Revista
“Vida Manchega” Ciudad Real 5 de septiembre de 1919
Los primeros movimientos regionalistas
manchegos nacía en los inicios del siglo XX en la provincia de Ciudad Real.
Como añadidura de ese movimiento se creó una bandera muy distinta a la actual
comunitaria de Castilla-La Mancha, diseñada en la década de los años ochenta
del pasado siglo. Aquella primitiva bandera surgía bajo la denominación de
«Bandera de La Mancha» y debía constituir el símbolo de la región. El diseño
tuvo su origen en la heráldica regional manchega como luego veremos. La
provincia de Ciudad Real participó de modo intenso, en efecto, según las
crónicas de prensa, fueron establecidas diversas versiones de esa bandera, que
variaron en el transcurso de pocos años. Había sido implantada, diseñada y
hecha en Daimiel por un grupo de simpatizantes del espíritu regional.
No debemos olvidar que en los inicios
del siglo XX (1906), una sociedad de origen manchego, creó en la capital de
España el Centro Regional Manchego, como órgano de aspiraciones y necesidades
manchegas frente al centralismo. Ese mismo año -entre agosto y septiembre- se
exhibe por vez primera la bandera regional en Daimiel, según informaba el
periódico La Voz de la Mancha. La dicha bandera debía estrechar los lazos
solidarios entre las cuatro provincias manchegas de Albacete, Ciudad Real,
Cuenca y Toledo, en defensa de los intereses de La Mancha. Así pues, aquella
enseña regional nacida en Daimiel debía de ser entregada al Centro Regional
Manchego de Madrid, que era la manera más lógica e difundirla con el objeto de
encumbrarla. Sin embargo no se divulgó, y aquel pendón regional quedó
postergado en Daimiel. Recordando el tema del ya casi olvidado acto de 1906,
Vida Manchega (Ciudad Real, 26 de julio de 1913), publicaba un artículo
titulado ¿Qué fue de aquella bandera? En efecto, en tan sólo transcurridos
siete años había hecho acto de presencia la indiferencia y la desidia.
Sabemos que la poco conocida enseña
manchega, estaba dividida en cuatro cuarteles semejantes, una por cada
provincia -de izquierda a derecha y de arriba abajo-: negro el del campo
correspondiente a Toledo, rojo por Cuenca, azul por Ciudad Real y blanco por
Albacete. Aquel pendón nacido en Daimiel incluía en el centro de cada cuartel,
con su respectivo color, el escudo heráldico de cada provincia. La segunda
versión de la bandera, que confeccionada en la Escuela Normal de Maestras de
Albacete, se le habían sustituido los escudos provinciales por el real de la
Monarquía España, colocado en el centro de la enseña, bordado con hilos de oro,
plata y sedas. Existe un documento gráfico de la presentación de dicha bandera
en Albacete, como fue publicado en la magnífica revista, Vida Manchega (Ciudad
Real, 5 de septiembre de 1919). No obstante, y posteriormente, hubo una tercera
propuesta o cambio, llegando hasta una quinta diferente versión, sustituyendo
el escudo de la monarquía española centrado en la bandera, por una gran
estrella amarilla de cinco puntas.
Revista
“Vida Manchega” Ciudad Real 5 de septiembre de 1919
Evidentemente, aquella bandera
presentada en Albacete era semejante a la exhibida trece años atrás en Daimiel,
donde en cada cuartel-como apuntamos antes-, con su correspondiente color
aparecía el escudo de la capital provincial manchega respectiva. Ahora la
armonía y estética era perfecta, desaparecían dichos escudos heráldicos para
sólo figurar el escudo real de España formando la inseparable e inamovible
unidad con España. Un dato curioso e interesante fue que, el 19 de enero de
1919, cuando se celebraba en el salón de actos del Centro Regional Manchego de
Madrid, un grupo de conferenciantes propusieron a las Diputaciones provinciales
de Ciudad Real, Cuenca y Toledo, obtener un acuerdo con su hermana de Albacete
para crear una Mancomunidad Manchega, formando un Ente regional
político-administrativo. Los representantes de Ciudad Real, Toledo y Cuenca
manifestaron «un incondicional cariño hacía su hermana albaceteña, «que ha sido
y es por su carácter y costumbres absolutamente manchega, a pesar de las
divisiones históricas erróneas.» (noticia aparecida el 21 de enero de 1919 en
El Defensor de Albacete).
Los diversos capítulos descritos aquí,
fueron los que llevaron a la confección de la enseña de La Mancha, desde la
primitiva idea de Daimiel, hasta la elaborada en la Escuela Normal de Maestras
de Albacete y sus ulteriores cambios. La bandera vigente de Castilla-La Mancha
fue instituida en 1980 y creada según el diseño de Maldonado Cocat en 1977, de
cuyo texto ilustrativo extraemos lo siguiente: «...la bandera es partida de
arriba abajo, en dos tamaños iguales, y en el trozo de tela junto al asta, el
escudo o pendón de Castilla, reino al que perteneció toda esta tierra y que es:
en campo rojo carmesí un castillo de tres torres de oro mazonadas en negro y
aclaradas las puertas y ventanas de azur (azul). El segundo trozo es de color
blanco, recordando a las Ordenes Militares, que representa el origen histórico
de nuestra tierra...»
José
Golderos Vicario, La Tribuna de Ciudad Real, domingo 3 de mayo de 2009
La
bandera manchega es una gran desconocida