LAS
PROCESIONES DE LA PARROQUIA DE SAN
PEDRO, CON MAYOR NÚMERO DE “PASOS”
Jesús
de Nazareno, Imagen de Gran Veneración – La Oración en el Huerto y Las Palmas
de sus Cofrades-
De siempre ha sido la parroquia de San
Pedro el templo que ha mostrado a la veneración pública el mayor número de
“pasos” de Semana Santa. Y en esa iglesia –Hoy finalizándose su completa y
acertada restauración- se iniciaba la primera procesión pasionaria de la
capital y se cerraban con la de la Soledad, allá por la decena de los años diez
al veinte. No queremos aventurar opiniones, pero es posible que la existencia
de varios conventos en la feligresía –San Francisco, San Juan de Dios- y al ser
esta la de mayor potencial económico, pueda ser la causa de la fundación de las
varias Hermandades existentes en la antañona parroquia, a cuyos vecinos se les
llamaba por los de otros barrios “tacillas”.
LAS
DOS PROCESIONES DE JESÚS NAZARENO
De siempre la imagen de Jesús Nazareno,
en San Pedro, ha sido una de las que más han movido a devoción a los
ciudarrealeños. Su recoleta capilla, no todo cuidada que hubiera sido desear en
algunas épocas era visitada y sigue siéndolo por buen número de personas,
aunque en la actualidad parece que orar ante las imágenes son antiguallas, para
algunos claro está, que otros seguimos opinando lo contrario.
En esta de Jesús Nazareno la hermandad
más antigua de las que existen en Ciudad Real. Tiene sus orígenes en la Escuela
de Cristo, Hermandad de penitencia que en el siglo XVII se hallaba instituida
en la capilla del patronato de la caso de los Loysas de la citada parroquia.
Cuando en el siglo pasado en los años de clima antirreligioso de la primera
republica, hizo imposible la vida de austeridad y sacrificio de la Escuela de
Cristo y ésta acordó su extinción, se pensó
construir una cofradía con el fin de incrementar el culto a la venerada
imagen, atribuida a Martínez Montañes, lo que se llevó a cabo en 1882, a raíz
de la creación del Obispado Priorato, siendo uno de los primeros canónigos, don
Fernando de la Hermosa Santiago, quien redactó los estatutos de la que había de
llamarse Venerable y Antigua Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno,
quedando erigida canónicamente en 1888.
En los años del 10 al 20, a que más concretamente vamos a referirnos, se vía muy concurrida de devotos la procesión del domingo de Pasión, que salía inmediatamente de finalizar la solemne función religiosa ofrecida por la Hermandad. Era por entonces hermano mayor el prestigioso médico don Manuel Messía de la Cerda, persona muy amante de las tradiciones de Ciudad Real, victima luego de la persecución del 36, y capellán don Ramón Carriazo Antequera, que vivió muchos años en la calle Ciruela esquina al callejón del Hospicio, uno de los coadjutores de la parroquia de San Pedro cuando era párroco el ilustre historiador manchego don Inocente Hervás y Buendía. Como adscrito a la iglesia madrileña de las Calatravas, en la calle de Alcalá, y ya en su vejez en la Residencia de la Mutual del Clero hasta su muerte.
Se decía en Ciudad Real que “saliendo
Jesús (el Domingo de Pasión) salían todas las procesiones”, aunque algunos años
la lluvia no permitiera lucirse a determinadas cofradías. Luego el Jueves
Santo, al filo de las once, salía puntualmente Jesús, acompañado de buen numero
de penitentes, con su túnica de terciopelo morado con capillo y cinturón
blancos y portando los típicos faroles de acetileno. Era esta procesión del
Nazareno una de las más emotivas para los ciudarrealeños. El paso de la imagen
en su carroza por el Compás de Santo Domingo, por la calle del Lirio, por
Altagracia o Azucena, ponía a los muchos espectadores un nudo de emoción
contenida, musitando una oración en la noche clara de cada Jueves Santo. La
Hermandad desfilaba en orden, enmarcada por una teoría de grandes faroles
multicolores y escuchando las graves notas de un miserere interpretado por
varios músicos, entre los que recordamos a Notario, Encinas, Escolástico. Al
Nazareno le cantaban muchas saetas, unas con el estilo de nuestra tierra, otras
con el típico sevillano, hasta la misma puerta del templo parroquial, ya de
madrugada.
Ya en años posteriores es justo de
recordar como hermanos mayores o entusiastas cofrades los nombres de don Juan
Medrano, don Luciano Santyllán, don Rafael Cárdenas, el maestro Federico
Fernández, Gómez Moreno, González, Calvo, Silverio Castillo, Prado Astilleros…
la mayoría ya desaparecidos.
A punto de
iniciarse la procesión de la mañana del Viernes Santo, el “paso” de “La Oración
del Huerto” se halla preparado para dejar la parroquia de San Pedro
LA
ORACION DEL HUERTO
En la mañana del Viernes Santo, de nuevo
los alrededores de la parroquia de San Pedro se veían animadísimos desde
primera hora. Era su procesión grande, que se iniciaba con una bella imagen del
Niños Jesús, muchos años acompañada por los niños del Hogar Provincial. La
procesión se organizaba en la calle del General Rey, y era la primera Cofradía
la de “La Oración del Huerto”, Hermandad que se fundara en la parroquia en el
siglo XVIII, con un “paso” reproducción del famoso de Salzillo en Murcia y que
representaba el momento de la aparición del Ángel a Jesús en el “huerto de los
olivos”, mientras sus tres discípulos predilectos dormían.
Ya en estas fechas a que nos venimos
refiriendo era su hermano mayor don Ezequiel Naranjo, gran entusiasta de la
Semana Santa y hombre de prestigio local, por lo que consiguió la adhesión de
numerosos cofrades que portaban en el desfile las típicas palmas algunas
bellamente trenzadas, constituyendo una obra de arte por sus dibujos.
Posteriormente se hizo cargo de la Cofradía don Ramón Sánchez, muy conocido en
el gremio de Artes Gráficas, al que sucedió su hijo, don Luis Sánchez Rubio,
hasta el año 36. Decidida su reorganización por el interés del párroco don
Emiliano Morales y de la Comisión Permanente de Semana Santa, realizó el nuevo
“paso” el escultor conquense Marco Pérez y se encomendó la Cofradía a la
Hermandad de Labradores y Ganaderos de Ciudad Real, que ha puesto gran empeño
en su mayor esplendor.
Por hoy hemos de hacer punto, para no
alargar demasiado estos recuerdos de la Semana Santa local en el primer cuarto
de siglo. El próximo lunes, Dios mediante, continuaremos con esta espléndida
procesión de la mañana del Viernes Santo, la de mayor brillantez y concurrencia
de cofrades.
CECILIO
LOPEZ PASTOR
(HOJA
DEL LUNES, AÑO VII Nº 211, LUNES 15 DE MARZO DE 1971)
Jesús
Nazareno, en una foto de la década del 10 al 20 en la mañana de Domingo de
Pasión. Ante la imagen, atribuida como se sabe a Montañes, con sendos cetros,
el hermano mayor don Manuel Messía de la Cerda, médico muy estimado en Ciudad
Real, y el capellán, reverendo don Ramón Carriazo
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