La Virgen
del Prado con su tradicional decoración floral de nardos el día de la Octava
Con el 'A ti Inmaculada', de José Pagán,
entonado por la Coral Polifónica de Ciudad Real y ante cientos de fieles
congregados en la Basílica Catedral de Ciudad Real, el sacerdote ciudadrealeño
de la Archidiócesis de Sevilla, Ángel Puentes Arenal, presidió la misa que
abría la jornada de la Octava con la que se puso fin a los festejos en honor a
la patrona de Ciudad Real, Santa María del Prado. Actos religiosos que
comenzaron el pasado sábado 15 de agosto con la festividad de la Asunción.
La única
lectura de la Santa Misa, fue leída por la Secretaria de la Corte de Honor, Dª.
Celia Casado
Con la Virgen de tez morena presidiendo
la eucaristía frente a los ciudadrealeños que ocuparon todos los bancos del
templo, en el que también hubo un buen número de personas que siguió de pie los
ritos, el oficiante se dirigió a los devotos para entonar una homilía de
exaltación «a la madre y reina de Ciudad Real». En los primeros bancos, el
subdelegado del Gobierno, Fernando Rodrigo, acompañado por el comisario
provincial de la Policía Nacional, Emilio Durán, siguieron la eucaristía, a la
que también acudieron miembros del Grupo Popular en la oposición.
La
proclamación del Evangelio estuvo a cargo del Presidente del Cabildo Catedral,
M. I. Sr. D. Miguel Esparza Fernández
La
verdadera corona.
Ángel Puentes empezó su homilía ensalzando el papel de las madres, en un día
para la exaltación de la reina de Ciudad Real, cuya corona verdadera, «esa que
nadie puede quitarle», «está labrada y cincelada por las buenas obras de sus
hijos de Ciudad Real». Una corona formada, sobre todo, por «los enfermos, los
sin techo, los jóvenes que han perdido el sentido de sus vidas, los ancianos y
los pobres, a los que la madre de Dios da cobijo desde antes de que Ciudad Real
fuera ciudad».
El
predicador de la Octava, Rvdo. Sr. D. Ángel Puentes Arenal
En medio de unas palabras para el
recordatorio de las fechas que unen a la patrona, la Virgen del Prado, con su
ciudad, el sacerdote valoró el papel de las madres, «de las que dependemos y
aprendemos». «Nacemos unidos a ellas y desde el primer momento ocasionamos
trastornos en su cuerpo, en sus noches y en sus actividades. Hasta el punto que
de jóvenes nos olvidamos de la mujer que siempre nos espera con un mantel
repleto de lo que la crisis nos roba».
El
Rvdo. Sr. D. Ángel Puentes Arenal, es hijo de Ciudad Real y hermano de la
Ilustre Hermandad de la Virgen
Ángel Puentes subrayó especialmente el
papel sacrificado de las madres y recordó, en este sentido, las palabras del
papa Francisco: «No es una suegra que vigila si no una madre que vigila a sus
hijos» y «que pide por el que está parado y en la droga».
El
Presidente de la Ilustre Hermandad, D. Francisco Pajarón López, leyó la Oración
de los fieles
En el plano personal, el sacerdote ciudadrealeño recordó las palabras que en cierta ocasión le dirigió Francisco del Campo en la plaza de Cervantes, por donde caminaba con su madre: «Las madres de los sacerdotes tendrían que vivir siempre porque sin ellas no vamos a ningún sitio. Y esto es lo que Ciudad Real celebra hoy, que la Virgen del Prado es madre y reina» y es su mirada «la que nos lleva a Dios», tal y como pronunciara el papa Francisco.
El
momento de la incensación durante la Santa Misa
El presbítero de la Archidiócesis de
Sevilla instó a los ciudadrealeños a buscar la luz en la Catedral, «en los ojos
de nuestra madre». «Nos hace falta su luz para apartarnos de los intereses
puramente humanos y esta madre, cuya corona somos nosotros, nos ofrece la luz
del fruto bendito de su vientre. Ofrece a su hijo a la ciudad que tanto
quiere», pronunció.
Al
servicio del altar estuvieron un seminarista de Ciudad Real y dos de la
Diócesis de Sevilla
«¡Ciudad Real tiene una reina y que
reina tiene Ciudad Real!», proclamó el sacerdote desde el púlpito para llegar
al final de una homilía que vino seguida de peticiones por los cristianos «que
viven en la incertidumbre» y los que viven en el dolor. Asimismo, el oficiante
encomendó especialmente a la Virgen, en el día de su Octava, a aquellos que no
creen en Dios «para que haya un aumento de vocaciones a la vida sacerdotal y
religiosa».
La Función fue concelebrada por miembros del Cabildo Catedral y varios sacedotes amigos del predicador
EL
DATO. Ausencia del equipo de Gobierno. La misa de la Octava organizada por la
Hermandad de la Virgen del Prado se celebró ayer con la ausencia en la Catedral
de la alcaldesa de Ciudad Real, Pilar Zamora, y el resto de concejales del
equipo municipal de Gobierno. Desde el Ayuntamiento ya se anunció que no
asistiría a la función religiosa ni a la procesión de anoche con motivos de la
Octava.
CIENTOS
DE FIELES PARTICIPARON EN LA EUCARISTÍA DE LA OCTAVA
Los actos religiosos en honor a la
Patrona de Ciudad Real dieron comienzo ayer por la mañana, a las diez y media,
con una solemne misa ofrecida por la Ilustre Hermandad de la Virgen del Prado.
Media hora antes ya se empezaban a llenar los asientos de la Catedral, y muchos
fieles tuvieron que quedarse de pie en un templo abarrotado. La misa del día de
la Octava, al igual que el día de la Asunción, también fue concelebrada y en
esta ocasión el Cabildo y la Hermandad invitaron al reverendo Ángel Puentes
Arenal, hijo de Ciudad Real, hermano desde su infancia de la Ilustre Hermandad
de la Virgen del Prado, así como de diversas Hermandades de Gloria y Penitencia
de nuestra ciudad. Puentes, que es en la actualidad sacerdote de la Diócesis de
Sevilla, pronunció una entrañable y bonita homilía mariana donde, sobre todo,
destacó el papel de la Virgen María como madre que acoge y escucha y como
reina, y en la que repasó también la historia de la aparición y coronación,
destacando la admiración que despierta entre sus fieles.
Aspecto
que ofrecía la Catedral durante la Solemne Función
Terminada ya la eucaristía, en la que
participaron una decena de sacerdotes de Ciudad Real y tres seminaristas, dos
de ellos procedentes de la localidad sevillana de Carmona, el padre Puentes se
despidió lanzando un emotivo “Viva” a la Virgen del Prado. Como es tradicional,
en la misa de la Octava de la Virgen estuvieron presentes las dulcineas y damas
infantiles y juveniles y el pandorgo. También participaron siete de los diez
concejales del PP en el Ayuntamiento de Ciudad Real, el subdelegado del
Gobierno, Fernando Rodrigo, y el comisario jefe de la Policía Nacional, Emilio
Durán, entre otras personalidades. (A.G.)
Fuente: Diario “Lanza” domingo
23 de agosto de 2015, página 5.
Como
cada 22 de agosto, el recuerdo a los Beatos D. Narciso y D. Julio
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