En el presente mes de marzo, se cumple
el setenta y cinco aniversario de la hechura de la imagen de Nuestra Señora de
la Soledad, titular de la hermandad del Sábado Santo ciudadrealeño, ya que
llegó a nuestra ciudad en marzo de 1946 y procesionó por primera vez el Viernes
Santo 19 de abril del referido año.
Terminada la Guerra Civil Española en 1939, se produce la reorganización y reconstrucción de la Cofradía de la Soledad, gracias al celo del entonces párroco de San Pedro, Emiliano Morales Rivera, y un grupo de antiguos hermanos entre los que se encontraba el Hermano Mayor anterior a la Guerra Civil Española, Enrique Pérez Fernández. Los primeros pasos de estos antiguos directivos irían dirigidos a la talla de la nueva imagen de Nuestra Señora de la Soledad. En 1941 llega a Ciudad Real la imagen del escultor sevillano José Rivera García, la cual quería ser una reproducción lo más parecida posible a la desaparecida en 1936. Con esta imagen volvió a desfilar la cofradía el Viernes Santo de 1941 a las 10’30 de la noche.
Pero esta imagen de la Virgen de la Soledad, no debió gustar mucho a los directivos de la Cofradía, ya que en 1945 se encargaría al escultor conquense residente en Madrid, Luis Marco Pérez, una nueva talla de la Titular, no buscando ya el parecido con la destruida en 1936, como lo demuestra el hecho de que las manos se tallaron separadas y no unidas.
La imagen de Marco Pérez, llegaría a
nuestra ciudad en marzo de 1946, para procesionar por primera vez en la Semana
Santa de ese año. Esta sería la tercera y actual titular de la Cofradía, que es
una imagen de vestir, articulada, que mide 160 cm. y está compuesta por una
cabeza en la que se detalla el rostro y el cuello, un tronco apenas
pormenorizado que se prolonga hasta la cintura, dos brazos articulados que
terminan en manos de talla separadas, y un bastidor troncocónico que le hace la
forma del cuerpo. La mirada la tiene hacia arriba y la boca abierta con los
dientes tallados.
Con la adquisición de la nueva talla de la Virgen de la Soledad, la imagen de José Rivera García fue retirada del culto, volviéndola a recuperar la Cofradía en 1975, para ponerla bajo la advocación de María Santísima de la Amargura.
Desde la llegada de la imagen de Marco Pérez en 1946, esta procesinó hasta 1956 la noche del Viernes Santo, pasando hacerlo el Sábado Santo en 1957 hasta la actualidad.
A lo largo de estos setenta y cinco años, la imagen de la Virgen ha sido restaurada dos veces, la primera intervención que sufrió fue en 1986 a manos del tallista ciudadrealeño Francisco Ortega; y en el año 2007 por el escultor sevillano, Darío Fernández Parra.
La imagen desde 1946, recibe culto en un
retablo de banco corrido dividido en tres
espacios: el del centro rectangular en disposición horizontal y los laterales
más estrechos y verticales. El cuerpo principal presenta tres calles, en la
central hay una hornacina de medio punto en donde se encuentra la imagen de
Nuestra Señora de la Soledad. Los laterales del retablo son soportados por
cuatro columnas compuestas, ornamentadas en sus fustes con rocalla, espejos
lisos y angelotes, albergando en las entrecalles pequeñas hornacinas con
pedestal. A la derecha se encuentra la imagen de San Nicolás de Bari y a la
izquierda Santa Lucía.
El ático tiene un perfil mixtilíneo y
está soportado por pilastras sobre plintos, en la parte central una hornacina
de medio punto, con la imagen de un niño Jesús, y en la zona superior un
frontón semicircular. Este retablo está muy rehecho, conserva partes originales
del siglo XVIII y otras zonas de fábrica contemporánea.
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