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martes, 9 de abril de 2024

EL 24 DE JULIO DE 1919

 



La jornada del día 24 con la inauguración de las obras de saneamiento y abastecimiento de aguas a Ciudad Real, efectivamente puede marcar una nueva era en la vida de nuestro pueblo.

No es necesario hacer hincapié sobre lo que eso significa. Lo deseábamos, lo anhelábamos todos aunque fuimos incapaces de emprenderlo por nuestra cuenta, imitando otros pueblos voluntariosos y trabajadores, que no saben alimentar esta desconfianza tan sui géneris que a nosotros nos domina y esa apatía tan característica que nos envuelve. Claro está, que no hemos hecho nunca por sacudir nuestra modorra y hemos vivido guiados por quienes acaso les fuera conveniente sostener esos calificativos de apáticos y desconfiados que tanto nos distancia a unos de otros.

En las columnas de nuestra revista se ha estampado ese criterio muchas veces. Somos, por desconfiados, incapaces de desenvolver nuestro capital, empleándolo en obras útiles productivas y beneficiosas para nosotros mismos, dando margen a que empresas extrañas (a las que nosotros ni combatimos, ni censuramos) vengan a demostrarnos nuestra torpeza, nuestra inhabilidad, dándonos una patente de tontos que festejamos, encima, con pólvora y músicas. Nuestro sentir se ha revelado siempre contra eso; nuestras predicaciones, nuestras iniciativas (que sirvieron para atraer a negociantes de fuera) se vieron ahogadas desdeñosamente. Sin embargo algún día se recordarán, sembrando en los ánimos de los detractores una huella de remordimiento.

Memos seguido paso a paso el desenvolvimiento de este problema de las aguas. Hoy al verlo resuelto nos congratulamos; era una necesidad, una aspiración del pueblo por la que hemos luchado con más consecuencia que nadie. También en los trabajos actuales pondremos nuestra atención no para combatir sistemáticamente pero sí para estar prontos a que no existan deficiencias que de antemano creemos que no surgirán.

 



A las cuatro de la tarde en el despacho del Alcalde se dio lectura y fue firmada la escritura por D. José Cruz alcalde presidente y D. José Víctor concejal síndico, por el Ayuntamiento, el ingeniero Sr, Soriano por la Sociedad general de Abastecimientos, y el notario don Alfredo Arias de Miranda.

Después en el Ateneo a las seis de la tarde tenía anunciada D. Rafael Picavea, una conferencia sobre el problema del saneamiento y abastecimiento de agua a las capitales y el negocio de la traída de las mismas.

En dicha conferencia fue muy aplaudido el Sr. Picavea que se extendió en las ventajas que proporciona a las poblaciones el saneamiento de las mismas, mucho mayores a las que como la nuestra padece endémicamente el tifus, u otras enfermedades propias de su poca higienización.

En el cercano cerro de -La Atalaya- verificóse el acto de la inauguración de las obras, con colocación de la primera piedra por el limo. Sr. Obispo-Prior revestido de Pontifical, quien con un palaustre de plata echó un poco cemento.

Por la noche en el Salón de actos del Municipio, celebróse un banquete al que asistieron el limo. Sr. Obispo, autoridades civiles y militares, representantes de la Prensa y personalidades de la población.

A la hora de los brindis, hablaron el alcalde, el marqués de Casa-Treviño, y los Sres. Arredondo, Picavea, Rubio Coloma, Herencia, haciendo un resumen el Prelado, siendo muy aplaudidos.

 

Revista “Vida Manchega” Núm. 234. 31 de Julio de 1019

 



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