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lunes, 28 de abril de 2025

CENTENARIO DEL CEIP FERROVIARIO DE CIUDAD REAL, 1924-2024

 



Los ferroviarios, desde su Asociación (AGEOFE) fundada en 1888, pretendían mejorar sus condiciones personales como trabajadores, la formación de todos los asociados y extender la enseñanza a todos los hijos de los empleados que pertenecían a ella. Esta Asociación nace para paliar las necesidades de los trabajadores en varios aspectos como la jubilación, orfanato, viudedad, socorros de urgencia, subsidios en casos de defunción y asistencia médica. Las pretensiones de los asociados eran, en primer lugar, tener un local social donde poder reunirse; en segundo lugar, querían hacer viviendas para los trabajadores y sus familias, y en tercer lugar pretendían la construcción de escuelas para erradicar el analfabetismo entre los hijos de los asociados y darles una preparación profesional. La Asociación de la zona 18 correspondía a Ciudad Real y empieza a funcionar a comienzos del siglo XX.


La Asociación, 30-4-1922


En el periodo desde 1916 hasta 1936 construyen quince edificios para escuelas en toda España. La financiación era casi toda proveniente de las cuotas de los asociados y de cesiones de terrenos. En primer lugar, se hizo el de Madrid, luego en Valladolid, después en Alcázar de San Juan y en cuarto lugar el de Ciudad Real.


Logo de la AGEOFE



El colegio Ferroviario de Ciudad Real nace de una cesión de terrenos de unos 544 metros cuadrados, que hace el Director General de la Compañía de Madrid-Zaragoza-Alicante (MZA),  Sr. Maristany. Los planos del edificio se expusieron un céntrico comercio de Ciudad Real, según informaba el periódico Vida Manchega el 10 de enero de 1922.


Junta Zona 18 de Ciudad Real, 1922


El arquitecto encargado de llevar a cabo la dirección fue D. Francisco Alonso Martos. Las obras se adjudican a D. Ramón Molina por un importe de 257.544 pesetas. La parte ornamental fue realizada por el Sr. Santos, la calefacción la instaló una empresa de Madrid, la parte eléctrica fue realizada por el ingeniero D. Martín Abad, la carpintería y parte del mobiliario la hizo D. Ramón Prado y la parte de herrería una empresa de Ciudad Real.


Francisco Alonso Martos, arquitecto


La primera piedra se puso el día 23 de abril de 1922. Al acto asistieron el Ministro de Trabajo, D. Abilio Calderón; el subsecretario, Sr. Conde de Altea; el general Francisco Aguilera; los Diputados a Cortes señores Marqués de Viesca y Marqués de Huétor; el Presidente de los Ferroviarios, Sr. D. Félix Eznarriaga; el subdirector de M.Z.A., D. Domingo Muguruza y la Junta de Gobierno de la M.Z.A. A este acto se unieron el Gobernador Civil, D. Ignacio López Haro; el alcalde accidental de Ciudad Real; el Obispo Prior, D. Javier Irastorza; el presidente de la Asociación de Ferroviarios, D. Eusebio Cacho y el presidente de la Zona 18, D. Ponciano Montero.


Colocación de la primera piedra. Diario ABC


Según la información del periódico Vida Manchega de 21 de noviembre de 1922 se produce un derrumbamiento de parte del edificio en construcción. Éste fue el motivo por el que se desplazan desde Madrid el arquitecto junto con el vicepresidente de los Ferroviarios, D. Antonio Gistau y el secretario D. Antonio Romero, que acompañados del presidente de la zona 18 D. Ponciano Montero visitan las obras. El asunto se soluciona y un año más tarde vuelven el presidente de los ferroviarios, D. Luis Aza; el secretario D. Antonio Gistau y el arquitecto, D. Francisco Alonso.


Academia de los Ferroviarios,1929


El día 14 de septiembre de 1924 se inaugura el nuevo edificio. Al acto asisten el presidente de la Asociación General de Ferroviarios, D. Antonio Gistau, los vicepresidentes, el secretario, el presidente de Zona, D. José Castro; el gobernador civil interino, D. Gonzalo Muñoz; el alcalde interino; el presidente de la Audiencia, el presidente de la Diputación, D. Luis Barreda; el Obispo Prior, D. Narciso Estenaga; el presidente de la Asociación de Ferroviarios, D. Luis Aza; el ex presidente de la Zona 18, D. Ponciano Montero y el arquitecto, D. Francisco Alonso Martos.


D. Justino Espadas con Jerónimo y Juan Adámez, 1928


El periódico El Pueblo Manchego también da la noticia el 13 de septiembre de 1924 de la inminente inauguración del edificio y hace una descripción del mismo. El edificio va a constar de un sótano en el cual se instalan cuartos de baño, gimnasio, caldera de carbón y carbonera. La planta baja, tenía un acceso principal por el Parque y  la entrada a la Academia por el Paseo Cisneros, constaba de dos galerías, un hall cubierto donde hay bebederos para los niños, seis amplias aulas, sala de profesores, comedor para los alumnos que vengan de las estaciones y un W.C.


Verbena Ferroviaria, 1935. Vida Manchega

 

Continúa la descripción indicando que en la planta principal o primera hay un gran salón decorado con gusto, despachos del presidente, secretario, delegados, representantes, vocales, sala de visitas, biblioteca, y además unos W.C.

En la segunda planta hay dos viviendas para empleados, cada una compuesta por ropero, cocina, cuatro habitaciones, otra de uso interior, vestíbulo y terraza.


Grupo de niños y niñas, 1951. Cedida por José Luis Jiménez


La Academia de los Ferroviarios se proyecta como un centro de formación para niños, niñas y adultos. Se busca la educación de los hijos de los ferroviarios, su formación y la preparación para su ingreso en la futura vida laboral, y la formación de adultos en materias de ferrocarriles. Las enseñanzas que abarca son párvulos, primera enseñanza, francés, dibujo, corte y confección y la preparación de alumnos para factores, fogoneros, mozos de tren, mozos autorizados, etc. El Centro comienza con ocho profesores, siendo su primer director, D. Luis Relimpio, que estaría acompañado de las maestras Dª Amparo Alcázar, Dª Ventura Capilla y de los maestros D. Diego Pizarroso, Manuel Medina. A D. Luis le sucedería, como director, D. Justino Espadas en 1926.


Arturo Díaz. Cedida por Manoli y Juani Díaz

 

Pasada la Guerra Civil se hicieron famosas las verbenas que hacían los ferroviarios en el patio del colegio durante las fiestas de la Virgen del Prado, en las cuales había competiciones deportivas (baloncesto, boxeo y futbol), bailes y conciertos musicales gratuitos, exposiciones culturales, elección de Miss Zona 18 y damas, etc.


Clásica foto escolar. Cedida por Encarni Maján García, 1960


Durante las décadas de 1940 y 1950 el claustro de profesores estaba formado por Justino Espadas (director), Justo Espadas, Javier Alcázar, Salvador Encina, Luis Sánchez y Rafael. Siendo las maestras Silvina Roldán, Raimunda Martín, Magdalena García-Donas, Rosario, Lola Ballesteros y Casandra Arévalo. Al jubilarse en 1965 D. Justino, toma las riendas de la dirección D. Luis que la ejercerá hasta 1975, cogiendo su relevo Urbano Lorca.



Maestros y maestras, 1960. Cedida por Antonio García-Donas


Desde 1956 hasta 1986 estuvo de conserje Arturo Díaz que será, durante tantos años, el alma que se encargará día y noche que en el colegio esté todo funcionando.

En sus primeros momentos es un centro privado, luego será un patronato y al final un centro público. El colegio fue creciendo año tras año y nos encontramos que en 1975 tiene 1.395 metros cuadrados de superficie contando los patios. En 1970 como consecuencia de implantarse la Ley General de Educación se proyectan algunas reformas para tener más aulas y poder atender a todos los cursos de E.G.B. incluyendo dos cursos de párvulos que desde hace muchos años no había en el centro.


Comunión de las niñas con el director y miembros de la Asociación, 1966. Cedida por Mariló  Molina


Será en el curso 1987-88 cuando se transforma en un colegio de naturaleza pública (B.O.E. 26/6/1987) como consecuencia de implantarse la L.O.D.E. y de la venta posterior del edificio por parte de los ferroviarios. Al frente de la nueva andadura estará como director D. José Luis Jiménez González.


Párvulos, 1975. Cedida por Ramón García


El colegio público comienza con maestros del Patronato, contratados y otros pertenecientes al MEC, pero poco a poco serán todos estatales. Se hacen grandes reformas en el edificio y se empieza una nueva andadura con múltiples proyectos. Las excursiones, las Semanas Culturales, las actividades deportivas y la participación de la Asociación de Padres se convierten en motores de la vida educativa. El colegio crece y las dependencias se quedan pequeñas, será en 1999 cuando su directora Dª Mª Luisa Balbuena comunique a las autoridades la necesidad de un colegio nuevo.


Junta de la Asociación. Cedida por Juani y Manoli Díaz, años 70

 

En el año 2000 coge la dirección del centro D. Benigno Raya y el colegio pasa a depender de la Junta de Castilla la Mancha. Se producen grandes cambios durante la primera década: llegará la Jornada Única, la dotación de ordenadores a las aulas de Educación Infantil, la instalación de las Aulas Althia, comienza su funcionamiento el Programa Delphos, se dota a los maestros de ordenadores portátiles Toshiba, disponen de orientador, maestro de PT y AL, el AMPA apoya en todas las iniciativas al profesorado, se dota a los alumnos de 5º de miniordenadores, se instalan varias pantallas y proyectores en las aulas y empieza el proyecto “Jugando al atletismo”.

 

Niños y niñas jugando al voleibol, 1979. Cedida por José Luis Jiménez

 

El colegio estuvo funcionando desde 1924 hasta el curso 2005/06 inclusive en el antiguo edificio, siendo trasladados a un nuevo colegio a escasos metros del antiguo. El director del Centro D. Benigno Raya Soriano, junto con los maestros y maestras, será el que termine la andadura anterior y continúe en el nuevo edificio. El nuevo edificio dará solución a la gran demanda de plazas por parte de las familias, siendo un colegio de doble línea desde los tres años y llegando a tener 481 alumnos en 2017. A Benigno Raya le irán sucediendo en el cargo Rafael Molina, M.ª José López, Antonio Camacho y Juan Pedro Morales, todos ellos ilusionados con nuevos proyectos y de tener un colegio moderno para la ciudad. Se sucederán a lo largo de sus mandatos las magnificas excursiones, semanas culturales, actividades solidarias, actividades de reciclaje y medioambiente, las actualizaciones en tecnologías para todo el centro y las actividades de fomento del deporte. La más destacada fue la obtención del trofeo Joaquín Blume en 2018, entregado por el S.M. el rey Felipe VI.


Claustro de profesores, 1990. Cedida por José Luis Jiménez.


El COVID-19 supuso un gran esfuerzo y grandes dificultades que tuvieron que afrontar, pero en 2022 ya están en disposición de celebrar el centenario de la colocación de la Primera Piedra del antiguo edificio y se organizan múltiples y divertidos actos en los que participan toda la comunidad educativa del centro.

 

Colegio ferroviario, 2005.Cedida por Antonio García Donas


En 2024, el director Juan Pedro Morales junto con todos lo maestros y maestras, AMPA, familiares, alumnado y toda la ciudad han realizado numerosos actos que se han programado con mucha ilusión para celebrar el centenario del colegio de los Ferroviarios. Entre ellos podemos destacar la exposición fotográfica de los cien años, la recreación de un aula antigua, una conferencia sobre la historia del Colegio desde sus inicios, participación de todo el Centro en el carnaval de Ciudad Real ataviados  con temas ferroviarios, realización de una verbena en el patio del Colegio con la asistencia de numeroso público de la capital, una carrera escolar de 24 horas ininterrumpidas a lo largo de un circuito proyectado en el Parque Gasset y el acto institucional de clausura en el Teatro Quijano con asistencia de las autoridades, profesorado, madres, padres, alumnado y numerosísimo público 

Vicente Palomares García


Nuevo edificio, 2007. Archivo del Centro


P.D. para saber más: Palomares García, Vicente. “Las escuelas del Hogar Provincial Santo Tomás de Villanueva, Pérez Molina, Cruz Prado y Ferroviario”. Primer centenario de las escuelas públicas, 1924-2024. Biblioteca de Autores Manchegos. Diputación de Ciudad Real, 2024.


Entrega del Premio Joaquín Blume, 2018. Archivo del Centro


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