A continuación transcribo lo publicado
en el diario Lanza del cuadro de D. Juan Bermúdez Calahorra, que ingreso como
hermano de la Ilustre Hermandad de la Virgen del Prado en el año 1952, y que
falleció el pasado mes de enero dejando a la S.I.P. B. Catedral el cuadró que
pinto en 1956 de nuestra Patrona la Virgen del Prado y que le acompaño toda su
vida.
LA
“VIRGEN DEL PRADO” de Juan Bermúdez
Hemos tenido el gusto de contemplar el
cuadro de Juan Bermúdez que está expuesto en la Secretaria del Gran Casino.
Juan Bermúdez, devoto de la Virgen del
Prado y pintor especialista de retratos, ha pergeñado una obra digna de toda
nuestra admiración. Oleo de regulares dimensiones, contiene valores pictóricos
y de concepción que bien merecían un comentario más extenso. Mirando esta
imagen de Bermúdez entrevemos al artista con el caballete puesto en el Camarín
de la Virgen nueva y su atención escapada hacia la otra, la imagen antigua, de
cara pequeñita y morena, hecha por la devoción familiar de toda clase de almas,
más universal y entrañable, por tanto.
Hemos acertado, pues a ver en este
cuadro, de perfecta factura, todo lo que el artista ha puesto de emoción, de
arte, y de documento Si es así, nos felicitamos, al mismo tiempo que
transcribimos nuestra cordial enhorabuena al autor. –G.R.G.
Publicado
en el diario, “Lanza”, año XIV, núm. 4.214,
sábado 18 de agosto de 1956, página 2. (Se adjunta página de periódico como
Anexo 1)
UN
NUEVO CUADRO DE JUAN BERMÚDEZ
Calladamente, sin estridencias ni
alardes publicitarios, el pintor Juan Bermúdez ha exhibido estos días, un
cuadro en la secretaría del Casino. Ha bastado un simple letrero anunciador
hecho deprisa y un retrato de Nuestra Señora del Prado para que esta exhibición
haya constituido el suceso artístico más comentado de las recientes ferias de
nuestra capital.
Conocemos desde hace tiempo, la manera
de ser de Bermúdez, que no gusta prodigarse en exposiciones ni buscar
publicidad por entender que cuando la obra es buena, por sí sola trasciende de
la quietud del estudio y llega al conocimiento de los buenos aficionados al
arte, que son los que, en definitiva interesan al artista. Y en verdad que los
hechos le dan la razón a nuestro pintor porque a pesar de su continuo trabajo
carece de obras en su taller que permitan darse una idea de su capacidad
creadora. Y hasta se vería en un verdadero apuro si alguien le invitase a
realizar una exposición.
Por todas estas razones hemos creído
oportuno charlar un rato con Bermúdez, y de esta conversación hemos obtenido la
impresión de que su cuadro de la Virgen del Prado es una obra que su autor
llevaba largo tiempo en proyecto de realización, una de esas obras que
obsesionan al artista y que no le dejan en reposo espiritual hasta verlas
terminadas. Juan Bermúdez ha realizado un retrato de la Virgen para él, sin
ninguna clase de concesiones externas, puesto que el cuadro no está destinado
para la venta, ni mucho menos de que sea una copia de la imagen actual de Ntra.
Sra. del Prado. El cuadro responde a una necesidad espiritual del artista que anhelaba una Virgen del Prado soñada con
sus recuerdos infantiles y que al mismo tiempo fuese la imagen que actualmente
todos veneramos en su altar de la Catedral. Por eso es innegable que este
retrato es un fiel exponente de la moderna imagen, conjugando con aquella
remembranza de la imagen destruida durante nuestra guerra de liberación. Y por
eso mismo este retrato nos ha producido una honda emoción a todos los que
recordamos aquella querida imagen que ya no lograremos contemplar.
Este ha sido, pues el principal problema
que Bermúdez se ha planteado al realizar este retrato; problema que ha sabido
resolver con el mayor acierto. Cuadro éste, de no pocas dificultades en su
desarrollo material por la falta de luz apropiada, por la distancia del modelo
y por otras circunstancias que no son del caso. Todo ello ha sido superado por
Bermúdez que ha creado una obra llena de inspiración personal, con calidades
muy finas en el conjunto, con colorido muy adecuado y con una arquitectura
plena de quietud y de equilibrio.
Constituye este retrato una obra
importante dentro de la iconografía de Ntra. Sra. del Prado.
Sabemos que personas devotas de nuestra
Santísima Patrona han solicitado de su autor, copias o réplicas de este
retrato. Esperamos que Bermúdez no deje de complacer a estos fieles
solicitantes.
Por
JUAN J. MIGUEL
Publicado
en el diario, “Lanza”, año XIV, núm. 4.218,
jueves 23 de agosto de 1956, página 3. (Se adjunta página de periódico como
Anexo 2)
D.
Juan Bermúdez Calahorra
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