Joven de la Ilustre Hermandad ha decorado la ventana del camarín y la verja de entrada a la catedral.

 



La Misa del Voto de la ciudad a su patrona, en el día de la aparición de la Virgen del Prado, cerrará esta Novena el martes día 25, siendo presidida por el Obispo-Prior, D. Gerardo Melgar Viciosa, y concelebrada por miembros del Cabildo Catedral y sacerdotes de la ciudad.

 



La Ilustre Hermandad ha invitado a las cofradías y hermandades de penitencia y gloria de la ciudad, a participar en la Misa del Voto del día 25, a la que se espera una representación del Ayuntamiento capitalino.



lunes, 17 de mayo de 2021

UN SIGLO DE PEQUEÑA HISTORIA PROVINCIAL (II)

 



UN SIGLO DE PRESIDENTES

Un curioso folleto del señor Rivas Moreno, completado con los actos que nos proporciona don José Alcázar, actual secretario general de la Diputación, nos permite ofrecer la lista, que consideramos completa, de presidentes durante casi un siglo. Quizás el paciente lector, aunque sólo sea por simple curiosidad, encuentre de cierto interés la siguiente relación, con sus fechas aproximadas o concretas, según los casos:

Don Pedro Fernández Téllez (1877), don Blas Alfarán Osorio, Marqués de Torremejía (1883), don Santiago Sánchez Ramos (1887), don Mariano Pinilla (1888), don Francisco Rivas Moreno (1891), don Andrés Maroto Romero (1892), don José Cendreros Díaz (1893), don Francisco del Aguila Díaz (1894), nuevamente don José Cendreros (1895), don Daniel Castillejos Mosas (1896), don Francisco Morales Cruz (1898), don Pablo Yegras López-Villalobos (1908), don Sixto Lozano Galiano (1905), don Andrés Racionero Rosel (1907), don Sacramento Hidalgo Ruiz (1909), don Antonio Criado y Carrión-Vega (1911), don Francisco García-Catalán (1915), don José Ortiz López (1916), don Antonio Rubio Fernández-Caballero (1921), don Cirilo del Rio Rodríguez (1923), don Luis Barreda Ferrer de la Vega (1924), don Antonio Rubio, por segunda vez (1925), don Bernardo Mulleras García (1926), don José Ruiz de León, designado por edad hasta nuevo nombramiento (1930), don Eduardo Martín López-Salazar (1930), don Francisco Morayta Serrano (1931), don Luis Megía Rubio (1934), don Francisco Maeso Taravilla (1936), don Antonio Cano Murillo (1936), don Vicente Ruiz Pizarro (1937), don Manuel Aranda de Forcallo (1939-40), don Carlos Calatayud y Gil (1940-43), don Evaristo Martín Freire (1943-51), don José Gutiérrez Ortega interinamente unos seis meses, hasta don José Antonio García-Noblejas (1952), don Emilio Caballero Gallardo (1956 accidental), don Daniel Aliseda Vázquez (1956), don Alfonso Izarra Rodríguez (1959), don José María Aparicio Arce (1964), y don Fernando de Juan y Díaz de Lopez-Díaz, desde el 31 de octubre de 1970 hasta la hora actual.




Van todos creemos que puntualmente relacionados y –exigencias de la pequeña Historia- hasta incluidos no solamente los de la República, sino también lo del Frente Popular y años de la guerra de Liberación.


Y OTRO SIGLO DE SECRETARIOS

El cargo de secretario de Diputación debió ser, al establecerse la nueva división en provincias, mucho más político que sencillamente administrativo. Podemos afirmarlo porque desde 1893 se sucedieron nada menos que 17 secretarios, con una duración media de apenas dos años: así lo fueron los señores Catalán, Maestre, de Benito, Monedero, García Aguilera, Jorreto Trujillo Sánchez de la Orden Rivera –en la cantidad de 6.000 pesetas. Cifras irrisorias en la actualidad -¿verdad, amigo lector?-, que nos proporciona el historiador don Inocente Hervás en su conocido “Diccionario…”.

Hizo el proyecto el citado arquitecto señor Rebollar con un presupuesto de 368.778 pesetas, adjudicándose las obras al contratista don Joaquín Castillo en 320.000, aunque luego, con diversos suplementos, se elevó a pesetas 420.023,42 exactamente. Un verdadero palacio, en aquellos tiempos. Se colocó la primera piedra el 6 de agosto de 1889, siendo presidente de la Corporación don Mariano Pinilla, prosiguieron las obras durante la presidencia de don Francisco Rivas Moreno, ilustre político y escritor nacido en Miguelturra, y se concluyeron el 21 de septiembre de 1893, a los cuatro años de iniciadas, recibiendo el edificio el nuevo presidente, don José Cendreros y Díaz. El gran artista don Ángel Andrade dejó en frescos pictóricos y en detalles de ornamentación pruebas de su gusto exquisito, algunas de las cuales aún perduran desden, recuero, Sánchez Ramos, Cereceda, Ibarrola de la Puente, Madariaga, del Campo, Iruruel y Mendoza.




Ya en 1870 ejerce el cargo don José de la Vega Peinador –del que se conserva, por cierto, un magnifico retrato, obra de Carlos Vázquez- y en él se mantuvo durante veintiséis años.

Don Rafael cárdenas del Pozo, que le sucede, desempeña la Secretaría otros veintidós, es decir, hasta 1918. Y después de la interinidad de don Epifanio José Pasalodos, lo ejerce don Francisco Dorado Malaguilla desde 1920 al 35. Sin embargo, el “record” de permanencia lo ha conseguido don Alfonso Ruiz de Castañeda ejerciéndolo durante treinta años, para –después del bienio, como accidental, de don Luis Oráa Mathet- desempeñarlo actualmente don José Alcázar Hernández, desde marzo de 1968.


LA “CARRERA” POLITICA

Más volvamos a la Presidencia.

El cargo de presidente de una Diputación provincial significa hoy día un escalón de cierta importancia para quienes tienen vocación por la “carrera” política. Y así como los antiguos romanos seguían el que denominaban “cursus honorum” –ejerciendo magistraturas diversas como la edilicia, prefectura, senaduría, cuestura, tribunicia –así también aquí se comienza por un sencillo cargo de concejal para seguir con la Tenencia Alcaldía luego, Diputado provincial, Presidente de la Diputación, Procurador en Córtes, Gobernador, Director General, Subsecretario y Ministro, dejando aparte otros muchos cargos intermedios, que suelen ser a veces pequeños trampolines de ascenso y otras un ligero frenazo en la merecida ascensión. Como también se dan casos frecuentes de nombramientos superiores, sin la obligación de una rigidez escalonada, igual que hay quien sube los peldaños de una escalera saltándolos de dos en dos… ¡o de tres en tres!




Algo así deseamos de verdad para nuestros políticos provinciales, sobre todo a quienes ya ejercieron ese cargo de presidente de la Diputación. Obtendrían entonces muchos éxitos y beneficios para nuestra provincia. Y luego, si alcanzaren otras metas sucesivas y aún más elevadas, ¡que no se olviden de nosotros!

Porque la provincia de Ciudad Real, aunque últimamente haya recibido algunas ayudas, necesita con apremio salir de su relativa orfandad y desea que no la olviden sus hombres políticos más representativos.

Antón de Villarreal, Diario “Lanza” Extra de Verano, agosto de 1971



domingo, 16 de mayo de 2021

UN SIGLO DE PEQUEÑA HISTORIA PROVINCIAL (I)





El excesivo centralismo estatal, impuesto por una Administración con antigüedad de siglos, nos había llevado a una situación de absurdos ataderos y dependencias. La construcción de un establecimiento benéfico, de una carretera, o de una escuela simplemente, precisaba de unos trámites que se hacían eternos: petición, instancias, oficios, asesoramientos, dictámenes, inspecciones, aceptación, anteproyecto, proyecto, presupuesto, subastas, concesión y todavía, después de gestiones múltiples, dilaciones, inconvenientes y obstáculos, se llegaba finalmente –o no se llegaba, a veces- hasta algo positivo y eficaz. Era todo un calvario administrativo, con papeleo burocrático, promesas, viajes, gestiones, antesalas, negativas y afirmaciones alternadas, para lograr la construcción final. Por todo ello, decimos alguna vez la frase tajante:

-¡Hasta para respirar, tenemos que pedir permiso a Madrid!

Las Diputaciones Provinciales vinieron a resolver en parte -¡sólo en parte!- esta anticuada organización excesivamente centralizadora. Paulatinamente, las provincias recabaron y consiguieron una independencia relativa. Algunos de los muchos problemas que atosigaban a los pueblos podrían resolverse ya sin necesidad de acudir al poder central, absorbente en demasía. Las Diputaciones, cuya existencia estuvo en peligro, pues hasta se habló de su posible supresión, cobraron impulso nuevo, se rehabilitaron y ganaron fortaleza y vigor. Tenían ¡al fin! Personalidad propia, ingresos fijos y misión concreta. La Diputación –con tratamiento de “Excelentísima”  y todo, ¡no faltaría más!- era ya una pieza esencial en el engranaje administrativo que llevaba desde la aldea o el pueblo más humildes hasta las alturas ministeriales.




NUESTRA PROVINCIA

La provincia de Ciudad Real, sin ostentosos alardes que no van bien a nuestra sencillez de manchegos, es rica e importante: por su extensión de casi 20.000 kilómetros cuadrados –la tercera de España-, por la abundancia y heterogeneidad de sus productos agrícolas e industrias derivadas, por su riqueza ganadera, por su minería –el caso de Almadén es único en la economía nacional y sabemos está siendo objeto de particular estudio- y por su céntrica situación, como nudo y enlace de posibles comunicaciones, nuestra provincia, repetimos, ocupa un destacado lugar entre todas las españolas. Inferior, quizás, al que merece. Pero éste es otro problema: ¿Falta de hombres de superior valía? ¿Aceptación de una mediocridad inexistente; ¿conformidad, atonía, abulia, despego, subordinación, silenciosa? ¿Ausencia de ideales en la masa mayoritaria e indiferente? ¡Dejémoslo! La verdad es que Ciudad Real apenas alzó protestas, ni creó problemas, ni padeció envidias, ni lloró ni imploró ante las alturas. Si algo se nos otorgó, lo aceptamos agradecidos. Pero durante años y más años nos mantuvimos discretamente en los límites de una resignada medianía.

Callada, obediente y sumisa, veía el avance y progreso de otras, más algareras y disconformes. Allá, huelgas, motines, protestas, jaleos y hasta síntomas de autonomías disfrazadas de regionalismos: y como premio subvenciones, protección, planes de obras y regadíos, industrialización, obras públicas y millones y millones, maná sustancioso para acallar protestas y satisfacer siempre legítimas ambiciones. Aquí, en nuestra provincia, va lo decíamos antes, algunas migajas solamente del banquete nacional: premio también merecido por nuestra particular idiosincrasia.

Actualmente ya es otra cosa. Es ahora cuando la Diputación de Ciudad Real debe realizar su gran misión de revalorizar la provincia. Promesas ministeriales y normas nuevas en la vida administrativa han dado lugar a comentarios oportunos y artículos editoriales exaltando el relevante papel que desempeñan las Diputaciones Provinciales en el desarrollo regional. Y la nuestra –estamos seguros de ello- no será una excepción.




ALGO DE HISTORIA: EL EDIFICIO

Ciudad Real, capital, se siente orgullosa del palacio de su Diputación. El hermoso edificio de la calle de Toledo tiene ya una antigüedad de casi ochenta años.

Antes, allá por el último tercio del XIX, la Corporación provincial se albergó en la casa número 1 de la calle de Caballeros, levantada por don Dámaso Barrenengoa, donde luego estuvieron el Gobierno Civil y la Academia General de Enseñanza, más tarde las Escuelas de Magisterio y ahora es solar amplio en el mismo corazón de la ciudad. Pero la Diputación de la provincia –‘a tal señor, tal honor!- requería un edificio propio y suntuoso. Se adquirió un solar al final de la misma calle Caballeros a doña Magdalena Maldonado en 39.500 pesetas. Sin embargo, algunos señores diputados consideraron que quedaba algo excéntrico y se acordó venderlo de nuevo, para comprar el viejo edificio de la Vicaría, en la calle de Toledo, que tenía en venta el Obispado, por 40.000 pesetas, según escritura otorgada en julio de 1888. Y como el solar era pequeño a juicio del entonces arquitecto provincial don Sebastián Rebollar, acordóse ampliarlo con el de un viejo granero adjunto, propiedad de doña Catalina Jarava, viuda de don Luis Muñoz –de aquí el nombre de “Don Luis” con que se conoció la plazoleta frontera, llamada ahora de “José Anonio Primo de Rivera”.

Antón de Villarreal, Diario “Lanza” Extra de Verano, agosto de 1971